¿Tomará nota el PSOE alguna vez?

Pablo Casado, hace unos días en Madrid. EFE/J.J. Guillén

Algunas cosas se presentan difíciles para que los que las enuncian parezcan más listos. También se miente para engañar a la gente. Hay gente que escribe para engañar. Les pagan por ello. Barato en el periodismo. Un poco mejor si eres científico, ingeniero, economista, juez. Algunos, muy dignos, dicen que nadie les compra. Solo les alquilan.

Pero no es verdad que algunas cosas sean tan complicadas. Los sistemas políticos europeos han funcionado como un oligopolio donde ninguno de los dos grandes miembros tenía incentivos para abandonar (equilibrio de Nash se llama). Un mercado con dos grandes firmas que pactaban entre ellas evitando cualquier competidor, sabiéndose ambas beneficiarias del acuerdo. Incluso pactaban entre ellas sus sueldos y el comportamiento de los jueces que tenían que sancionar la legalidad de su tarea. Un oligopolio político que opera con métodos inimaginables en el campo de la economía -prácticas anticompetitivas incluso ilegales- y que cualquier Comisario de la Competencia habría tumbado con enormes multas por ser ajenos a la ley y al sentido común. Un mercado donde dos empresas recibían el 90% de los escaños es una conspiracion encubierta. El PSOE no iba contra el PP, el PP no iba contra el PSOE. Pero esto segundo es mentira.

Los sistemas políticos europeos han funcionado como un oligopolio donde ninguno de los dos grandes miembros tenía incentivos para abandonar. Un mercado con dos grandes firmas que pactaban entre ellas evitando cualquier competidor, sabiéndose ambas beneficiarias del acuerdo

La luz está muy cara porque el PP y el PSOE diseñaron un modelo donde las eléctricas iban a tener enormes beneficios pasara lo que pasara. Si encima coincide que el gas se está convirtiendo en un recurso geopolítico en la guerra entre Rusia y los Estados Unidos y sus aliados, la tormenta perfecta se aproxima. Rusia tiene la llave porque tiene gas. Pero Estados Unidos quiere tirar la llave al mar. Hay que recordar que la democracia norteamericana castigó con sanciones a los países europeos que colaboraran en la construcción del gaseoducto. Aznar nos metió en una guerra que se inventaron los Estados Unidos para robarle el petróleo a Irak. La bomba en los trenes que pusieron en Atocha no la recuerdan los que quieren convencernos de que el único 11 de septiembre que hay que recordar es el de las Torres Gemelas y no el de 1973 contra Salvador Allende.

Los alquileres están muy caros porque venimos de una dictadura que era de clase. Una dictadura de los ricos contra los pobres. Las familias humildes pusieron sus ahorros, bajo un Estado militar que no ayudaba en casi nada, en la vivienda. El PSOE de Miguel Boyer y el PP de Aznar liberalizaron alquileres y el suelo para que el mercado fuera más fuerte y se forraran los empresarios amigos. El ladrillo ha financiado el bipartidismo y el bipartidismo ha impulsado el ladrillo.

El Consejo General del Poder Judicial no se reforma porque el Partido Popular, que se cree que España es una denominación de origen propia, sabe que controlando a la justicia tiene a España cogida por los cojones. Y perdonen la expresión pero es que detrás de esa idea hay una virilidad marcial donde a los que no están de acuerdo con esa propiedad de España se les difama, se les da unas hostias, se les encarcela, se les fusila o se les destierra (ahí están esos españoles usurpadores mandando siempre a otros españoles a irse a vivir a Cuba, a Rusia, a Venezuela o a Marte si resulta que aparecen allí marcianos de izquierda). De manera más urgente, el CGPJ no se reforma porque el PP se juega que una parte no pequeña de sus cargos termine en las cárceles por todo lo mucho que han robado, por todo lo mucho que han usado los aparatos del Estado para destruir pruebas o para inventárselas o por lo mucho que han usado a Villarejo para violentar la ley. Durante el franquismo, en las cacerías siempre había jueces. Y en la democracia, también. Porque para ser juez hace falta un pastizal. Y si vienes de familia humilde y logras colarte entre esa élite ¿te la vas a jugar recordando de dónde vienes? Las propuestas de una parte de las asociaciones judiciales y de las derechas políticas son fascistas, es decir, apuestan por un gobierno corporativo de los jueces –la propuesta de Mussolini-, donde el Parlamento tenga poco que decir. La derecha española dice que es liberal pero es mentira, porque vienen de la estirpe de los que fusilaron a los liberales en las playas de Cádiz. De hecho, defienden hoy a Felipe VI como defendieron sus referentes a Fernando VII.

Los medios de comunicación están tan escorados a la derecha porque la derecha es la que los paga y porque en España no hay una conciencia de lo que son los bienes públicos. Porque mientras en Europa se construía esa idea de lo público, aquí teníamos una dictadura, que también tenía empresas públicas pero carentes de fuerza democrática. De idiotas, algunos argumentaron a la muerte del Caudillo que como las empresas públicas venían de la dictadura había que privatizarlas. A los amigos, claro. En España sigue generando más rechazo –al menos mediático- un contenedor ardiendo que una persona que se suicida porque la van a desahuciar. La legitimidad de la dictadura y el miedo que sembró ante las autoridades sostiene aún muchas cosas. Claro que tenía razón Vázquez Montalbán cuando decía que a España le olían los pies y los sobacos a franquismo. Demasiados complejos. Es impensable que en Italia hubiera una empresa de capital español que se metiera en la política italiana como hace la Mediaset de Berlusconi en la política española. Con Ana Rosa Quintana de mascarón de proa en el blanqueamiento de ayer Ciudadanos, hoy la extrema derecha y ayer y siempre el PP. ¿Por qué le interesa a los Berlusconi que gobierne la derecha en España?

En España sigue generando más rechazo –al menos mediático- un contenedor ardiendo que una persona que se suicida porque la van a desahuciar.  Claro que tenía razón Vázquez Montalbán cuando decía que a España le olían los pies y los sobacos a franquismo.

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Los ataques furibundos al gobierno de coalición del PSOE y de Unidas Podemos sigue teniendo como objetivo el reparto de los fondos de reconstrucción europeos. Las empresas presionan porque saben que en España el capitalismo de amiguetes hace negocios por la cercanía con la corte. El PSOE le pagó a Florentino por Castor 1.200 millones. ¿Cuántos negocios tienes que hacer por el mundo para ganar 1.200 millones? El PP regaló a las eléctricas 1.600 millones. ¿Para qué vas a hacer investigación, desarrollo, innovación si colocando a tus mayordomos en los gobiernos vas a hacer una caja inimaginable? Los ataques a Unidas Podemos desde que en 2015 se dieron cuenta de que les habían votado seis millones de españoles tiene que ver con esto. Aquellos a los que les regalan los gobiernos cientos y miles de millones de euros ¿cuánto de ese dinero estarían dispuestos a gastar para echar del Gobierno a los que dificultaran esos chiringuitos? Una parte importante de la prensa en España sabe que es mucho más sencillo que les contraten en una tertulia, les financien, les paguen un artículo o les pongan en alguna nómina si insultan a Podemos.

En su libro clásico La democracia y la organización de los partidos políticos (1903), el ruso Moisei Ostrogroski, que participaría de la Duma en 1912 y que conoció la experiencia francesa y norteamericana, dejó dicho que «una vez que la voz de la nación ha hablado, luego la gente no sabe exactamente qué es lo que ha dicho».

Esto, que se conoce como «el problema Ostrogorski», lo solventan los voceros de los partidos, los tertulianos y los politólogos mediáticos –más relevantes ahora en España una vez que la irrupción de Podemos les ha dado un espacio que antes no tenían- haciendo cábalas sobre lo que significan los resultados electorales. Presuponiéndose, claro, que los partidos políticos expresan de forma coherente el sentir de la ciudadanía. Por supuesto, cuando se decía eso de que las elecciones expresaban «la voz de la nación», las mujeres no tenían derecho a voto, de manera que «la voz de la nación» se comía la opinión del 50% de la población. Es decir, era otra de las muchas mentiras del liberalismo. Como que la derecha cumple sus compromisos en el cártel del bipartidismo.

La derecha en España ha tenido el privilegio de mandar en este país, incluso cuando gobernaba el PSOE. Y cuando se ha intentado acabar con ese privilegio, han usado sus altavoces para decir que les estábamos quitando un derechoEl derecho a mandar sobre España y los españoles.

A ver si se entera el PSOE. Invariablemente –invariablemente- cuando en España ha gobernado la izquierda, la derecha siempre ha considerado a esos gobiernos como ilegítimosCausa melancolía ver a algún exministro del PSOE suspirando por aquél Partido Socialista que pactaba con el Partido Popular. ¿Es que no entienden que ese oligopolio político del bipartidismo que ha funcionado en España desde que recuperamos la democracia solo lo cumple la izquierda? ¿Que es un acuerdo que la derecha incumple cuando le saca del poder? La derecha ha mandado a militares a entrar con caballos en el Parlamento, ha dado golpes de Estado, ha conspirado con los medios para tumbar Consejos de Ministros y hoy acosa al Gobierno del PSOE y Unidas Podemos, al que considera ilegítimo, igual que consideran ilegítimos a los policías o guardias civiles que les detienen o a los jueces que les señalan como una organización criminal por haberse financiado ilegalmente con obra pública.

Por eso puede, un partido que se ha financiado desde que recuperamos la democracia con dinero negro, impedir que se renueve el Consejo General del Poder Judicial, que es quien tiene que decidir quién juzga el uso de esos fondos ilegales. Por eso la derecha va a Europa a intentar que se frenen los fondos europeos. Si ellos no gobiernan España, eso no es España.

Las cosas son más sencillas: nunca en la historia nadie ha cedido un privilegio si no se lo has arrancado. La derecha en España ha tenido el privilegio de mandar en este país, incluso cuando gobernaba el PSOE. Y cuando se ha intentado acabar con ese privilegio, han usado sus altavoces para decir que les estábamos quitando un derechoEl derecho a mandar sobre España y los españoles.

Por eso pueden defender a un Rey que utilizó su cargo como Jefe del Estado para enriquecerse ilegalmente, pueden decir que el Papa Francisco es un bolchevique, pueden engañar al PSOE para que les regale RTVE, pueden lograr que capitales extranjeros se inmiscuyan en la política nacional como hace Telecinco, pueden tener a un chiringuitero de referente de la extrema derecha y a un fraude académico de referente de la derecha cada vez más extrema. Por eso puede, un partido que se ha financiado desde que recuperamos la democracia con dinero negro, impedir que se renueve el Consejo General del Poder Judicial, que es quien tiene que decidir quién juzga el uso de esos fondos ilegales. Por eso la derecha va a Europa a intentar que se frenen los fondos europeos. Si ellos no gobiernan España, eso no es España.

Y nosotros, que saldremos corriendo a condenar la violencia no cuando alguien se ahorque porque ya no puede financiarse la vida por el precio de la luz, de los alquileres o la precariedad laboral, sino cuando nos lo digan los periodistas a los que les pagan para que nos convenzan de que miremos en la dirección que le interese a los que siguen creyéndose los dueños de España.

Juan Carlos Monedero

Es licenciado en Ciencias Políticas y Sociología en la Universidad Complutense de Madrid. Hizo sus estudios de posgrado en la Universidad de Heidelberg (Alemania). Actualmente es profesor titular de Ciencia Política y de la Administración en la Universidad Complutense de Madrid (con dos tramos de investigación -sexenios- reconocidos).

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