“¿Qué sería de nuestras sociedades sin libertad? También, ¿qué sería de nuestras sociedades con libertinaje? ”
–Cristian Romero.
La libertad es, hoy por hoy, una palabra muy sonada. Se encuentra en cada discurso político y siempre posa en la cúspide del debate. Pero, ¿qué es exactamente la libertad y por qué es tan importante para nosotros los liberales?
Las personas, al momento de hablar de libertad en el contexto político-económico, siempre tienden a confundirla o tergiversarla con libertinaje, y es por ello que esta ha perdido gran parte de la importancia que debería dársele. Actualmente, escucharla es tan fácil, que basta con ingresar a cualquier red social de cualquier político y evidenciarla en su dialéctica; se presenta en un sinfín de contextos que no siempre están abordados de la manera adecuada. Es por todo esto, que el concepto liberal es el más acercado a su significado real, puesto que nosotros los liberales creemos y basamos nuestro día a día en que la libertad individual es el valor fundamental que debe subyacer en todas las relaciones sociales, en todos los intercambios económicos y en cualquier sistema político y/o socioeconómico.
Retomando la pregunta inicial, ¿qué significa para nosotros los liberales esta palabra?, ¿en qué consiste la libertad? La libertad es aquella facultad de toda persona de actuar y disponer de su propiedad sin coacción alguna proveniente de otro ser humano (terceros) o de alguna institución (Estado).
Lo anterior es, en concreto, la libertad. No obstante, ¿qué pasa cuando existe un irrespeto a esta o a la propiedad de otra persona, como cuando sucede un asesinato o un robo? Esto no es una acción libre. No. Es más bien una agresión, una injusticia. Cuando alguien decide realizar una actividad y dicha acción coacciona o vulnera de manera directa o indirecta los derechos de otras personas (como en el ejemplo anterior), esto es lo que se conoce como libertinaje: ejercer una acción sin tener en cuenta a quien o a quienes se va a vulnerar. Por el contrario, cuando se realiza esa acción y la misma es limitada por el autor para no interferir en los derechos de los demás, esto es libertad, pues allí existe ese respecto irrestricto por el proyecto de vida del prójimo.
Para nosotros los liberales el concepto de libertad es fundamental. Por ende, no podemos permitir que sea tergiversado. En cualquier proyecto de vida o sociedad se requiere que sea garantizada su libertad, ya que es con ella con la que se alcanzan el éxito y la prosperidad de los individuos de una nación. Recordemos qué ha pasado cuando unos cuantos individuos (políticos) en la sociedad aplican libertinaje y restringen la libertad de los demás individuos (ciudadanos); las consecuencias de dicha mezcla solo ha traído miseria y atraso. Véanse de ejemplo los países donde se han aplicado los sistemas políticos colectivistas (socialismo, comunismo, nazismo, fascismo, entre otros): la URSS, la China Comunista de Mao, Corea del Norte y, para no irnos tan lejos, Venezuela; todos estos países tienen algo en común: se limitaron casi al máximo las libertades de los individuos.
Por todo lo dicho, es fundamental tener los conceptos claros. Una vez con estos ya desarrollados, podemos empezar a promulgar la libertad y a defenderla. También, podemos reprochar cuando es ultrajada. Está demostrado que en las sociedades donde se respeta la libertad y se castiga el libertinaje existe progreso y prosperidad; mirase nomás a los Estados Unidos desde la mitad del siglo XIX: son el claro ejemplo de que cuando se respetan la libertad individual y la libertad económica, las sociedades avanzan.
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