Regalar drogas: una estrategia comercial de dudosa conveniencia

En el último año he visto, con cierta impotencia, como las empresas que producen sustancias psicoactivas -drogas- se aprovechan de la poca regulación para implementar estrategias de mercadeo que buscan incitar a nuevos consumidores, fidelizar los actuales y seducir a los indecisos.

A finales de agosto del 2023 lo vi en la zona universitaria del occidente de Medellín. Las impulsadoras de AMPER (distribuido por la empresa Quala) se ubicaron estratégicamente en las zonas de tránsito entre universidades y colegios, y sin mediar filtro, entregaban latas de 473 ml de energizante, rico en cafeína y azúcar, a cuanta mano solicitaba alguno. Incluso, vi estudiantes con 2 y más latas guardando las recibidas y yendo nuevamente a reclamar. La mayoría de beneficiarios de dicha donación fueron jóvenes, muchos de ellos menores de edad.

Unas cuantas horas después de que comenzaron con esta activación de marca, rodaron mensajes en los grupos de WhatsApp de los bienestares universitarios de las instituciones de la zona, alertando sobre estudiantes que estaban consultando por el exceso de estimulantes. Hubo jóvenes que consumieron 2 latas de las mencionadas en un solo día, lo que equivale casi a 1 litro de energizante, a más de 300 miligramos de cafeína y aproximadamente 55 gramos de azúcar. Esto para un menor de edad, una persona sensible a la cafeína, con alguna preexistencia médica o de salud mental, puede desencadenar síntomas de ansiedad, mareo, vómito, irritabilidad y, de ahí, a accidentes cerebrovasculares, infartos e incluso la muerte.

En la Feria de las Flores del año 2023 aparecieron en el Parque de La Floresta, en el occidente de Medellín, un grupo de modelos de protocolo de la Fábrica de Licores de Antioquia -FLA-, ofreciendo Aguardiente Antioqueño a las personas que allí concurrían. Es más, conductores de carros y motos que paraban y solicitaban la muestra gratuita, eran beneficiarios del brindis.

Por esos mismos días hubo un tweet del usuario @CarlosRoldn20 de la plataforma X, donde evidenciaba la campaña comercial de la tienda de la FLA en el Centro Comercial El Tesoro “EL GUARO ES MÁS BARATO QUE LA TERAPIA. @latienda.fla”. En dicho Tweet, el ciudadano argumentó que “el año pasado hubo 460 suicidios y un aumento de los problemas de salud mental”. Gracias a esta denuncia la Gobernación se pronunció, pidió disculpas y retiraron esa lamentable publicidad.

Hace algunos días El Tiempo publicó una denuncia que realizaron a través de la plataforma X. Un usuario denunció que en un pedido que hizo por Rappi le llegó un vaporizador de nicotina de la marca Vuse como regalo. Esta situación la viví un año antes, donde un pedido por la misma plataforma también llegó con un vaporizador de similares características.

Estas situaciones suscitan discusiones sobre la conveniencia de regalar sustancias psicoactivas –SPA- y sobre las restricciones de publicidad que tienen otros productos, por ejemplo, los de la industria del cannabis medicinal, donde hay restricciones de publicidad para productos farmacéuticos y homeopáticos, así sean solo de cannabidiol -CBD-. Sumado a esto, está la conocida instrumentalización de “están regalando drogas en los colegios” como estrategia para la securitización y la persecución de usuarios de cannabis, así sean adultos y así no estén generando conflictos por su consumo o por el porte de las sustancias.

Las sustancias psicoactivas por su misma naturaleza, por los objetivos que tienen -placer- y por las consecuencias de un mal uso, tendrían que tener una regulación más precisa sobre su comercialización y promoción, limitando la exposición y el acceso de menores de edad, pero con un margen de maniobra que permita informar a los públicos adultos acerca de los productos ofrecidos, sus beneficios y riesgos. Adicionalmente, se requieren conversaciones sinceras y francas sobre la responsabilidad social empresarial de los productores de SPA, con el fin de atender los impactos sociales que estas generan.

El año pasado la FLA registró cifras históricas de ventas, con más de 69 millones de botellas vendidas. Mientras estas cifras se anunciaban en los titulares de los principales medios departamentales y locales, residentes de San Antonio de Pereira, una de las 4 comunas de Rionegro, bien conocida por su vida nocturna, hacían un llamado urgente a la Alcaldía y la Gobernación por el aumento de las riñas callejeras, asociadas al elevado consumo de licor.

El aumento de las ventas y la publicidad de las sustancias psicoactivas no puede estar a expensas del deterioro social por el consumo excesivo y problemático. Se requiere compromiso de las empresas y voluntad política para exigir responsabilidad en la comercialización de estas sustancias, además, de una financiación directa de los programas de atención a la salud mental y la atención integral de los consumos problemáticos. No obstante, es fundamental que también se contemple que muchos adultos no necesitamos, no podemos o no queremos dejar de consumir, y para nosotros debe existir un mercado regulado y seguro, que nos permita acceder de manera voluntaria a la información y a las sustancias, para tomar decisiones informadas que permitan mitigar los riesgos y daños asociados.

Kenny Andrés Pérez Orozco

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