Irán e Israel: ¿Hacia una guerra mundial?

Hace ya más de seis meses Israel ha venido bombardeando de manera indiscriminada a Palestina, cometiendo un genocidio transmitido en tiempo real por todos los medios de comunicación e información. Nada de fondo ha hecho la comunidad internacional para detener esta situación, nada ha pasado más allá de condenar tímidamente los ataques y finalmente aprobar una resolución de alto al fuego en el consejo de seguridad de la ONU (tardía e ineficiente, por cierto). Mientras tanto, Israel continúa con una postura arrogante y pareciera que nadie, ningún Estado, presidente u organización internacional puede frenar sus decisiones militares de atacar cualquier lugar en Oriente Medio a la hora que se le antoje.

Sin embargo, en uno de esos enviones de lanzar un misil aquí y otro allá – por entretenimiento y soberbia- el 1 de abril de 2024 atacó el consulado de Irán en Damasco, Siria. En el hecho fueron asesinados varios altos mandos militares de la Guardia Revolucionaria Iraní. Un acto que de plano viola la Convención de Viena, que prohíbe cualquier tipo de acción violenta o intervención militar en contra de una sede diplomática. Por supuesto, el gobierno de Irán recibió con indignación esta agresión y prometió una retaliación en contra de Israel.

Irán cumplió la promesa, trece días después respondió con un contraataque a Israel, lanzó drones kamikaze, misiles balísticos y misiles de mediana potencia. Amparado en su derecho a la legítima defensa -fundamentado en el artículo 51 de la carta de la ONU-. Si bien, la defensa antiaérea israelí y los apoyos militares brindados por EE. UU y Reino Unido lograron interceptar y derribar la mayoría de los drones y misiles; aun así, Irán consiguió impactar algunas instalaciones militares israelíes, además del susto y la advertencia que dejó instalada en la sociedad de Israel.

Como era de esperarse el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu condenó el ataque y de la misma manera los EE. UU, Reino Unido y la mayoría de los países de la Unión Europea salieron a descalificar la acción de Irán. Ahora el balón estaba en la cancha del gobierno de Israel ¿Respondería militarmente de manera desproporcionada en contra de Irán? Todo indica que en principio este era el deseo del señor Netanyahu y sus asesores militares.

A pesar de eso, EE. UU. le solicitó a Israel buscar una salida diplomática a la confrontación y así evitar una escalada del conflicto en la región de Oriente Medio. Hasta ahora el gobierno de Israel ha acatado la “recomendación”, el bebé caprichoso de los EE. UU. hace caso siempre que no se metan, ni interfieran en la masacre indiscriminada que viene cometiendo en Palestina – recordemos que mientras leemos esta columna el gobierno de Israel ha asesinado a más de 34.000 personas en Palestina, el 70% de ellas son niños/as y mujeres, los bombardeos han dejado aproximadamente a un millón de personas sin hogar, alimentos y servicios públicos – .Y las cifras aumentan días tras día.

En medio de estas tensiones y mostradas de dientes entre Irán e Israel, ha quedado la sensación de muchas personas sobre la posibilidad de desembocar en una guerra mundial, que incluso conlleve la utilización de armas nucleares, pues ambos países tienen potencial y desarrollos en este sentido.

La confrontación, conflicto y tensiones entre ambos países no es nueva. Llevan varias décadas lanzándose declaraciones belicosas y atacándose de una manera más o menos indirecta. Pero lo de las últimas semanas sí es una agresión directa, que rompe la costumbre de estar atacándose desde las sombras. Y esto justamente es lo nuevo en este conflicto, puesto que Irán ha demostrado que tiene la capacidad, disposición y decisión de atacar territorio israelí si así lo desea, pareciera que al gobierno iraní se le ha agotado la paciencia.

A pesar de toda esta escalada, vale la pena precisar que la probabilidad de terminar en una guerra mundial es bastante baja. Al menos por dos razones principales: EE. UU. y los países de la Unión Europea todavía están buscando recuperarse de las afectaciones económicas de la pandemia y el desgaste que les ha producido la guerra de Ucrania. Por otro lado, una guerra en Oriente Medio y sobre todo con Irán desencadenaría en una subida drástica de los precios del petróleo en el mundo, recordemos que Irán controla el Estrecho de Ormuz, por el cual circula el 30% del crudo mundial.

Es decir, una guerra de grandes proporciones no beneficiaría a ninguna de las potencias mundiales en estos momentos. Pero no puede pasar inadvertido que a Israel y Netanyahu les funciona el escalamiento del conflicto con Irán, porque les sirve para desviar la atención de los crímenes de guerra y de lesa humanidad que viene cometiendo en La Franja de Gaza. Además, le ayuda a ganar tiempo a Netanyahu para recuperar el poco apoyo político que le queda.


Todas las columnas del autor en este enlace: https://alponiente.com/author/jdroldan/

Juan David Roldán Álvarez

Politólogo (egresado UdeA), estudiante maestría en Asuntos Internacionales - Universidad Externado de Colombia. He sido asesor en el Congreso de la República de Colombia, asesor en temas de paz, DDHH y estrategias políticas electorales. Escribo sobre asuntos internacionales, agenda global, seguridad y defensa. También sobre la actualidad política en Colombia.

Comentar

Clic aquí para comentar

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.