Presidente: no se robe la marcha de los obreros

Miguel Jaramillo Luján

En un error histórico que agravará la polarización y la rabia expresa en las multitudinarias marchas de este domingo, el presidente Petro cooptará la marcha del primero de mayo al servicio de un gobierno que poco o nada ha hecho por la clase obrera de Colombia.

Miles de colombianos, muchos más de los 250.000 que afirma el presidente, salieron a las calles en 22 ciudades para rechazar el actual gobierno de Colombia, algunos invocando la Ley que insta al juicio político, otros pidiendo la renuncia y algunos sólo expresando el deseo de qué Gustavo Petro replantee su forma de hacer y ser gobierno.

Abundaron los símbolos durante la marcha, en forma de pancartas, disfraces, letreros que portaban ciudadanos de a pie, cartelones con escarnio público a congresistas que votaron la reforma pensional, manifestaciones artísticas, la presencia de ciertos líderes políticos, algunos que saben entender que la ciudadanía los quiere como ciudadanos de a pie y otros repletos de calanchines, solo buscando entrevistas de Medios y queriendo llamar la atención.

Pasadas un par de horas de haberse colmado la plaza de Bolívar en Bogotá y sus alrededores por miles de ciudadanos, con un panorama similar en las otras 22 ciudades del país, el presidente Petro salió con un absurdo discurso, afirmando que las marchas buscaban derrocarlo, pero más absurdo aún fue el anuncio de que habría una contramarcha el 1 de mayo el mismo día en que cada año hay una marcha de los obreros en varias ciudades del mundo. 

Que Petro proponga el 1 de mayo como la jornada de la marcha del pueblo, es como organizar un evento cultural de baja monta a la par con un concierto de @karolg en el mismo escenario y asegurar que la asistencia se produjo por el interés en el evento de baja monta. 

Presidente: es de mal gusto y poco estratégico que un gobierno se aproveche de una jornada como la del Día del trabajo y de una manifestación pública de las centrales obreras y de los trabajadores, para cogerlo como tribuna de respuesta frente a un masivo descontento colectivo.

No sé quién asesora al presidente Gustavo Petro en estas decisiones, pero creo que será un gran fiasco la marcha del 1 de mayo para el objetivo histórico que se suele realizar así como para el objetivo politiquero con el cual se le está cooptando por parte del gobierno.

Salvo algunas ruedas de prensa y anuncios sueltos, el balance del Ministerio de Trabajo en la defensa de las clases populares y obreras de Colombia en estos 21 meses de gestión, deja más vacíos que proyectos realmente materializados en favor de los trabajadores. Al revisar su rendición de cuentas del 2024 se puede corroborar que poco o nada han avanzado en concretar políticas públicas claras en defensa de la clase obrera y trabajadora de Colombia. 

¿Cederán las centrales obreras al capricho presidencial de querer cooptar la marcha de los trabajadores el 1 de mayo?

El presidente habla de solicitud, pero la narrativa de su trino y la forma es una imposición, que va a manchar y afectar para siempre el propósito de la marcha laborista colombiana. 

Ya se vienen los anuncios de los diferentes ministerios y entidades del orden nacional, haciendo una invitación «cordial» a sus empleados y contratistas a participar de dicha marcha, y seguramente se verá allí a personas tomando fotografías para poder verificar que de manera «voluntariosa» y sin presiones, los empleados públicos han salido a respaldar a su gobierno. 

Llama a la atención la actitud de la asesora de palacio Laura Sarabia, quien reconoce el poder político en la manifestación colectiva y la necesaria autocrítica del gobierno. Aunque habría que preguntarse si no se trata de la estrategia del policía bueno contra el policía malo que representa la postura arrogante del jefe de Estado.


Todas las columnas del autor en este enlace:  Miguel Jaramillo Luján

Miguel Jaramillo Luján

Magíster en Gobierno de la Universidad EAFIT; Máster Comunicación de la Universidad Complutense de Madrid, España y Licenciado en Comunicación y Periodismo de la Universidad Pontificia Bolivariana (UPB).

Autor del libro Marca Poder, el Poder como Marca editado por Planeta. Elegido, por segunda vez consecutiva (2019 y 2020), entre las 100 personas más influyentes de la política en América Latina por la Revista Washington Compol. Ganador del Napolitan Victory 2020 y 2021 a campaña regional del año, mejor campaña de gobierno en 2018 y nominado a campaña del año en 2021. Ganador en los Premios Innopolítica 2021 a mejor campaña municipal, mejor campaña a cargo legislativo y mejor campaña a organismo de control. Ganador de 5 premios de la Asociación Colombiana de Consultores Políticos Acopol 2019 y 2020.

En España, Costa Rica, Ecuador, Estados Unidos, Perú, México y Colombia ha laborado como consultor, estratega, docente y asesor. Entrenador de equipos de gobierno en varios lugares del continente, con líderes y gobernantes que han sido elegidos como los más populares en sus territorios por firmas globales de investigación como Invamer Gallup y Yan Haz.

Docente universitario y conferencista en varios eventos internacionales sobre gobierno, políticas públicas, marketing, imagen y comunicación. Director y Ancor de www.jaramillolujan.com y del portal de formación www.marketingpoliticoygobierno.com premiado por el gremio de la consultoría política en 2020 y como Blog Político del año en los Napolitan Victory Awards 2021.

Comentar

Clic aquí para comentar

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.