Panamá, un paraíso económico y financiero

ALDUMAR FORERO ORJUELA

“Panamá desde su independencia de Colombia adoptó una serie de políticas económicas que han hecho que el país tenga altos grados de bienestar, además de solucionar graves problemas y de soportar todas las crisis. Es un ejemplo y una guía de buen manejo económico.”


En mis dos anteriores columnas se expuso el proceso de dolarización en el Ecuador y en El Salvador. Estos dos países dolarizaron sus economías de manera distinta, pero buscando un objetivo similar, esto es, estabilizar la economía y dar confianza a su población. En parte lo lograron, pero por otro lado existen problemas mayúsculos que todavía les falta resolver para que las cosas funcionen bien. A continuación, expondré el caso de Panamá que tiene muchas diferencias con los anteriores países mencionados y que puede servir de ejemplo para resolver los problemas de las actuales economías dolarizadas y de quienes quieren dar ese paso como Argentina.

¿Le sirvió a Panamá el haberse emancipado de Colombia? Es una pregunta que dejo abierta porque existe todavía el debate de si ese acontecimiento fue bueno o malo. Hay muchas opiniones, respetables todas, pero existe una realidad que nadie puede negar, Panamá, por lo menos en el tema económico que es el atañe esta columna, está mejor que Colombia.

  1. Los habitantes de Panamá siempre desconfiaron de los gobiernos de turno, esto es, de los españoles en un inicio y de los neogranadinos – colombianos – después. Se independizaron de la corona española como un proceso emancipador idéntico a otros territorios de la región, pero también de Colombia por una razón meramente económica.
  2. Con la instauración de la Constitución de la República de Colombia en 1886 y con varios decretos presidenciales se ordenaba que los habitantes del país aceptaran el papel moneda que emitía el Estado, los habitantes de Panamá se opusieron decididamente a ello. Durante 1899 a 1902 comprobaron que la emisión sin respaldo producía inflación y que la moneda perdía valor. En 1903 se proclamó la República de Panamá y al siguiente año se adoptó su Constitución.
  3. Fue el manejo irresponsable del gobierno de Colombia quien impulsó la emancipación de Panamá. Las peleas políticas acabaron con muchas vidas, pero también con la economía nacional. Para financiar las guerras, desde el Estado se empezó a imprimir masa monetaria que a la postre desencadenó devaluación de la moneda local, perdida de ahorro y un panorama desolador. Los habitantes de Panamá tomaron la mejor decisión de sus vidas, independizarse de Colombia y adoptar un sistema monetario estable y confiable.
  4. Quienes promovieron la independencia de Panamá no eran unos tontos. Cuando promulgaron su Constitución dejaron claro que en el país NO podría existir el curso forzoso de la moneda, entendían que obligar a las personas a utilizar cierta moneda iba en contra de la libertad de elección y solo serviría como botín de los políticos para financiar la corrupción debilitando la moneda y generando desconfianza. En honor a la verdad, aquellas personas entendieron que el valor más importante que había que proteger era la libertad.
  5. Gracias a esa libertad de elección de la moneda, Panamá no ha tenido crisis inflacionarias, problemas monetarios y crisis bancarias, desde su independencia el país ha gozado de estabilidad y confianza. Lamentable que otros países de la región sigan hablando de “soberanía monetaria” cuando sus economías se están hundiendo y junto con ella se están cargando a millones de personas llevándolos a la pobreza. El curso forzoso de la moneda es una atrocidad.
  6. Una de las mayores diferencias que tiene el sistema económico de Panamá con los de Ecuador y El Salvador es que NO tiene una institución de planificación financiera central, es decir, un banco central. Mientras Panamá no adoptó un banco central, en Latinoamérica se estaba instalando la idea de la creación de bancos centrales para – según los defensores de la planificación centralizada – estabilizar la economía controlando la oferta de dinero y las tasas de interés. Lo paradójico es que Panamá tuvo estabilidad mientras los países con banca central han tenido muchas crisis y graves problemas monetarios. La evidencia empírica y el sentido común ganaban de nuevo.
  7. La idea tan avasalladora de la tenencia de un banco central se puede destruir por completo. Un argumento fulminante es que se le está suprimiendo al individuo la libertad de elegir la moneda que considera oportuna para hacer intercambios, para ahorrar y para invertir. La idea de la eliminación de la banca central no es nueva, siempre ha existido, sino que en nuestro tiempo se ve eclipsada por políticos que le hacen creer a la gente que sin ellos no pueden existir. Hay que dar el paso desde cualquier trinchera por defender la supresión de los bancos centrales y fomentar la libre competencia monetaria.
  8. Panamá vivió dos tiempos en lo que tiene que ver con el sistema monetario y bancario, estas dos etapas estuvieron enmarcadas cuando todavía pertenecía a Colombia. Durante la Constitución liberal de 1863 hubo libertad de emisión, es decir, no había un banco central que tuviese el monopolio de la impresión de billetes como tampoco se instauró el curso forzoso de la moneda, había libertad. En 1886 mediante la Constitución de la República de Colombia se le concedió la orden al Banco Nacional de emitir la moneda nacional y por orden de Rafael Núñez se implementa el curso forzoso acabando con la libertad monetaria y bancaria, es en ese momento que Panamá se declara en desobediencia ante tal acontecimiento e inicia su proceso emancipador.
  9. Al no existir un banco central ni órganos estatales que controlen la política monetaria y cambiaria en Panamá, la inflación (gráfico 1) es baja por lo cual los precios de los bienes y servicios son accesibles y el poder adquisitivo de la moneda es alto, es otras palabras, hay ahorro y por lo tanto sus habitantes son prósperos. En Panamá no hay control de capitales permitiendo que los flujos entren y salgan sin ningún problema, para algunos esto se convierte en una perversión ya que alegan que esto permite que lleguen dineros no bien habidos y puedan esconderse sin ningún problema, le han llamado al país “paraíso fiscal”. Es un tema muy importante, porque el no haber control de capitales las personas pueden mover su dinero a donde quieran lo cual es aceptable. Diría que la justicia está para investigar y determinar si hay delitos o no, bajo ninguna circunstancia desde el Estado se puede imponer si las personas sacan y entran su dinero.
  10. Como se dijo en las columnas: “Ecuador, un tambaleo en política económica” y “El Salvador, una dolarización con grandes problemas” la dolarización no soluciona todos los problemas económicos de una nación, esta debe ir acompañada de la diversificación en su economía – puntos 22 y 16 respectivamente –. Esto hace Panamá, no solo exporta servicios que es su mayor fuerza productiva, sino que también bienes lo cual hace que su economía sea sostenible y estable. Panamá entendió bien el asunto y lo aplicó de una manera puntual basado en la evidencia empírica y, por supuesto, persiguiendo la ganancia y el beneficio.

Gráfico 1. Inflación de Panamá:

11. El sistema económico de Panamá es muy estable, las anteriores cifras del IPC muestran que la variación en los precios es mínima, es más, ha habido periodos con deflación – inflación negativa, es decir, los precios no crecen – y esto sumado a sus fuertes índices de crecimiento económico ha manejado un desempleo de alrededor del 4%. Su alto y sostenible crecimiento, las bajas tasas de inflación, el bajo desempleo y su integración bancaria han hecho de Panamá un país seguro, confiable y garantista.

12. Algunos políticos y economistas – sobre todo keynesianos – se hacen la pregunta de cómo es que Panamá tiene liquidez, en otras palabras, cómo “fabrican” el dólar. Al no haber un banco central que produzca de la nada dinero, el país obtiene liquidez a través del comercio internacional, es decir, por medio de las transacciones que se realizan en el mercado. Si se exporta más de lo que se importa se obtiene liquidez, si pasa lo contrario hay menos dólares. Además, que la competencia bancaria, a aparte de mantener las tasas de interés bajas, también regula la liquidez y actúa en reemplazo de la banca central, pero de manera responsable y seria. Luego en Panamá el dinero no se crea de la nada, sino que la cantidad de dinero se crea en el sistema del libre mercado. Desaparece el Estado de las decisiones económicas de las personas. Reina la libertad económica.

13. Panamá, a diferencia de otros países dolarizados, ha sido responsable fiscalmente. La deuda (gráfico 2) estuvo baja respecto del producto, aunque en pandemia volvió a ascender y desde el 2021 tomó el rumbo a la baja, esperamos datos oficiales para 2022 y 2023 que muy seguramente son menores, y el déficit fiscal del sector público (gráfico 3) ha ido descendiendo llegando a tener superávit. El trabajo conjunto de diversificar la economía junto con la libre competencia de moneda – el dólar no es moneda de curso forzoso por lo cual cualquier moneda puede circular en el país – dando confianza y estabilidad macroeconómica ha hecho que el Estado sea más responsable y no haya configurado una tragedia fiscal como en el Ecuador. La responsabilidad estatal es importante para mantener todo el engranaje económico aceitado.

Gráfico 2. Deuda Pública de Panamá respecto al PBI:

  Gráfico 3. Déficit Fiscal del Sector Público de Panamá:

  1. El sistema financiero de Panamá es tan sólido y bien construido que se podría considerar la Suiza latinoamericana. Panamá está tan bien integrado financieramente con el mundo que la competencia entre los bancos hace que las tasas de interés sean bajas y los préstamos hipotecarios se puedan otorgar a un largo plazo. Al día de hoy Panamá cuenta con más o menos el 60% de bancos internacionales frente a un 40% de bancos nacionales, la integración financiera del país es autentica y los ciudadanos cuentan con la libertad de elección y la facilidad financiera.
  2. Una de las virtudes de la integración financiera en Panamá junto con el sistema monetario es que NO hay prestamista de última instancia centralizado, por lo cual cuando un banco comercial quiebra no es el Estado quien lo salva, sino que simplemente quiebra u otros bancos privados le ayudan. Cuando los bancos centrales salen a “rescatar” a un banco irresponsable se genera una perversión inmunda, esto es, que desde el Estado inyectan dinero de la gente para tapar los errores de los banqueros al utilizar la plata que les depositan haciendo prestamos sin sentido. Por eso el sistema de crédito de dichos bancos son más cautelosos y no actúan irresponsablemente.
  3. En un sistema de integración financiera donde no hay banco central, la quiebra de cualquier banco solo representa una crisis para ese banco, pero en nada afecta al sistema financiero y por lo tanto no crea crisis como las de 1929 o la del 2008. Claro está que una crisis financiera global afecta a un país que adopte la moneda más estable, es decir, el dólar. Por ello, es indispensable que haya un fuerte sistema monetario para poder combatir las crisis exógenas.
  4. Se ha demonizado la expresión y/o adjetivo “paraíso fiscal” que porque aquello corresponde una traición contra el Estado. Panamá en efecto es un “paraíso fiscal” pero lo han considerado como algo negativo, al contrario, existe tal cosa porque en los demás países hay un “infierno fiscal”, esto es, demasiados impuestos que asfixian a las personas naturales y jurídicas. Panamá cuenta con pocos impuestos y la información tributaria NO se revela. Claro, para los estatistas eso es malo y no es beneficioso toda vez que no tienen cómo comprobar qué ganan y qué capital tiene cada persona.
  1. El sistema tributario de Panamá genera confianza que es lo que se necesita para que llegue inversión extranjera. Si un país tiene altas cargas tributarias y, además, el Estado está vigilando qué negocios se hacen para ir detrás y robarse el dinero nadie invierte y sin inversión no hay proyectos, ni se crean nuevos empleos y la productividad nacional cae. La inversión extranjera directa – IED – en Panamá ha estado en constante aumento, y no es para menos, quien invierta allá su dinero tiene la seguridad que los políticos no se lo robarán. Panamá en verdad es un país que progresa y genera riqueza.
  2. En Panamá ha habido serias crisis económicas como en todos los países del mundo, la dolarización no es un remedio para evitar los embates del ser humano y sus decisiones. A lo largo de su historia Panamá ha tenido por lo menos cinco crisis, pero ninguna que afecte el sistema financiero producto de un mal sistema monetario, al contrario, ha sido precisamente la dolarización, que da estabilidad y confianza, que las crisis – todas exógenas – se han podido manejar.
  3. Los sistemas monetario y financiero de Panamá no son perfectos, pero tampoco son los que tienen los demás países siguiendo la línea de la escuela keynesiana y que por largos años los han hundido en crisis cambiarias, bancarias y monetarias haciendo volar por los aires los índices de inflación, desempleo y pobreza. El Ecuador y El Salvador deberían copiar todos los lineamientos que ha adoptado Panamá para completar sus procesos de dolarización, es decir, integración bancaria, mayores inversiones de capital privado, reducción de la burocracia y cambios extremos en la tributación. No es difícil, es dar los pasos que son en aras de tener una economía libre respetando las leyes del mercado.

Todas las columnas del autor en este enlace:  Aldumar Forero Orjuela

Aldumar Forero Orjuela

Joven oriundo de Bogotá D.C. Nacido en 1998, de familia conservadora, se ha adherido a las ideas del liberalismo que aboga por el respeto a la vida, la libertad y la propiedad como los valores más importantes de una sociedad.

Economista de la Universidad de La Salle. Con diplomados en cultura democrática y juventud constructora de paz.

Ha sido columnista en varios medios digitales de opinión y actualmente es columnista en Al Poniente.

Comentar

Clic aquí para comentar

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.