La desidia de Quintero

La RAE define desidia como negligencia y falta de cuidado; desidia fue lo que demostró la administración de Daniel Quintero el pasado 19 de abril en el Concejo de Medellín, día en que le presentaron a los corporados y la ciudad, un informe de rendición de cuentas, no obstante, de parte de la Alcaldía sólo hizo presencia silenciosa la Directora de Planeación, Jasblleidy Pirazán García.

No estuvo ni el alcalde quien andaba de gira y comprando peleas con el Atlético Nacional; tampoco hizo presencia el alcalde encargado Óscar Hurtado, ni el secretario de gobierno y azuzador profesional, Juan Pablo Ramírez… no fue el gabinete de Quintero a defender la fracasada gestión de la administración distrital.

¿Habrá sido vergüenza? Si algo conocemos los ciudadanos de Medellín sobre Quintero y su comitiva, es que carecen de vergüenza y justifican su falta de gestión con engaños, mentiras y falsos argumentos, echándole la culpa de lo habido y por haber al uribismo, fajardismo y al GEA (los caballitos de batalla sobre los que quieren cabalgar para llegar a la presidencia de Colombia).

Los concejales de oposición y los pocos medios de comunicación que estuvieron presentes se preguntaban “¿dónde está la administración?”, corporados como Alfredo Ramos, Simón Pérez, Daniel Duque y Carlos Ríos, hicieron importantes denuncias y demostraron la falta de gestión… por ejemplo, Pérez afirmó que varios puntos del plan de desarrollo cultural de Medellín están en 0%.

El presidente del Sistema Integral de la Red de Veedurías, Carlos Muñoz, quien estuvo presente en la sesión del Concejo, y dijo vehementemente que la actuación de la Administración se trató de un irrespeto a la ciudad, pero no se quedó corto, pues también hizo énfasis en la ausencia de la inmensa mayoría de concejales… al punto que no hubo quorum para declarar sesión permanente… vale aclarar que la bancada más juiciosa y respetuosa en sentido, es la del Centro Democrático.

Más allá de la grosería y pedantería de la administración, resulta no menos curioso que la Alcaldía ya había aplazado en varias ocasiones la fecha para la rendición de cuentas, y en un informe previo anexaban cifras, cifras que no aparecieron en el informe final.

Es la primera vez que veo un informe de rendición de cuentas de la Alcaldía de Medellín con resultados tan flojos, gradería vacía, ausencia de la misma administración, poco interés de parte de los medios y con quorum insuficiente para seguir la sesión.

Me pregunto ¿tan poco ética ha sido la administración de Quintero Calle que ha generado fastidio en la población en general? ¿O acaso habrán orquestado y planeado esta situación para que nadie los pusiera en el ojo del huracán de la opinión pública?

Tanta ha sido la desidia de Quintero contra Medellín, que sea cual sea la respuesta, la conclusión es la misma: con Quintero Calle en Medellín, todo va mal.

César Augusto Betancourt Restrepo

Soy profesional en Comunicación y Relaciones Corporativas, Máster en Comunicación Política y Empresarial. Defensor del sentido común, activista político y ciclista amateur enamorado de Medellín.

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