“Justicia Comunitaria”: Sociedad medieval

En una ocasión tuve la oportunidad de ir junto a otros compañeros y profesores a un centro penitenciario en Puerto Triunfo para brindar asesoría jurídica y establecer contacto con los reclusos. Recuerdo que cuando estábamos reunidos un día antes para arreglar unas cuestiones más de logística, uno de los estudiantes de alto semestre (como octavo o noveno) le hizo una pregunta al profesor del siguiente tenor: “¿Profe, y si me toca por ejemplo atender a un recluso que haya violado un menor o que sea desmovilizado de las FARC, puedo declarar objeción de conciencia por cuestiones de moral?” (Declarar objeción de conciencia en derecho significa que por alguna circunstancia especial  como un lazo familiar o afectivo por ejemplo, no se puede defender o juzgar a un sujeto). Continuó su pregunta de esta manera: “pues, a mí me parece muy grave que alguien viole a una persona menor o que haga otra cosa que sea muy mala”. El profesor, con un rostro muy extrañado caminó hacia la puerta, la abrió y le dijo al estudiante: “entonces te equivocaste de carrera. Sería mejor que estudiaras otra cosa que no tuviera que ver con situaciones tan graves y reprochables de la sociedad como son los delitos”. El estudiante iba a responderle pero el profesor rápidamente lo interrumpió, y dijo lo siguiente: “una sociedad civilizada está para defender al derecho más que al delincuente. A los principios más que a eso. Nosotros estamos para garantizar los derechos sea como sea, si no es así entonces te invito, con todo respeto, a que te vayas de esta actividad”. El estudiante agachó la cabeza y se quedó sentado en su lugar.

Desde ese día tuve algo muy claro. Cada vez que en mi mente se cruzara ese problema moral de defender a alguien que cometió algo que se considera muy reprochable, sea como sea; recordaría lo que mi profesor dijo con mucha sabiduría en esa ocasión: defender al derecho y los principios siempre por encima de todo.

Para entrar en vigor al tema que se quiere discutir era necesario dar esta introducción. El problema consiste en que desde hace ya mucho tiempo se ha hecho común en la ciudadanía que cuando encontramos a alguien con “las manos en la masa” debemos ejercer por un lado una ayuda hacia la víctima, ¿y por qué no?, por otro lado, darle una buena lección social a la antigua al sujeto.

Aunque a muchos no les parezca, esto es una actividad totalmente reprochable. Tan es así, que jurídicamente puede constituir un delito incluso más grave que el que cometió el otro sujeto. La cuestión es que las personas realizan estas actividades o porque consideran que están ejerciendo la legítima defensa, o porque desean hacer “limpieza social” para que deje de haber tanto crimen en la ciudad.

Les informo que la legítima defensa tiene sus límites, precisamente para garantizar los derechos de cualquier persona. Si usted está montado en su vehículo y ve que un tipo en moto se le acerca, le toca la ventanilla y le obliga a que le entregue su celular; le informo que el derecho le permite defenderse hasta donde sea estrictamente necesario y con las cosas que tenga a la mano. Si su única arma es el vehículo mismo, pues tíreselo, pero ni modo de que cuando esté en el suelo le ponga reversa, lo atropelle herido, vuelva y le ponga primera, y vuelva a atropellarlo consecutivamente para “acabar con esa rata”. Si ya estaba neutralizado, ¿era necesario rematarlo y no llamar a las autoridades? Pregúnteselo. A los que legitiman esto porque debe haber limpieza social en la ciudad, pues les informo que a la humanidad le tocó atravesar por mil y una cosas para que eso precisamente dejara de ser así. Desde que la Iglesia controló Europa en la Edad Media se le vendió la idea a las personas de que debían entregar mal por mal (famosa ley del talión) y de que debían hacer persecución a todo aquél que violara las normas de dicha institución. Esto se llevó a tal punto de que cuando alguien quebrantara los diez mandamientos, se le persiguiera hasta practicarle torturas medievales; claro, todo a nombre de Dios (lastimosamente).

Infinidad de guerras, enfrentamientos, holocaustos, muertes, heridos, sangre, decapitaciones, incineraciones, crucifixiones, torturas, ajustes de cuentas, secuestros, entre muchas otras cosas; le costó a la humanidad a lo largo de casi dos mil años para que se inventaran eso de que todas las personas teníamos derecho a la vida fuere como fuere, de que todos teníamos derecho a profesar la religión que quisiéramos, a ser judicializados bajo las reglas estrictas del debido proceso, etc. Y es realmente degradante pensar que en pleno siglo XXI, eso que tanto le costó al ser humano parezca hoy olvidado por la comunidad para realizar exactamente lo mismo que en la Edad Media se hacía. Por ahí dicen que el que no conoce su historia está condenado a repetirla.

Ahora bien, la gente repite mucho de la ineficacia, lentitud y corrupción del sistema judicial. Pues tienen toda la razón, yo también me quejo. Pero evidentemente eso no puede ser argumento para retroceder mil años en la historia y seguir haciendo lo mismo que la inquisición proponía. Como dijo muy sabiamente mi profesor, una sociedad civilizada es más defensora del derecho y de las reglas que de la pasión y de la voluntad de hacer limpieza social; precisamente porque conoce la infinita trascendencia e importancia de que la humanidad haya tenido que pasar por todas esas cosas para inventarse eso de juzgar con garantías al procesado. Nos quejamos de los actos corruptos de los gobernantes, pero no nos quejamos de lo poco civilizados que somos. Para arreglar los problemas de la sociedad no sólo debemos apuntar con el dedo a los gobernantes: apuntémonos el dedo a nosotros también. Como dijo una vez John F. Kennedy “no te preguntes tanto que puede hacer tu país por ti, pregúntate tú qué puedes hacer por tu país”. Es cierto que no hay suficientes cárceles (haciendo que su hacinamiento sea indignante), es cierto que se presentan casos en los que el sujeto es dejado en libertad (ya sea por falta de denuncia penal o porque en la audiencia de Medida de Aseguramiento se dejó en libertad temporal luego de su juicio final por no ser considerado un peligro para la sociedad, que es algo que los medios de comunicación suelen confundir constántemente), es cierto que la policía puede dejarse sobornar y soltar al sujeto; pero les repito: el primer paso para avanzar como sociedad colombiana lo debemos dar nosotros.

11004789_10204943795929159_331717461_n

Eso de hacer justicia comunitaria con nuestras propias manos puede salirse de control, pues eso fue exactamente lo que pasó con el paramilitarismo en Colombia. Es un ejemplo clarísimo de que esa idea defensora de los ciudadanos como personas eterna y moralmente correctas realizadoras de limpieza social, termina tan errónea y salida de las manos que hoy en día el paramilitarismo puede ser perfectamente el problema más grave por el que está cruzando Colombia.

De todos modos no se preocupen, la constitución establece en los artículos 374 y 376 el trámite para cambiar la constitución en su totalidad por la figura de la Asamblea Nacional Constituyente si el pueblo así lo delega. Es así como podremos eliminar todos esos derechos que al final nos estorban tanto para nuestra limpieza social, desaprobar todos los tratados internacionales que tengan que ver con esto y terminar retrocediendo mil años en la historia pero “avanzar como sociedad”. Eso sí, hay que tener en cuenta que ya Gandhi nos lo ha advertido: “ojo por ojo, y el mundo quedará ciego”.

Santiago Osorio Moreno

@SantiOsorioM | Soñador del desarrollo social de mi país y del mundo. Abogado EAFIT con énfasis en D.I. y DD.HH., Magíster en Políticas Públicas - Uniandes con énfasis en política social. Exasesor en el Congreso de la República. Fundador y Director de la ONG Convicción para el impulso de proyectos a comunidades. Consultor de entidades públicas para el mejoramiento de sus estrategias y programas. Analista y activista político.

4 Comments

Clic aquí para comentar

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

  • I just want to tell you that I am just all new to weblog and honestly savored your web page. Very likely I’m likely to bookmark your blog post . You absolutely come with amazing well written articles. Thanks a bunch for revealing your web-site.

  • I simply want to say I am just very new to blogs and definitely savored you’re web site. More than likely I’m planning to bookmark your site . You definitely come with fabulous well written articles. Thanks for revealing your website.

  • Zune and iPod: Most people compare the Zune to the Touch, but after seeing how slim and surprisingly small and light it is, I consider it to be a rather unique hybrid that combines qualities of both the Touch and the Nano. It’s very colorful and lovely OLED screen is slightly smaller than the touch screen, but the player itself feels quite a bit smaller and lighter. It weighs about 2/3 as much, and is noticeably smaller in width and height, while being just a hair thicker.