Gustavo Petro EL BÁRBARO

ALDUMAR FORERO ORJUELA

“Las decisiones que toma el Presidente SON pensadas, tienen una intención, un cálculo político siniestro. El Presidente busca crear un clima desfavorable para Colombia que lo conmine a decir que en 2026 NO habrá elecciones”


Muchos creen que Gustavo Petro toma decisiones bajo algún efecto alucinógeno o embriagante, puede ser cierto, pero no lo podemos confirmar por ahora. Pero lo que es cierto es que todas sus decisiones las toma mal.

El gobierno de Petro es un desastre, un cataclismo, mejor dicho, el inicio del apocalipsis para Colombia. El problema de seguridad es inaudito, Colombia retrocedió décadas en seguridad. El tema económico es de plena incertidumbre y de mucho riesgo y, como cereza del pastel envenenado, las relaciones internacionales es una aberración.

El más reciente escándalo del gobierno Petro fue la pelea que armó el presidente con los Estados Unidos por la política migratoria de Donald Trump. A Petro le pareció conveniente, supongo para él, irse a la guerra diplomática y comercial con la primera potencia del mundo. Un exabrupto en política exterior del tamaño de una basílica.

El mundo sabe que Trump NO quiere a los inmigrantes y los trata como ganado, un trato inhumano. Es cierto que si deportan a esas personas deben ser tratados con dignidad y respeto, en esto no hay discusión. Claro que hay que pedirle al gobierno Trump respeto por nuestros connacionales, máxime, cuando la inmensa mayoría de inmigrantes NO son criminales sino personas con ganas de salir adelante.

Ahora bien, el gobierno colombiano debe ser estratégico y pensar y, por supuesto, decidir con la razón y no con la emoción. El presidente Petro actúa de manera irresponsable porque sus decisiones las toma sobre la base de sus concepciones ideológicas que son más emocionales que racionales.

El problema que armó Petro con Trump era innecesario y es en el manejo de las relaciones internacionales donde se conoce a un verdadero estadista. Petro erró al actuar de la manera en que lo hizo. Si ya los aviones habían sido autorizados, era inútil además de provocador, haber revocado una decisión ya concertada.

La dignidad de las personas NO puede se runa argumento para poner en peligro el comercio y las relaciones internacionales de Colombia con Estados Unidos. En lo personal NO estoy de acuerdo en que los colombianos deportados lleguen al país esposados de manos y pies y, por supuesto, se debe pedir mínimos elementales de buen trato.

Ahora bien, existen los canales para poder concertar esas condiciones, para eso está la embajada y la cancillería. No se pueden manejar las RR.II desde un sofá, con una taza de café y disparando post en X a las 3 de la mañana. Lo que Petro hizo fue irresponsable.

Si quien “gobierna” Colombia, siquiera tuviese un mínimo de humanidad, no se hubiese puesto a pelear con el gobierno americano de Trump y, más bien por la salud de Colombia, haber recibido a los colombianos deportados y, posteriormente, hacer una nota de protesta al gobierno estadounidense. El manejo de las relaciones internacionales se debe manejar con guantes de seda. Petro tiene manos y guantes de un bárbaro.

Lo más importante, y lo pongo a consideración y reflexión de Colombia, es que la actitud del presidente Petro en materia internacional y, con más ahínco, internamente en Colombia NO son situaciones que se le ocurrió una madrigada tomando café o licor, esto tiene mucho de fondo y se está construyendo las formas.

El presidente Petro busca que Colombia en 2026 NO tenga elecciones y desde el gobierno están trabajando para que eso ocurra. No es gratis o sin sentido que la economía del país esté en crisis, como lo es tampoco el tema de la inseguridad, donde los grupos armados tienen el control del territorio nacional y, mucho menos, la crisis diplomática entre Colombia y Estados Unidos.

Aunado a los problemas económicos y de inseguridad, además de la pelea con os demás poderes públicos, Petro está buscando una EXCUSA internacional, por ejemplo, sanciones desde el norte, para tener una “justificación” a la idea de NO convocar elecciones y perpetuarse en el poder.

¡Colombia fue advertida, está advertida y se tiene que alistar para defender la República!

Aldumar Forero Orjuela

Joven oriundo de Bogotá D.C. Nacido en 1998, de familia conservadora, se ha adherido a las ideas del liberalismo que aboga por el respeto a la vida, la libertad y la propiedad como los valores más importantes de una sociedad.

Economista de la Universidad de La Salle. Con diplomados en cultura democrática y juventud constructora de paz.

Ha sido columnista en varios medios digitales de opinión y actualmente es columnista en Al Poniente.

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