Dos meses del nuevo Gobierno: la repetición de la repetidera

“Pese a los esfuerzos institucionales de promover el mérito y la selección de personal idóneo en el Estado por parte de la Comisión Nacional del Servicio Civil y otras entidades, hay inconformismo porque continúa la agenda social y los anti-valores en la función pública”.

Ya tenemos dos meses del Nuevo Gobierno. Balance: popularidad decreciente, una crisis interna que da como resultado un juicio político basado en calumnias en contra del Ministro de Hacienda y Crédito Público –comandado no solamente por la oposición fragmentaria de la izquierda, sino por sectores del Centro Democrático como por ejemplo el senador José Obdulio Gaviria que pidió la renuncia o destitución públicamente del titular de la cartera económica-; renuncias y escándalos internos de fundadores y miembros destacados del partido de Gobierno entre ellos el primer director internacional, el ciudadano español Miguel Laso –amigo del ex ministro y periodista Fernando Londoño y el líder Osca Iván Zuluaga-; amenazas de paro en distintos sectores agropecuarios como el café, la panela, el arroz entre otros e inconformismo con las medidas tributarias a la canasta familiar e ingresos de clase media baja sin claridad aún de qué va a ser el nuevo Plan Nacional de Desarrollo.

Sin hacer muy largo este artículo, hay que evidenciar que la meritocracia no se ha umplido y se repiten muchos vicios que se han generado en los gobiernos del saliente Juan Manuel Santos, entre ellos la poca representatividad de las regiones en Colombia, salvo las forzadas a la Costa, las negritudes y el Valle del Cauca y Cauca. Pero muchas regiones como Antioquia, el Eje Cafetero, Boyacá y los santanderes que fueron departamentos vitales desde el punto de vista de votaciones, sin representaciones importantes en los cargos del Alto Gobierno. También, pese a que el Nuevo Gobierno quiere poner técnicos, no ha recurrido a las personas leales al Partido y al uribismo ni a los colaboradores cercanos de campaña cualificados para ocupar las plazas. Esas cosas empiezan a molestar.

Pero es pasable, aunque no hay claridad sobre la política de seguridad, los asesinatos, las mentiras en los partes oficiales y la muy poca cualificación de los ministros de Defensa Villegas de Santos y el actual Guillermo Botero, que ambos vienen del gremialismo, pero no tienen formación ni cercanía con el mundo militar ni de la seguridad. Y ni hablemos de la falta de claridad sobre dependencias como la UIAF –inteligencia financiera-, el DNI –cuerpo que reemplazó la función de inteligencia del desaparecido DAS-, porque tal como sucedió con el fenómeno de la construcción de paz, hay una multitud de entidades que no tienen utilidad ni competencias claras. Y la cúpula militar y de Policía protagonista del empoderamiento de las FARC, el crecimiento del narcotráfico y la delincuencia sigue todavía después de casi tres años.

¿Qué pasa en las entidades del Estado? Masacre laboral implícita de las nominas paralelas del anterior gobierno, donde hay profesionales competentes, que no fueron respetados por el Nuevo Gobierno de los técnicos, sin contar el transfuguismo político de algunos. Un Movimiento Consultivo Nacional será necesario ahora y siempre.

@armesto1989

Jhon Jairo Armesto Tren

Con estudios en Administración ambiental de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas-Bogotá. Veedor ciudadano en presupuesto electoral de la Universidad desde 2011 hasta hoy registrado ante la Personería de Bogotá. Columnista de opinión en varios medios de comunicación digitales desde 2013. Actualmente director publicitario de El Nodo Colombia y columnista habitual, además en El Quindiano (Armenia) y Diario La Piragua (Montería, Córdoba)