ARGENTINA: Cien (100) días de la administración Milei contra la casta política

Milei ha venido a corregir las consecuencias de un siglo de políticas públicas perniciosas impulsadas por la casta política argentina, muy especialmente, las de las últimas dos (2) décadas de kirchnerismo que condujeron al país a tener un 50 % de pobreza y un 10 % de pobreza extrema, y estar encaminado hacia una hiperinflación. El considerar que esta situación se puede corregir de la noche a la mañana es realmente utópico, pero los avances que se han dado en tan solo 100 días han sido verdaderamente esperanzadores y los mercados han reaccionado de manera favorable.

Argentina es un país con la capacidad de producir en un año alimentos para 450 millones de personas en el mundo. ¿Cómo se explica entonces la tasa de pobreza y de pobreza extrema de nuestro país teniendo alrededor de 45 millones de habitantes? La respuesta es simple: existe una casta política que impulsa actos masivos de corrupción, a nivel nacional, provincial y municipal, suficiente como para quitarle de la mesa la comida a la mitad de los argentinos.

Para hacer frente a dicha situación, la administración Milei ha reducido la cantidad de ministerios, secretarías y subsecretarías a la mitad, habiendo cada ministerio recortado un 10 % de su gasto, despidiendo a unos 50 mil (50.000) empleados públicos y eliminando unos 200 mil (200.000) programas sociales mal asignados. También, ha eliminado la obra pública, ha eliminado las transferencias discrecionales a las provincias, ha frenado la emisión monetaria para financiar al Tesoro, ha adoptado una política de déficit cero (0) no negociable, ha adoptado una política de saneamiento del Banco Central, le ha quitado a los punteros políticos el manejo discrecional de los planes sociales, ha suspendido la pauta oficial (fondos destinados a la publicidad en medios) por un año, y ha neutralizado muchas herramientas y organismos propios de la batalla intelectual progresista, entre otras cosas.

En materia de reformas ha emitido un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70/2023 conteniendo unas 300 reformas, y propuesto una Ley de Bases y Punto de Partida para la libertad de los argentinos conteniendo unas 700 más. En total, unas mil (1.000) reformas estructurales que buscan ponernos en la senda del crecimiento para que en aproximadamente dos (2) décadas Argentina se parezca a un país como Alemania en términos de PBI (PIB) y desarrollo. Los objetivos de ambas reformas pueden resumirse en: 1) Devolverle la libertad a los argentinos; 2) Tener estructuras de mercado más competitivas; y 3) Terminar con el robo de la política.

Como era de esperar, sindicatos, organizaciones sociales y la casta política, se han alzado contra los cambios, el DNU y la Ley de Bases en distintos momentos. Como bien lo explica Milei en diversas entrevistas, en contra de las reformas votan los “orkos” que no desean perder sus fuentes de enriquecimiento ilícito, y a favor votan los argentinos de bien que quieren un cambio verdadero. Desde la Casa Rosada han logrado que los habitantes/contribuyentes identifiquen hoy que legisladores votan en favor de qué, y más allá de cualquier debate espurio o pantomima de la oposición, los cambios han llegado para quedarse.

Habiendo asumido Milei la presidencia en diciembre de 2023, y luego de abandonar el camino directo a la hiperinflación, la inflación mensual de diciembre de 2023 fue del 25,5 %, la de enero de 2024 fue del 20,6 % y la de febrero de 2024 fue del 13,6 %. Los resultados mencionados han hecho posible que la confianza en que el gobierno nacional podría revertir el rumbo económico del país en unos seis (6) meses, haya ido creciendo. En diciembre de 2023 apenas el 20 % de los argentinos confiaban en que Milei cumpliría; en enero de 2024 esa cifra subió al 30 %, en febrero de 2024 subió al 42 %, y tras su discurso en el Congreso de la Nación subió al 47 %.

La amplia mayoría de los argentinos de a pie están dispuestos a hacer frente a precios que aún se alzan en los comercios, porque confían en que el vetusto modelo estatista tiene los días contados. La reacción de los mercados, basados siempre en expectativas a futuro, ha sido positiva: el riesgo país ha bajado fuertemente, el dólar libre se ha mantenido estable e incluso ha bajado en distintas oportunidades, y la cotización de los bonos argentinos en el exterior se ha apreciado.

Según nuestro primer mandatario de esta situación “se sale con capitalismo, ahorro y trabajo duro”. Dejó muy claros sus puntos de vista en el Foro Económico Mundial, en Davos, en un histórico discurso en el que se manifestó, entre otras cosas, muy preocupado por el continuo ataque a Occidente; además, en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) en Washington D. C., nos presentaron como un modelo inspirador para la región latinoamericana.

Ahora convocó a los gobernadores de todas las provincias a firmar el Pacto de Mayo en la ciudad de Córdoba, en el que se comprometerán a respetar la propiedad privada, a contribuir a alcanzar el equilibrio fiscal, a bajar impuestos, a impulsar la reforma laboral y previsional, y apoyar la apertura de la economía hacia el mundo.

Se estima que entre provincias y municipios queda medio millón de ñoquis (empleados públicos que no se presentan a trabajar, pero que cobran su sueldo). Por su parte, la reforma laboral propuesta busca reducir el 50 % de empleo informal que existe hoy en Argentina –hay tan solo seis millones (6’000.000) de trabajadores en blanco desde el año 2012 y la cifra no crece– y alcanzar tres (3) importantes objetivos: 1) Terminar con la industria del juicio que quiebra las empresas; 2) Establecer límites a las indemnizaciones que deben pagar los empleadores; y 3) Establecer un seguro de desempleo.

Quedan muchas cosas por lograr y se han cometido errores, pero los argentinos que queremos un mejor porvenir tenemos muy claras tres (3) cosas de nuestro presidente: aunque no siempre sea portador de buenas noticias es un hombre que nos habla con la verdad, que no se vende y que se esfuerza por cumplir con su palabra. Ciertamente estamos en el camino correcto. ¡VIVA LA LIBERTAD, CARAJO!


Esta columna apareció por primera vez en nuestro medio aliado El Bastión.

Eneas Biglione

Fundador, presidente y chairman de la Junta Directiva del Thomas Jefferson Institute for the Americas de los Estados Unidos. Es también, director de la Bastiat Society of Argentina, un programa del American Institute for Economic Research (AIER). Fue director ejecutivo del Hispanic American Center for Economic Research (HACER) de Washington DC durante trece (13) años, Latin American Senior Fellow del Atlas Network durante seis (6) años y exalumno del Programa de Visitantes Iberoamericanos 2008 de la Fundación FAES de Madrid (España).

Ha dictado conferencias y capacitaciones presenciales en los Estados Unidos, España, Argentina, Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, Guatemala, México, Nicaragua, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela.

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