#PoemaDiario – La Mano de Dios (Osvaldo Picardo)

La pelota escapa con la poca elegancia

de una cabeza decapitada; rompe

con leyes de quietud y buenos modales. 

Pudiera ser un domingo, por la tarde

con calles vacías y silencio de pájaros.

Pudiera ser en cualquier parte,

en cualquier tiempo, efeméride patria

y/o circo romano.

Pero sólo fue en un lugar y un momento.

La cosa es que el salto está todavía en el aire,

en el extremo exahusto de un músculo

contraido por una guerra y una derrota.

En el sexto minuto nació,

de un empatado segundo tiempo.

Y en la ovación callada, Maradona

por encima del Inglés se eleva. 

Después fue otro día, apenas salió el sol

y se habló de la trampa y hasta de dios.