México ya piensa en su próximo presidente

“Ha sido el propio AMLO el que dio el banderazo de salida hacia el 2024, al señalar con su estilo muy particular que todos tienen la posibilidad de ‘moverse’ sin descuidar sus responsabilidades.”


Faltan tres años para que concluya el mandato de Andrés Manuel López Obrador y apenas estamos a la mitad de su sexenio, pero el ambiente político en México ya apunta hacia el 2024. Estos adelantos en las agendas electorales son muy prematuros, pero también parece un juego diseñado desde la propia presidencia para comenzar a mandar mensajes de quienes pueden ser los aspirantes más destacados y romper así con los rumores de una posible reelección del actual mandatario.

También algunos partidos de oposición ya han deslizado algunos nombres que podrían ser sus candidatos presidenciales, pero ninguno de ellos tiene el arrastre social ni el peso político para pensar que pudieran ser rivales de los personajes que suenan como candidatos del partido oficial y en teoría, los posibles sucesores de AMLO.

Ha sido el propio presidente de México el que dio el banderazo de salida hacia el 2024, al señalar con su estilo muy particular que no tiene aspirantes preferidos, pero aseguró que todos tienen la posibilidad de “moverse” siempre que no descuiden “sus responsabilidades”. Es decir, aceptó que es hora de comenzar la contienda interna para ir formando los cuadros necesarios para que su partido (Morena), vuelva a quedarse en el poder.

AMLO ha puesto en la mesa nombres como Tatiana Clouthier, actual secretaria de Economía; Juan Ramón de la Fuente, representante de México ante Naciones Unidas y el embajador en Washington, Esteban Moctezuma.

Pero a esta lista tenemos que agregarle dos nombres más: Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México y el canciller, Marcelo Ebrard. Ambos son vistos como los candidatos naturales para suceder a AMLO y ambos, parecen ser los favoritos también de ciertos sectores de la sociedad.

Claudia Sheinbaum es muy cercana al presidente, una incondicional en la larga carrera política de AMLO y desde una perspectiva más neutral, su trabajo en la Ciudad de México ha sido mucho mejor de lo que sus detractores esperaban y las respuestas ante la emergencia sanitaria por Covid-19, le han sumado puntos a su favor.

A pesar de que ella no ha aceptado abiertamente que quiere competir por la presidencia en 2024 como candidata de Morena, los guiños que hace AMLO hacia ella desde Palacio Nacional indican que es su protegida política y que de ser cierto que sea su favorita, es también la oportunidad de pasar a la historia como el presidente de México que abrió las puertas para que una mujer pueda ocupar la silla presidencial.

Por otra parte está Marcelo Ebrard, un experimentado político que se sumó a las legiones de AMLO con la finalidad de ser parte de ese “cambio histórico” que pretende generar con la “Cuarta Transformación (4T)”, pero por experiencias previas sabe que se tiene que adelantar a todos y es por eso que ya se proclamó públicamente como un aspirante presidencial.

“Me veo como candidato de Morena para la próxima elección del 2024”, señaló el secretario de Relaciones Exteriores en un acto que fue visto como la inauguración de su campaña presidencial. Además agregó:  “Me daban por muerto, pero aquí estamos. Vamos a participar respetando las reglas del juego”.

Curiosamente Sheinbaum y Ebrard son los nombres más fuertes para suceder a AMLO en estos momentos, pero también son los personajes políticos más criticados por el accidente de la Línea 12 del Metro de la Ciudad de México, donde se desplomó un tren ocasionando la muerte de 26 personas y decenas más resultaron heridas, en la peor tragedia de la historia de este sistema de transporte público.

Así, a Sheinbaum se le responsabiliza por no dar mantenimiento adecuado al Sistema de Transporte Colectivo Metro y en particular a esa línea donde se desplomó un tren. Y a Ebrard porque siendo jefe de Gobierno de la Ciudad de México (2006-2012), fue cuando se construyó esa obra y desde siempre, ha presentado problemas graves en su estructura y funcionamiento.

Es precisamente este tema del accidente de la Línea 12, las investigaciones al respecto y su rehabilitación, lo que ha puesto a Sheinbaum mucho más cerca del presidente de lo que se esperaba, ya que fue incluso el propio AMLO el que señaló que solo él podía dar información en torno a esto y le quitó responsabilidad a la actual jefa de Gobierno capitalina, lo que ha sido interpretado por muchos como una manera de protegerla.

Esta inclinación por parte de AMLO hacia Sheinbaum dejó desprotegido a Ebrard, quien ha tenido que enfrentar las críticas y los ataques sin la protección oficial y algunos rumores surgidos desde el propio Palacio Nacional, indican que incluso el canciller mostró su desacuerdo a AMLO por esa decisión.

Pero en el ámbito político Ebrard ha ganado mucho peso y sobre todo, ha ganado presencia a nivel internacional, principalmente en los Estados Unidos. Ha sido el encargado de negociar parte de los acuerdos comerciales del T-MEC; también ha gestionado la compra de vacunas; ha sido un interlocutor muy eficaz tanto con el gobierno de Trump como ahora con Biden y su relación con otros gobiernos del resto del mundo, es abierta y muy efectiva. Es la voz de AMLO en el extranjero.

Con todo esto y apenas a la mitad del sexenio de AMLO, en la agenda política de México ya se habla de candidatos presidenciales y la misma sociedad comienza a tomar el tema como algo normal, pero en teoría no tendría que serlo ya que nadie debería de estar pensando en las elecciones del 2024, sin antes atender y resolver los problemas por los que actualmente pasa México, principalmente en cuestiones de seguridad.

En fin, que estaremos tres años en campañas disfrazadas a la espera de que “los aspirantes prioricen el bienestar del pueblo sobre las metas personales”, como dijo AMLO.

Daniel Higa Alquicira

Nací en México y estudié periodismo en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); me encanta el fútbol, la música, el cine, la literatura y los viajes. Además de un buen café, la cerveza, tequila y mezcal (puro sabor mexicano). También me encanta platicar con las personas y descubrir lo que piensan y lo que sienten. Soy un enamorado (y lo digo con todo el romanticismo posible) del poder que tienen los individuos para cambiar su entorno a través de acciones simples y que la mayoría de las veces, pasan desapercibidas. La tarea que me he propuesto es encontrarlas y hacerlas visibles.

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