Metamorfosis

Surjo entre las cartas, he nacido en ellas.

Me atraviesa la razón, el corazón y mi inspiración es la traducción sublime del más intrínseco de los sentidos. Me he bastado de la vida en un suspiro.

Sigo un verbo que asegura mi existencia tras morir mi reflejo en el abismo, no soy la misma después de este punto seguido. Tras aceptarme, me olvido.

¡Oh! Cuánto ha dolido. La significancia de la fuerza bien conoce, pero ya no admite lo que en otro tiempo esclavizó mi cordura al apelar sensaciones de un pasado destruido, en una oración he roto la cadena lastre de mis errores haciendo lecciones de la ignorancia para conmigo.

Mañana me aprenderé nuevamente, hoy aprehendo mi destino.

Me preceden tantas lenguas que solo comprendí hasta el silencio. Asimilo que no soy y no he sido. En mi grata soledad hay perdón de las heridas que causé al abandonarme en el mundo, sano en el encuentro con otra que habita mi cuerpo flemático.

Desprecio a quien escribe en esta historia, exhorto a la sensatez aniquilando mi idea sangrando las palabras, y entonces soy posible en el instante. Ahora que me hago ajena, me realizo propia en tal distancia.

Transmutar para no sufrir irremediablemente con tenerme; han caído las murallas del daño, el amor es la roca que cimienta mi templo aún en obra negra cuando ayer fue polvo mi palacio.

He querido sin querer

para llegar amando sin esperar

al destino que soñé

y era saberme nunca más.

 

FE

 

 

María Mercedes Frank

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