El cuerpo y la cabeza. Primera parte: ¿por qué es tan difícil la relación entre el centro y las provincias?

Uno se estrella algunas veces.  Es como solemos decir en Colombia cuando las cosas no salen como uno las espera. Un día necesitaba viajar desde el barrio castilla hasta el vecino corregimiento de san Cristóbal. Como ambos sectores son colindantes en algunos puntos, decidí coger un taxi y llegar por el camino que creía más corto. Después de “ires y venires” fue imposible y al final debí pagar bastante más de lo que pensaba por el servicio. En ese momento y ya echado a la pena caí en cuenta de que, en mi natal Medellín, para ir de un sitio a otro, toca casi siempre ir hasta la parte central, buscar el eje longitudinal y luego volver a subir. Esto es más cierto si los puntos están en los bordes montañosos.

En la ciudad es común que algunas zonas, pese a ser contiguas, no están conectadas impidiendo que una comunicación ágil impida que existan más relaciones económicas y sociales que enriquezcan en todo sentido a las comunidades.  Uno de los factores bien conocidos es que en cierto tiempo el crecimiento de la ciudad supero su planificación por varios factores, en espacial las migraciones del campo empobrecido, además de que siempre todo se pensó desde el centro. La periferia solo era algo que alimentaba ese centro y de manera similar a como ocurría en tiempos ya hoy remotos con la metrópoli colonial (en nuestro caso España).

Este modelo que llamaremos radial es el que predomina en los países que en ese entonces eran colonias. En estos países todos los puntos confluían hacia un punto central que hacía las veces de centro de extracción o administrativo. No era importante crear una economía interna de ningún tipo y ni que hablar de las relaciones sociales; entonces la interconexión entre las regiones no es una prioridad, aunque igualmente se da de forma espontánea debido a que las necesidades básicas de las comunidades no dan espera.

El tamaño de los estados y su estructura tienen connotaciones que a veces no se nos hacen claras a simple vista que están relacionados con varios factores que determinan su estabilidad y éxito. Los primeros estados contrario a lo que podamos crear eran minúsculos, algunas simples ciudades estado y otros como confederaciones de algunas pocas de ellas y no es que no hayan existido grandes estados, pero generalmente o eran inestables o eran el resultado de años de guerras y relacionamientos diplomáticos que conllevaban a una unión por algún tiempo y esto porque siempre ha sido un problema para los estados muy grandes el control de su territorio.

Respuestas como ¿cuántos días se demora en llegar el edicto de un gobernante en llegar a una provincia lejana? ¿Cuánto la respuesta? ¿Se pueden relacionar la provincia y la metrópoli en aspectos socioeconómicos generando relaciones a largo plazo? ¿tienen lazos religiosos y culturales o que tan disimiles son sus culturas? Estos aspectos eran (y son) importantes. En el pasado muchos estados se podían expandir rápidamente dominando a sus vecinos Generalmente por mayores recursos tanto tecnológicos como humanos y económicos, pero dicho dominio muchas veces era efímero pues las provincias dominadas no tenían deseos de conservar ese ominoso estatus y los dominadores pocos medios para mantener. estas partes lejanas, generalmente en la periferia, terminaban perdiéndose o se desarrollaban numerosos conflictos tanto bélicos como económicos, pero para el desarrollo del centro eso es irrelevante a veces. Podemos decir entonces que en estos organismos maltrechos la cabeza no tiene noción del cuerpo.

Frente a esto se termina planteando cual es el significado de nación, para que o porque se conforma una. Encontramos naciones estables donde podemos encontrar diferencias sustanciales entre regiones tanto geográficas como culturales y económicas, así como también encontramos algunas culturas que, si bien son la misma, están partidas en naciones diferentes, lo que nos da a entender que las naciones no se conformas solo por su homogeneidad sino que factores como la historia común, el deseo o los intereses comunes pueden cohesionar de una forma más efectiva que los mismos factores culturales o militares. Ahora bien, todas las naciones no se formaron de forma autónoma o consensuada y diría yo, mas bien pocas lo han sido.

El gran drama de las naciones más nuevas del mundo es que son países trazados con escuadra y compas o en base a los intereses de un tercero a diferencia de las naciones más antiguas donde los procesos socioeconómicos y políticos prevalecieron.  En el caso de Latinoamérica si bien el fraccionamiento de esas primeras naciones comenzó casi al tiempo de la independencia y posterior conformación de los estados republicanos, esta recomposición fue relativamente corta, aunque casi todos los países muestran ese desarrollo asimétrico con las tensiones esperables de esta situación; sin embargo, es claro que se ha decidido mantener una conformación muy cercana a la primera eso si comparado con los drásticos cambios en el viejo mundo. En gran medida es porque la vida colonial fue extendida, las densidades poblacionales muy bajas y compartían un mismo idioma en la gran mayoría de los casos, factores que ayudaron para que no se crearan conflictos regionales de importancia.

En contraposición al ya mencionado modelo radial., muchos de los países o naciones que se no crearon de esta forma o los más viejos, optaron por un desarrollo que se podría catalogar como circunvalar concéntrico, similar a las capas de una cebolla, donde las regiones se van conectando alrededor de un centro principal pero sin estar exclusivamente conectados con él, permitiendo una colaboración regional alta creando importantes relaciones sociales y además, complementación económica, ampliación de los mercados etc.. y por lo tanto responden mucho mejor a las necesidades de los ciudadanos. Así, en este tipo de modelo de desarrollo se crean complementariedad que les permiten competir con otras regiones o incluso países.

Siendo consecuentes con lo anteriormente dicho, podemos suponer (y fácilmente lo comprobaremos) Colombia tiene un desarrollo radial o más bien, ramificado. En nuestro caso la nación se creó en torno al eje central que fue el rio magdalena, así como del rio cauca y también se puede ver que mientras más lejos está la zona de ese eje, más marginada es. En el viejo ordenamiento colonial español, nuestro país era el virreinato más pobre y su único bien de exportación importante era el oro (una pequeña cantidad de tabaco, pero no relevante). La principal razón que tenía el imperio español de mantener el virreinato era principalmente el puerto y la fortificación de Cartagena, que era el lugar por donde salía gran parte del oro y plata de suramérica y productos del virreinato del Perú, además de ser una plaza estratégica para mantener una presencia en un caribe cada vez más británico, francés y neerlandés.

Es muy conocida, al menos por los españoles y por nosotros, la defensa heroica de Cartagena por parte del “medio hombre” Blas de Lezo y digo medio hombre no porque fuera falto de carácter ni mucho menos pero luego de batallar durante muchos años al servicio del rey ya solo quedaba de él la mitad. Había perdido una pierna, un brazo y un ojo en diferentes encuentros bélicos.

El encargado de (según los británicos) bañarse de gloria tomando por fin y de manera definitivamente la ciudad de Cartagena fue el almirante Vernon, un noble que contaba con el favor de la corona y toda una vida al servicio de la que era y sería la mejor armada del mundo por varios siglos. Estaban tan seguros los británicos de conseguir esta definitiva victoria que podría mermar de manera considerable la influencia del ya entonces tambaleante imperio español, que incluso antes de salir la flota ya habían acuñado monedas con el “vencedor” almirante Vernon siendo recibido de rodillas por el medio hombre.

El medio hombre había sido a su vez encargado de la defensa de esta plaza tan importante, más sin embargo no contaba con tantos recursos (ni de lejos) de su contraparte. Un día del mes de septiembre del año 1.741 llega con 187 barcos y 27600 hombres a la bahía de Cartagena mientras Blas de Leso solo contaba 6 buques que eran más bien basura flotante y 3600 hombres para repelerlo. Lo cierto es que el bando español con formado por españoles, americanos y sobre todo muchos hábiles arqueros nativo y por el que todos apostaron en contra, no estaba dispuesto a dar su brazo a torcer fácilmente. Al principio, Vernon bombardea la ciudad y logra tomar los fuertes en Barú, Bocachica y por último Bocagrande. Los españoles hunden cuatro de sus seis barcos en un intento por impedir el acceso a la bahía. Solo quedan 600 sobrevivientes así que lo que todos los que esperaban una caída rápida y sin inconvenientes podían apostar sin temor.

Blas de lezo ante la inminente caída, repliega sus 600 tropas restantes hacia san Felipe de Barajas, hace hundir casi toda su exigua flota en la entrada de la bahía mientras que Vernon ya se da por vencedor. Más sir Vernon había subestimado mortalmente al rival que tenía enfrente, al igual que otro que lo llevaría a vivir un infierno: la fiebre amarilla.

Sin más ni más, Vernon envió una carga contra la muy bombardeada fortaleza de san Felipe creyendo en la falta de moral de los defensores, pero ellos desde las murallas los hicieron ripio ayudados por los arqueros de los pueblos originales de la zona, los karib. Pierden los ingleses algo más de 1000 hombres mientras los defensores escasamente tuvieron alguna baja. Herido en su orgullo Vernon envía a un gran contingente a rodear la ciudad y tomársela por las zonas cenagosas que existían y existen todavía hoy en la ciudad. Son nuevamente rechazados y con el agravante que muchos de sus soldados contrajeron fiebre amarilla y comenzaron a caer como moscas. Vernon veía con desespero como se le escapaba la que él consideraba segura victoria, como esta se deshacía como un castillo de arena acosado por la marea en ascenso; pero decidió una última jugada mandando a fabricar unas escaleras de asalto las cuales haciendo gala de la meticulosidad anglosajona tenían la altura exacta de las murallas. Sin embargo, Blas de leso, haciendo también gala esta vez de lo que llamamos malicia indígena, excavo los alrededores de la muralla una profundidad aproximada de un metro así que las escaleras a la hora de la batalla quedaron cortas.

Fue una nueva masacre para los ingleses quienes ya desistieron definitivamente de la acción directa sobre la fortificación y se dedicaron a la estrategia del sitio y el bombardeo aprovechando su todavía intacta supremacía naval; Sin embargo, la cantidad de muertos por la fiebre amarilla era cada vez más alarmante y luego de un mes le toco partir, al ver que los cartageneros, acostumbrados a los sitios largos no daban muestra de ceder. Los británicos ante la ya inminente derrota, huye para no ser presa fácil de la armada española si esta hubiera aparecido, partieron con solo los marinos necesarios para conducir las naves teniendo que quemar alrededor de seis buques ante la incapacidad de llevarlos de regreso por falta de marinos.

El desenlace es trágico para ambos protagonistas de una u otra forma. Vernon regreso humillado, las monedas fueron retiradas casi en su mayoría para tratar de ocultar la historia, pero algunas lograron sobrevivir y la historia muy a disgusto de la corona inglesa logro trascender. El vencedor sin embargo murió pocos días después de la retirada presa de una herida infectada. Hasta aquí llego la historia del medio hombre don Blas de Leso cubriéndose de gran gloria al momento de partir a su cita con Caronte.

Para los españoles como habíamos dicho la plaza fuerte de Cartagena era el puerto de salida de los bienes producidos en Suramérica desde la plata del cerro de potosí hasta el tabaco de Santander entra tantas otras. La otra ruta era la del pacifico con demasiados contratiempos, además de ser la plaza que le permitía a la menguada armada española mantener la parte sur del caribe bajo su dominio. Para Inglaterra dominar Cartagena era ponerle al imperio español una cuña donde más le dolía y abrir una oportunidad franca de conseguir un sueño anglosajón de convertir el caribe en su “mare nostrum”, algo en lo que fracasarían a pesar de lograr establecerse en Jamaica y en muchas de las Antillas menores y que posteriormente, de una manera no tan directa, conseguiría los estados unidos así que la victoria le permitió sobrevivir al menos unos setenta años más. Hablando de ello, el hermano del gran general libertador de esta nación George Washington, pereció en el sitio de Cartagena.

Para el imperio español, a pesar de ganar alargar la agonía, ya el tiempo estaba contado y los virreinatos y capitanías estaban ya cada vez mas lejos de su orbita cuestionando el poder de la metrópoli y se disgregaba. A medida que la densidad aumentaba, que el mundo americano se conectaba mas con la realidad mundial y el estado central se alejaba de su realidad; a pesar del nexo cultural tan fuerte la nueva España comenzó a alejarse. Ya la cabeza no entendía el cuerpo y el final estaba ahí. Dejaré aquí para retomar las implicaciones que tuvo en el desarrollo de los países latinoamericanos pero muy especial en el nuestro, Colombia, y observaremos con mas detalle como la constitución geográfica, su historia y organización colonial determinaron en gran parte como somos, tanto para bien como para mal, sembrando nuestra tragedia y posiblemente, porque no, Nuestra felicidad.


Todas las columnas del autor en este enlace: https://alponiente.com/author/luisarboleda/

Luis Guillermo Arboleda

Aunque soy ingeniero de profesión y nunca arrepentido de ello, graduado de la universidad de Antioquia y fanático del rugby, la inquietud por la literatura, el arte y la historia y muchas de las más variadas formas de hablar del mundo siempre estuvieron y están hoy presentes en mí. En un mundo donde lo ecléctico se desecha, aunque hace más falta que nunca. se hace un intento en recomponer la conexión entre los saberes, las conexiones con lo que somos.

1 Comment

Clic aquí para comentar

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.