Desde tiempos remotos

“Los perros nos hacen ser mejores personas”


Episodio 1.

Los primeros perros domesticados, provienen de una especie de lobos llamados Canís lupus Familiaris, que se acercaron a los humanos, en busca de comida y protección. Siendo, en ese proceso de conocimiento e  intercambio, donde  se fundan las bases de una milenaria relación. Perros pastores y cazadores, que entre obediencia e iniciativa adoptan un rol clave en actividades rurales, que el hombre solo, no  hubiera podido realizar.

El desarrollo de la agricultura impulsaba la economía de los antiguos asentamientos, y por lo tanto, la supervivencia  y evolución de las comunidades humanas.

Las ganas de acompañar al hombre y la capacidad de aprender, ha llevado a los nobles perros a mejorar la calidad de vida de las personas en áreas terapéuticas y hasta medicinales.

Los perros nos hacen ser mejores personas, afirma Daiana De Nardo, rescatista por vocación  y miembro de la asociación mascotas Puerto Madero.

Ellos tienen una misión, aparecen por algo, a veces te ayudan a conectar, y cuando vos te convertís en rescatista ellos lo saben, pasan un tiempo por tu vida y siguen.

Durante la pandemia la gente estuvo casi sin salir y el perro también tuvo que cambiar sus hábitos. Al volver a la normalidad algunos no tomaron en cuenta el período de adaptación y muchos los abandonaron. La mayoría de los cachorros, durante ese tiempo,  no fueron castrados, y hoy se da una superpoblación que es muy difícil de contener. La recuperación en este tipo de casos es muy difícil, pero los animales son seres tan increíbles, que vuelven a confiar.

Perdido, abandonado o callejero.

“Apareció en un jardín de infantes, entre los chicos, ¡él era un niño más!, no podía dejarlo ahí”, comenta Brenda, quien había ido a dejar a su hija, como todas las mañanas. Lo llevó a su trabajo, le  tomó una foto y  publicó en redes.

Tránsito.

Contacté a  Brenda y lo fui a buscar, corriendo, como  quien llega tarde a buscar a su hijo al jardín, él me lamió las manos y me abrazó con sus dos patas delanteras, en su mirada había un mundo de incertidumbre, dispuesto a encontrar alguien a quien amar, seguir, cuidar, jugar y desafiar.

Caminamos 15 cuadras,  a  paso veloz, ¡ese era su ritmo!

Llegamos a casa, lo sorprendió el ascensor, casi no lo abracé porque estaba muy sucio y tendría sus pulgas, le hice una base con una colcha en desuso, que justo tenía para regalar. ¿Quién sabe cuántos días habría estado en estado de alerta?

El miedo, es un instinto que prevalece en los perros, cuando se enfrentan a un entorno desconocido, y que a  pesar del agotamiento, no les permite rendirse.

¿De dónde vendría? Se lo veía sano, pero flaco,  y aún en medio de su estrés no perdía su dulzura. Al día siguiente baño, pastillas de pulgas y garrapatas, dieta de pechuga, sugirió la veterinaria, porque estaba descompuesto.

Yo aún no sabía cómo llamarlo, pero ya podía abrazarlo.

Yo nunca había tenido un perro y a él nadie lo había reclamado.

Dicen que los perros sueñan con sus amos. El solo descansó.

 

Sin embargo, tener un perro no es algo que se pueda improvisar. Es necesario prever algunas situaciones y necesidades, y sobre todo, ¡un compromiso de por vida!

Antes de tener un perro, es bueno investigar, no sólo sus necesidades físicas, sino  cómo educarlos y como adaptarlos a tu vida. Para el perro vos sos su mundo  y así como ellos son leales y empáticos, lo mismo merecen de sus dueños.

Y ¿Qué es la empatía?

Para Dayana Parra, educadora canina,  “La empatía  es el pie a querer mejorar la comunicación con el otro”.

La gran diferencia entre los perros y los humanos está en el habla, ellos no pueden hablar como nosotros, el lenguaje del perro es el del cuerpo, y antes del que perro pueda exteriorizar lo que está sintiendo, hay un montón de sensaciones  internas que le están pasando, y que recién las puede gestionar, cuando las exterioriza.

Aprender a leer su lenguaje es lo mínimo que podemos hacer, si deseamos contar con la compañía de una mascota.

Nos eligen.

Ellos nos ven como sus líderes, están ahí siguiéndonos por todos lados, tratan de comprender que es  lo que estamos necesitando para poder dárnoslo. Buscan conocernos, para complacernos  más.  Y ¡se alegran, cuando nos va bien!

Así lo expuso George Graham Vest un abogado y político estadounidense del siglo XIX, durante un juicio, en el año 1870.

El discurso de George Graham Vest, conocido como Tributo al perro, destaca la lealtad y amor de los perros, hacia sus dueños.

Vest declara: “El único absoluto y mejor amigo que tiene el hombre en este mundo egoísta, el único que no lo va a traicionar o negar, es su perro”

No es casualidad que hoy en día, los perros, sean considerados,  en casi todo el mundo,  como un miembro más de la familia y son ellos los que ayudan a los humanos de la grandes ciudades a conectar. Un mundo paralelo circula diariamente,  en cada barrio, en cada cuadra, en cada parque y canil. Y mientras ellos huelen y juegan, los humanos fortalecen  lazos,  no solo  con sus mascotas,  sino también, con otros humanos.

Para muchos es una gran compañía,  para otros: Un aprendizaje de amor


Todas las columnas de la autora en este enlace: https://alponiente.com/author/kfirbank/

Karina Firbank

Actriz recibida en la escuela Nacional de arte Dramático en la Ciudad de Buenos Aires, Argentina. Estudié marketing de contenidos, metodologías ágiles, dramaturgia etc , aunque mi mejor escuela está en la acción y las vivencias. Fundadora de Vendaval producciones, una productora de BTL especializada en generar acciones en diferentes formatos de comunicación tendientes a concientizar y transformar hábitos culturales relacionados al cuidado del medio ambiente.

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