Decálogo para el Greenwashing político

Para el caso del distrito de Medellín, la actual alcaldía, una de las peores en su gestión, prometió la llamada “ecociudad”, sin embargo, sus indicadores no reflejan la venta de dicho modelo ambiental, siendo un fiel ejemplo del Greenwashing político

En el mundo del mercadeo y empresarial, se designa “greenwashing” a la forma en que empresas y productos se promocionan como “amigables con el ambiente”, pero que en la realidad, no generan ningún beneficio en la materia. En el mundo político, pasa exactamente igual.

En este tiempo de campaña electoral, se ha visto cómo algunos candidatos se venden como “los salvadores del ambiente”, pregonando que trabajarán para mejorar el planeta y hasta más; pero que nunca han realizado ninguna acción ambiental significativa. Es más, ni siquiera conocen el contexto de la realidad ambiental del territorio al que están aspirando.

Se sabe de las problemáticas ambientales actuales y los efectos que están ocasionando en los territorios. Esto logra que existan más ciudadanos con conciencia para tomar acciones en pro del mejoramiento ambiental de su territorio, lo que conlleva a más exigencia para que el estado intervenga en el desarrollo del ambiente y los políticos son los llamados para llevar estas banderas.

Sin embargo, se evidencia que, a pesar de las promesas que candidatos han dado en campañas, la destinación de los recursos públicos  hacia lo ambiental son mínimos y los programas que se realizan son superfluos y sin impactos significativos en el territorio. Para el caso del distrito de Medellín, la actual alcaldía, una de las peores en su gestión, prometió la llamada “ecociudad”, sin embargo, sus indicadores no reflejan la venta de dicho modelo ambiental, siendo un fiel ejemplo del Greenwashing político.

Otro caso es el de concejales, diputados y congresistas que, abanderados por el ambiente, llegan a dichos cargos y, ya en su actuar, aprueban proyectos y acuerdos que van en contravía con lo prometido en sus campañas. Otros no conocen los conceptos generales ni el por qué de las problemáticas actuales, llegando inclusive, a dar discursos fuera de contexto.

La ciudadanía debe ser consciente, al igual como seleccionan los productos de su consumo, en elegir candidatos coherentes entre lo que prometen en sus campañas y lo que ejecutan. Cómo decálogo para identificar el Greenwashing político, es necesario investigar  la trayectoria ambiental de dichas personas, si conocen del tema y la realidad territorial que dicen trabajar. No dejarse llevar por la foto que se toman sembrando una planta en época electoral; pues, tal como se decepcionan de un producto que no cumplen con sus especificaciones, terminarán decepcionados de la política, tal como sucedió con la falsa ecociudad.


Otras columnas del autor en este enlace: Sergio Rúa Alvarez

Sergio Rúa Alvarez

Ingeniero químico, especialista en temas ambientales y en formulación de proyectos.

Actualmente consultor en temas de sostenibilidad y gestión de proyectos, además de docente. Con más de seis años de experiencia trabajando asuntos ambientales tanto en entidades públicas como privadas.

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