Buscando volver, venezolanos sobreviven fuera de terminal de transporte

Título original: VENEZOLANOS QUE BUSCAN VOLVER A SU PAÍS SOBREVIVEN EN LAS AFUERAS DE LA TERMINAL DE TRANSPORTE

familias enteras a las afueras del terminal del norte, al 18 de mayo llevaban casi 8 días durmiendo en el piso, pasando frío, hambre, calor entre diferentes situaciones complejas de la convivencia en el lugar

Antecedentes

En días pasados cerca de 280 venezolanos aproximadamente, habían pasado varias semanas a las afueras de la terminal del norte, los cuales también vivieron un verdadero infierno allí. Exigían a la alcaldía y a Migración Colombia que les facilitaran buses para poder ir a su país tal como lo habían hecho en ciudades como Cali, Pasto y Bucaramanga, pero durante ese tiempo Migración «le tiraba la pelota a la alcaldía y esta se la devolvía», evadiendo la responsabilidad, mientras estas familias pasaban frío, hambre, calor entre muchas penalidades. Finalmente el 9 de mayo facilitaron los buses y pudieron partir a su país. Mientras esto sucedía en muchos inquilinatos y viviendas de la ciudad y el departamento, otros cientos de venezolanos eran sacados a la calle por los arrendatarios ya que producto de la cuarentena muchos perdieron sus empleos, y los que vivían del día a día no podían salir a conseguir siquiera con qué comer y al verse en la calle y ver que algunos de sus coterráneos pudieron volver a su país optaron seguir el mismo camino que de ellos, así exigir a la alcaldía y al estado colombiano que les permitan volver a su tierra, en vista de que lamentablemente sus deseos de querer mejorar sus condiciones de vida y buscar un futuro mejor para sus familias fue truncado por el COVID 19 y por el inhumano trato del estado colombiano.

¿Cómo llegaron?, ¿Quiénes son?, ¿Cuántos son? y ¿Por qué llegaron?

A partir de la salida de sus coterráneos empezaron a llegar familias enteras a las afueras del terminal del norte, al 18 de mayo llevaban casi 8 días durmiendo en el piso, pasando frío, hambre, calor entre diferentes situaciones complejas de la convivencia en el lugar. Llegan de distintas partes del departamento: del oriente, del suroeste, del nordeste. El quedarse sin trabajo, dónde dormir y cómo conseguir la comida y aunque en su país las cosas siguen mal, prefieren eso a vivir en las calles colombianas muriéndose de hambre. Entre las 984 personas que habían al 15 de mayo hasta ese entonces, cerca de un centenar eran niños, decenas de mujeres embarazadas, personas discapacitadas, personas con problemas mentales; muchas se enteraron por redes sociales o contactos directos con personas que viajaron y poco a poco se fueron sumando a esta lucha por volver a su país. Estos últimos días algunos se han ido pagando a precios más allá de lo normal, pero aún quedan alrededor de 300.

El papel de los medios de comunicación

Antes de realizar la entrevista Jesús Alberto, encargado de las comunicaciones del campamento nos cuenta el caso de Noticias Caracol TV, los cuales fueron al lugar junto con funcionarios de la alcaldía e hicieron tomas de las supuestas ayudas que hacían a los venezolanos, usando al pueblo como objeto mediático para limpiar la imagen de la alcaldía. Nos contó que habían ofrecido albergues para que algunos de ellos se fueran y esto quedó grabado, sin embargo momentos después que se fueron el bus, la alcaldía y Caracol, vuelve sorpresivamente el bus que llevaba a los venezolanos y los bajan nuevamente, siendo evidente un engaño y por lo tanto muchas de las personas estaban enojadas, afortunadamente se tenía el contacto con la periodista a quien se le trató de persuadir para que volviera a grabar lo que estaba pasando, pero hizo caso omiso de la situación, por lo cual los venezolanos le advirtieron que iban a compartir a sus contactos la verdad de lo que pasó etiquetando como mentirosos a los de Caracol y a la alcaldía. La periodista negoció con ellos que no iba a publicar lo relacionado con las ayudas de la alcaldía. Los venezolanos esperaban que se contara toda la verdad acerca de lo que había pasado, pero esto no sucedió. Otros medios como RCN, y Teleantioquia han ido al lugar y siempre se les condiciona que digan la verdad de lo que pasa allí, que no editen lo que se dice, pero no lo hacen. Por eso los compañeros  venezolanos que allí estaban nos pidieron encarecidamente mostráramos y contáramos la verdadera situación de los centenares de venezolanos que allí estaban. A personas pertenecientes a otro medio de comunicación alternativo los policías que se encuentran allí permanentemente los amenazaron con ponerles comparendos por no ser un medio de comunicación de los tradicionales, pareciera que tienen miedo a que se sepa la verdad.

La alcaldía y su papel

Los relatos de varios de los venezolanos entrevistados coinciden en la falta de ayudas que le brinda la alcaldía tanto a los venezolanos como a los colombianos, que les ha tocado presenciar el caso de colombianos que viven condiciones similares. Por nuestra parte lo que hemos evidenciado a partir de los hechos de los gobernantes es que siempre el estado a los únicos que ha querido beneficiar es a los ricos del país dejando de un lado al pueblo, ya sea venezolano como colombiano, en últimas el pueblo es quien lleva del bulto.

Como era de esperarse los engaños por parte de estas entidades gubernamentales no faltaron, nos contaron con indignación cómo funcionarios de la alcaldía de Daniel Quintero, los engañaron y usaron un medio de comunicación a su antojo, recordándonos el incidente con el canal Caracol TV; en otra ocasión llegó una fundación a ayudarles con comida por varios días e incluso puso a la disposición de las personas 5 buses que luego subió a 7, por solicitud de los mismos venezolanos, a lo cual accedieron, lo único que debían garantizar los venezolanos es el permiso por parte de la alcaldía y que colocaran el resto de buses, pero contrario a lo que se espera ante una situación de estas la alcaldía hizo caso omiso de esta ayuda y amenazó a la fundación con multas o la cárcel si seguían ayudando a este grupo de venezolanos, obligando a que la fundación dejara de brindar el apoyo y solidaridad. Otro incidente que desenmascara la alcaldía, es cuando llegan unos buses con destino a Venezuela y permisos tanto de la alcaldía como de migración, lo extraño de la situación es que el pasaje costaba $150.000 (ojo, a quienes no tenían empleo, ni para comer, ni techo…), algunos por diferentes situaciones lograron acceder a estos cupos, pero como aún no se habían logrado comenzó el “regateo” por parte de estos negociantes, lo dejamos a $120.000, después a $90.000 y llegaron a “$70.000 y me voy”; aún estos venezolanos se preguntan ¿cómo pudo ser esto posible?,  si les habían puesto tanto problema a ellos por el permiso de migración; algunos de ellos indagaron un poco más acerca de la procedencia de estos negociantes resultando ser personas relacionadas con la alcaldía a quienes ellos solicitan se investiguen. Así estos son unos de los hechos que evidencian este tipo de alcaldías alternativas que se dicen amigas del pueblo.

Solo el pueblo salva al pueblo

Los relatos de estos habitantes del terminal del norte nos permitieron ver cómo “solo el pueblo salva al pueblo”, cuentan cómo lograron establecer unas mínimas pautas de convivencia que les permitían que las cosas marcharan de la mejor manera, algunos líderes y la participación de otros en las diferentes labores permitía que se llevara mejor la situación a pesar de las dificultades.  Existía también el temor que pudiese pasarles algo en la noche para lo cual también se organizaron y se cuidaban. El día de la entrevista cuando la estábamos terminando observamos su comida, arroz con lentejas y al indagar de cómo habían hecho, nos contaron que en una casa cercana un habitante de allí les ha colaborado, inicialmente con cierta reserva, pero posteriormente con más disposición, en un fogón pequeño cocinan lo necesario para el día cuando no logran conseguir de otras formas su alimentación, ese día habían pedido $500 por persona que quisiera acceder a la comida, quienes no podían darlos se les ayudaba, y con voluntarios lograron coordinar la elaboración de la comida. Contaban cómo en medio de los duros días pasaban personas y se disponían a parar cruzándose la avenida para preguntar la razón de su estadía en el lugar. Algunos al escuchar la historia se solidarizaban de acuerdo a sus capacidades. Destacan el papel de apoyo de varias fundaciones impulsadas que los han apoyado. Destacamos dos hechos que conmovedores y nos hacen reafirmarnos en que el pueblo es quien de verdad se dispone a ayudar. El primero es el papel de un médico quien se puso al servicio del pueblo pues al ver la problemática no pudo ignorarla. Se acercó a uno de los líderes indagó acerca de la situación, al escucharla prometió asistir al siguiente día, un poco con desconfianza el líder aceptó la posible ayuda, pero la sorpresa fue cuando efectivamente a primera hora de la mañana llegó con otro colega, revisó los niños y diferentes personas que lo requirieron, ofreció medicinas y elementos de aseo. El otro hecho que nos conmovió fue cómo al lugar donde llegó un colombiano pidiéndoles ayuda, contándoles de que él había perdido el empleo y lo habían tirado a la calle y no sabía qué hacer; ante la situación uno de ellos le contó que no podía ofrecerle mucho pues la situación de ellos era similar, sin embargo lo consultaron entre ellos, con un poco de temor, pues algunos de los venezolanos tenían cierto rencor y rabia contra colombianos que los habían echado de sus lugares, a pesar de lo anterior lo recibieron y le ofrecieron alimento cada vez que lo necesitaba. Así el pueblo venezolano demuestra nuevamente que sólo el pueblo salva al pueblo. Recientemente han tenido que elaborar carteles y apostarse en la autopista a solicitar ayudas pues los últimos ha desmejorado la situación, ya no les prestan el baño, les toca pagar $1.000 en un lugar cercano y muchos ya no tienen dinero. Ocasionalmente se para alguien a ayudar, pero estos días están comiendo casi una vez por día.

¿Qué sigue una vez lleguen a Venezuela?

¿Qué les queda a estas personas una vez emprendan el viaje? Más incertidumbre pues cuando los recojan los buses deben ir hasta Cúcuta, esperar allí por 5 días en un albergue para luego emprender el viaje a su país, en el cual los reciben en un refugio otro tiempo. Posteriormente los clasifican de acuerdo a las zonas donde viven y tienen que esperar que se llene el bus de la zona para la que van para que arranque el bus. Una vez llegan a la zona el estado designa un taxi para que la gente llegue a su lugar de destino. Jesús Alberto nos contaba que él calculaba su arribo a su casa para el 15 de julio. Además existe cierto temor porque así como en Colombia han sentido rechazo de algunos que en las redes les reclaman por venirse para Colombia, o de colombianos por irse para Venezuela, allá en Venezuela les reclaman por volver y no quedarse por fuera de su país. En todo caso dichos venezolanos solo tienen una meta y es llegar a su nación, tratar de sobrevivir allá y una vez todo pase evaluar cuál será su destino.

Henry Gomez

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