Bacanal por Antioquia

La propuesta de Álvaro para crear una «vaca» recolectar fondos y así terminar las vías de cuarta generación que cruzan por Antioquia, es una idea burguesa que reta las obligaciones del gobierno nacional que a través de una alta tributación recoge dinero suficiente para los proyectos nacionales y seguramente en esta o en otra presidencia, se destinará el dinero para terminar los tramos faltantes en estas arterias viales que cruzan nuestro departamento, como sucede siempre en Colombia.

Quien tiene el contrato firmado para la entrega de las vías 4G en Antioquia es la presidencia de Colombia a través de sus múltiples organismos para tales fines. Los paisas millonarios como borregos feudales obedecen lo que su ídolo político les imponga sin entrar en razón, ya que prácticamente el estado colombiano obtiene un 30% de las utilidades de las empresas a través de la DIAN, monto más que suficiente para que se culminen las obras públicas en el territorio nacional.

Se han recogido cerca de 4 mil millones de pesos en una semana de la misiva que lidera el «Alvarismo», monto muy lejano al billón de pesos que se trazaron como meta, de los 2.5 billones faltantes para la terminación de las vías 4G antioqueñas.

Los antioqueños somos solidarios pero antes que nada debemos ser inteligentes, si bien se presume que esta recolecta obedece a una gran causa, es un magno error que la dirigencia política que es corrupta en su mayoría acuda al constituyente primario para el desarrollo de Antioquia. Debería la clase política eliminar las coimas y que se deba con pulcritud al manejo del erario público y al desarrollo del país.

Por más entusiasmo que se tenga en alguna parte de los politicos paisas, se observa que la meta está muy lejana de los recursos necesarios para el objetivo de la célebre «vaca». Rifar potrillos, caballos y afines para la recolecta es una demostración burguesa de la opulencia en la que vive la élite y no son actos solidarios reales.

El presidente de la república está en la obligación de resolver múltiples dificultades en el territorio nacional, desde erradicar el hambre, hasta culminar vías arterias. Venir con el discurso de priorizar recursos es una cortina de humo, Gustavo castiga a Antioquia por estar liderada por la derecha, un mandatario debe gobernar con excelencia para sus militantes y sus opositores.

El gobierno colombiano debe terminar las vías antioqueñas de cuarta generación y la dirigencia regional debe cumplir con su Plan de Desarrollo, así no competir con los proyectos del Plan de Desarrollo de índole nacional.

El presidente incurre en el tradicional error en el que un nuevo gobierno no culmina los proyectos de sus predecesores por diferencias políticas. Tanto la «vaca» antioqueña como la postura de la presidencia están erradas, es menester buscar primero entendimientos con las regiones desde el primer mandatario, antes que diálogos de paz con grupos ilegales.

Un bacanal de la derecha y de la izquierda es la realidad política nacional, donde los dirigentes están ebrios de ego, ausentes de sus obligaciones y ciegos de poder. Colombia es un bacanal político donde no hay vergüenza ¡Qué tal, los políticos liderando vacas honestas, sí como no!

Santiago Jaramillo Botero

Santiago Jaramillo Botero es comunicador y relacionista corporativo de la Universidad de Medellín, fue concejal de Medellín en el periodo 2.016 a 2.019 y es columnista de opinión en Al Poniente desde su primer año.

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