Análisis del gobierno de Gustavo Petro: “la política de la calle”, el Congreso y los partidos políticos

Primera columna“Los únicos caudillos que podemos aceptar son los que se hacen prescindibles construyendo o fortaleciendo las instituciones democráticas”. -Joan Prats-


Introducción

Se cumplen 7 meses del gobierno de Gustavo Petro y aún hay grandes expectativas como también incertidumbre por las iniciativas que se buscan llevar a cabo. La reforma política no pasó en el Congreso precisamente porque continuaba con las prácticas clientelistas, corruptas y nepotistas que tanto han caracterizado al sistema político colombiano. Por otro lado, el proyecto de sometimiento a la justicia aún tiene grandes vacíos jurídicos y fallas logísticas de acuerdo con el concepto de importantes juristas y expertos en temas de negociaciones de paz. Ahora bien, el objetivo central de este artículo está en analizar el gobierno de Gustavo Petro teniendo en cuenta la “política de la calle”, el Congreso y los partidos políticos. La tesis central partirá de que el presidente constantemente acude a la estrategia de la “política de la calle” en la cual se amenaza al Congreso de la República si dichas iniciativas no son aprobadas. De allí que algunos partidos políticos pertenecientes a la bancada de gobierno comiencen a apartarse de ciertas iniciativas como es el caso del Partido Conservador, el Partido Liberal y el Partido de la U. Ahora bien, habrá que ver como evoluciona el nuevo “remezón ministerial” que puede generarle mayores réditos a Petro o por el contrario puede terminar de afectar su gobernabilidad y legitimidad.

La estrategia de la “política de la calle” ¿Hasta cuándo le podría funcionar a Petro?

La “política de la calle” ha sido una estrategia usada por el gobierno Petro para amenazar al Congreso si las reformas no son aprobadas. En este orden de ideas se apela al “mandato popular” dado que el proyecto por el que se votó en las elecciones debe imperar por encima de cualquier control político u opinión que no sea afín al Pacto Histórico. Sin embargo, lo problemático de dicha estrategia es que se acude a la demagogia y la posverdad en donde los hechos y datos ya no importan sino los relatos que se construyen sobre diversas problemáticas. Por otro lado, hay que tener en cuenta que la coalición de gobierno en el legislativo empieza a debilitarse dado que los partidos políticos tradicionales que en un principio decidieron apoyar a Petro comienzan a apartarse (Partido Conservador, Partido Liberal y Partido de la U). Podríamos entonces afirmar aquí que la “política de la calle” puede ser contraproducente dado que el Pacto Histórico es gobierno y debe dejar de comportarse como opositores (como lo fueron en la administración Duque).

El Congreso y los Partidos Políticos

Como se mencionó previamente la bancada de gobierno es la más perjudicada teniendo en cuenta que el Partido Conservador, el Partido Liberal y de la U ya mostraron sus reservas en diversos temas como la reforma a la salud, la laboral y pensional. Ahora bien, ciertas colectividades como Cambio Radical y el Centro Democrático que hacen parte de la bancada de oposición pueden ver esta crisis como su oportunidad de fortalecerse y aprovechar el descontento con el gobierno del “cambio”. Por lo tanto, si el Congreso y los partidos políticos logran ejercer un verdadero control político sobre temas que preocupan a la ciudadanía se podría hacer un contrapeso al gobierno. Sin embargo, se debe recuperar la confianza en el Congreso y los partidos políticos dado que siguen siendo instrumentos para perpetuar la corrupción, el clientelismo y el nepotismo. Allí considero que está el mayor reto.

Remezón ministerial ¿Puede generarle mayores réditos a Petro o lo terminara de perjudicar más?

Personalmente no me atrevería a dar afirmaciones a priori sobre si el remezón ministerial puede beneficiar o afectar al gobierno de Petro. El tiempo dirá si los nuevos ministros de Hacienda, Agricultura, Interior, Salud, Ciencia, TIC, Transporte y el director del DAPRE compondrán el mandato del presidente o por el contrario terminara por perjudicarlo aún más. Esperemos que dicha decisión tomada por el presidente se pueda ver representada realmente en términos de gobernabilidad y legitimidad. Los niveles de violencia que se viven en algunos territorios, la inflación, las proyecciones de crecimiento económico, el desempleo y muchos otros temas generan preocupación y es momento de que se ejerza un verdadero liderazgo. Amanecerá y veremos.


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Carlos José Arcila Cortés

Soy Politólogo de la Pontificia Universidad Javeriana Cali y estudiante de Economía de la Corporación Universitaria Asturias. Dentro de mis intereses de investigación se encuentran las instituciones, los sistemas electorales y de partidos, el comportamiento político, los regímenes políticos, la microeconomía, la macroeconomía, la teoría de la elección racional, entre otros.

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