Cualquier ciudadano puede convocar una marcha por lo que sea. Acá tenemos marchas, desde las más justas, legítimas y necesarias como marcha por la paz, por la liberación de secuestrados, contra determinada ley o decreto, o si lo quieren, hasta marcha contra las FARC; pero también tenemos marchas patéticas y cínicas como la del Abril 2. Digo patética y cínica no por lo que se exigirá en ella, sino por quien la convoca.
Santos merece marchas y manifestaciones (hasta más) por los TLC que arruinan el agro colombiano, alza en los impuestos, crisis de la salud, desfinanciamiento de la educación, Isagén y decenas de cosas más, pero que el uribismo convoque marcha por eso y otras cosas, sí transforma dicha movilización en una que le hace culto al cinismo y al descaro. Esa marcha pierde toda legitimidad desde que Alvaro Uribe Vélez esté detrás de ella. Es como si Garavito convocara una marcha contra los violadores de niños o si Samuel Moreno pidiera marchar contra la corrupción. Rabo de paja es lo que tiene el uribismo.
Paloma Valencia, por ejemplo, invita a marchar porque “venden nuestras empresas, como Isagén”, aun a sabiendas de que durante el gobierno de su patrón se intentó vender la generadora de energía para pagar parte de la deuda externa, no para carreteras como pretende hacerlo Santos (que todos sabemos que será para todo menos para eso), pero como el tiempo no le alcanzó, dejaron esa venta en manos del gobierno entrante, es decir, del de Santos, que bien sí hizo la tarea. Dicen ellos que van a marchar para que el gobierno respete el patrimonio de los colombianos. Señores uribistas, su pupilo y todo su séquito, durante sus ocho años de gobierno, vendieron decenas de empresas nacionales a extranjeros, entre las que se encuentran Telecom, Bancafé, Ecogas, Granahorrar, Centrales Eléctricas de Norte de Santander y las electrificadoras de Cundinamarca y Santander. Caracol dice que “Durante el Gobierno del Presidente, Alvaro Uribe Vélez se procedió a liquidar un total de 49 entidades”. De hecho, vendió un porcentaje de Ecopetrol.
Convoca la marcha el CD en contra de aumento inminente del IVA, cuando durante el gobierno del patrón de ese sector, se aumentó el doble: del 8 al 16%. ¿Dónde está la autoridad moral para luchar en contra de aumentos de impuestos? Ya de estas cosas había hablado en otra columna (ver)
Dicen marchar por la crisis de la salud. Deberían de cuestionarse entre ese gremio sobre quién fue el ponente la ley 100, causante de la crisis que hoy vivimos en la salud, cuya ley si bien es cierto mejoró mucho la cobertura y acceso al sistema de salud (aunque habría que preguntarnos qué clase de salud), dejó los recursos de la salud a merced de sectores privados sin una vigilancia adecuada por parte del Estado y de ahí el origen de las mafias de las EPS que se roban grandes tajadas de dinero en ese sector, negando salud de calidad a los colombianos, porque claro, mientras menos calidad para los usuarios, más capital para ellos: los médicos no recetan lo que deben recetar porque si lo hacen los sanciona el patrón, la EPS, por lo mismo: menos capital para ellos. Bien decía el Senador Robledo, que en Colombia se mueren más colombianos por causa de la ley 100 que por todas las violencias que nos martirizan; se mueren por males que la salud puede curar. Para ejemplificar esto, no más dense una pasada con Palacino por SaludCoop, en donde la mujer de Uribe, dicen las malas lenguas, tiene o tenía una relación no muy ética con esa EPS.
Ahora, marchar que porque Santos está en contra de los pobres, tiene sentido pero si eso lo convocara otro sector no uno de los verdugos de los pobres en este país que en su momento fue el uribismo que durante 8 años le dio palo y rejo a las clases sociales más desfavorecidas del país. Para no extenderme mucho en este aspecto recomiendo leer otra columna sobre esto (ver).
En serio: ser pobre y ser uribista es no tener conciencia de clase social, diría Marx; es una contradicción hasta biológica, diría Allende.
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