Vida mutante

Vida mutante, referencia a una sub-especie de humanos que nacen con habilidades sobre humanas activadas por el gen «Factor-X». Los X-Men luchan por la paz y la igualdad entre humanos normales y mutantes en el mundo donde el fanatismo anti-mutante es feroz y generalizado. Es una serie de películas, que sigue en sintonía y que muchas veces nos recuerdan al señor Spock de «viaje a las estrellas». Así pudimos llegar a sintonizar con Carl Sagan, en su tarea de interpretar la naturaleza con las estrellas. Nos rodeamos de fantasía y muchos creen que el coronavirus es capitalista, comunista, musulmán, árabe, chiita, chino, hasta de un laboratorio estilo Chernobyl.

El virus evoca un oscuro comunismo dicen algunos. China vende su estado policial, cámaras en postes y celulares para el seguimiento de la temperatura corporal. El capitalismo continúa su escala piramidal. La bolsa de valores seguirá registrando, precio de la moneda, para el cambio comercial de un futuro que intercambia agua potable, como lo hace con el petróleo y el carbón de la guajira. Los turistas ecologistas-ambientalistas seguirán pisando el planeta creyendo que si son ellos no afecta y la doble moral de los mercaderistas impulsando la venta de líquidos en plástico que afecta los mares y los ríos.

Las reacciones del mercado, seguramente, ciclos económicos, hoy oferta y demanda, mañana depresión y receso, días después auge económico y recuperación que proyectan lentos avances en la normalidad de los aeropuertos que corren los riesgos de expandir el virus tan rápido como la llegada de turistas a Paris. El pánico parece se apodera de la ciudadanía, otros hacen fiesta y sindicatos hacen paro virtual. No hay clase en las instituciones educativas públicas y empresarios de la educación privada aprovechan para reclamar por su apoyo del estado benefactor de bancos y gremios empresariales.

Llenos de pánico, recuerdan, algunos textos y revistas de hemeroteca, los primeros meses y años de la aparición del SIDA, una mutación, hipótesis abundan y la vacuna sigue en veremos y los contagios con o sin condón tan frecuentes como niños que nacen con sida. Los analistas internacionales, plantean, con cierto rigor histórico, en línea de tiempo, primera y segunda guerra mundial, guerra fría, guerra del Vietnam, golfo pérsico y la planta nuclear, con laboratorios, utilizando animales.

La fabricación de mascarillas está en todo su apogeo, no importa la tela, no importa la medida de la cabeza, no importa el color de la camisa como cuando se tiene corbata. La mascarilla es algo fundamental en la conducta ciudadana. Por algo, los médicos y odontólogos usan sus mascarillas. La mascarilla llegará a ser más importante que el pasaporte o la visa, las fronteras serán abiertas a un mundo más humano y social, dicen las teorías de los filósofos de la era del coronavirus.

Resultan muchas preguntas en el mundo cotidiano, desde Nueva York a Budapest, desde Islandia hasta Dinamarca. ¿De qué sirve cerrar tiendas y restaurantes si las personas se siguen aglomerando en el metro o en el bus en la hora de salida de sus turnos? ¿Las mascarillas protectoras salvarán realmente vidas humanas, no importa la edad?

¿Cuántas clases sociales están surgiendo actualmente? ¿Quiénes tengan moto o carro tienen menos contagio? Los vehículos particulares se reducen con los años, será que ese mercado cambie por bicicletas? ¿Quiénes invertirán en una tierra para sembrar hierbas aromáticas? Vida Mutante.

  1. Corporación Habitan

Diego Calle Pérez

Especialista en Gestión Pública. Escuela Superior de Administración Pública ESAP
Especialista Gerencia Educativa con énfasis en Proyectos. Universidad Católica de Manizales.
Historiador - Universidad Nacional de Colombia Sede Medellín - Analista Político
Miembro fundador de columnistaslibres.com

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