“Validadores Vs Ciudadanía”

¿Qué sería de la participación sin la política? Es como tener un nombre sin apellido, la sociedad civil es un ente político, regulador además, que expone sus puntos de vista y exterioriza su malestar; por esto es necesario entonces no caer en la confusión de asumir que el gobierno cumple las mismas funciones que las del Estado, Estado somos todos. De lo anterior es de gran importancia reconocer que no existirá legitimidad en un gobierno sin un Estado que lo respalde, aquí radica la importancia de la participación y su materialización por medio del ejercicio de la política.

A través del tiempo la democracia se ha regenerado, sabemos que surgió luego de que se aboliera la esclavitud y se reconociera lo que hoy llamamos Derechos Humanos, se trata del gobierno del pueblo, en ese entonces su base era la representatividad, elegidos por sorteo o por mayorías, solo podían ser varones los elegidos.

Actualmente, ¿A qué ha mutado este concepto?, siempre he considerado que existen varias formas de manifestar lo que se dice en los honorables recintos de la democracia, es decir, otros lugares igualmente dignos, como por ejemplo la plaza pública, el barrio, la universidad, el colegio, entre otros.

En Colombia últimamente las manifestaciones de la sociedad civil han llevado a transformar la forma de hacer democracia, desde lo que genera una marcha civil hasta el activismo a favor de alguna causa, a lo anterior lo podemos llamar participación ciudadana, o  política. ¿No?

Traigo a colación lo que propone el ex alcalde de Bogotá Anatanas Mockus, filósofo, docente, cívico, matemático y  finalmente un ciudadano que creyó en la capacidad que tiene la sociedad para proponer ideas de desarrollo y emprendimiento a partir  la cultura ciudadana, por medio de un gran componente educativo; con acciones como confrontar a los ciudadanos con el quehacer partidista y cuestionarlos sobre su forma de hacer Estado en una sociedad democrática, así se demostró que la sociedad civil apenas está despertando de un letargo de muchos siglos y esto nos hizo seres responsables. Durante su gobierno y sus propuestas en la candidatura a la presidencia en el 2006  generó algunos cambios en la forma de ver lo público, motivando a que la misma sociedad civil ejerciera el gobierno del poder.

Así como Mockus, la sociedad civil ha venido a más, la democracia representativa se ha visto en la obligación de reconocer el papel de la mujer, además de ser priorizada por el ejecutivo, según el informe sobre la participación femenina en el desempeño de cargos directivos de la administración pública Colombiana “Los cargos públicos ocupados por mujeres en la alta dirección en el orden  Nacional y Territorial equivalen al 44% del total.” Sin embargo en lo que concierne a la participación política, “A pesar de que las mujeres en Colombia representan más de la mitad de la población colombiana en promedio sólo alcanzan un 12% de los cargos de elección popular”.

Pero actores de la sociedad civil también han aportado sus perspectivas de país, los académicos han tomado el camino de la acción, pasando del dogmatismo a la realidad, por cierto, con un común denominador, que no se podrán gestar cambios profundos en la sociedad de un país, si no empezamos por cambiar la forma de hacerlos, casi que como se hace política se gobierna, esto es esperanzador, sobre todo para las generaciones venideras, a los jóvenes nos han cultivado la apatía por la participación, casi que por el debate, y así mismo por la participación.

¿Ha visto un común denominador a lo largo de estos párrafos? … pareciese entonces que tanto la sociedad civil como el Estado y el gobierno son actores políticos, y que estamos correlacionados, casi como semillas que necesitan de la tierra para crecer, es como un efecto colateral, pero  ¿Qué pasa a la hora de hablar de política proselitista?

Les contaré en mi próxima columna.