No importan los años, lo fundamental es ver el resultado y no necesariamente sea una vacuna. Se estudia desde el preescolar, primaria y bachillerato. Algunos más encopetados acuden a clases los fines de semana y otros tienen profesor en la casa dos horas a la semana.
El inglés que se enseña en Colombia tiene más de apariencia y es poco o nada lo que se cuestiona. Seguimos en un diseño curricular obsoleto y no se sabe que hablan, escriben y practican los expertos asesores del Ministerio de Educación. Todos quieren dar cátedra de ética política y se les olvida el negocio corrupto del inglés en las instituciones educativas privadas e incluso en algunas de carácter público según lo que determinan en el plan de desarrollo municipal de los cuatro años del alcalde popular.
Se debería implementar, un examen especial, para todos los estudiantes, universidades, instituciones técnicas de carácter público y privado, instituciones de bachillerato, sin costo alguno para medir la eficiencia, eficacia y efectividad del plan de estudios del inglés a nivel nacional.
Miremos algunos datos: de los 50 millones de nacionales, solo 2 millones 100 mil hablan correctamente y no todos cuentan con certificados, en un listado de 100 países, Colombia está de 77 con un nivel bajo. La ciudad dónde más se practica el inglés es Barranquilla. (Datos del Departamento Planeación Nacional)
Según las pruebas Saber 11 del 2021, de los 7249 establecimientos el 70% son oficiales 5075 y 30% no oficiales 2174. De los 5075 establecimientos solo 69 tienen certificado bilingüismo, algo así como el 1.4% y de 2174 establecimientos privados solo el 2% tienen certificado Bilingüismo. (Datos del DANE 2021)
Desastroso ver los resultados de los estudiantes con el idioma que se ha institucionalizado en los planteles educativos de Colombia, el obstáculo epistemológico que algunos estudiantes tienen, incluso, de enfermar para no asistir a las clases y perder hasta la asignatura de aritmética y geografía como la canción. Mientras siguen en las reformas a la salud, pensiones y demás modificaciones en la fiscalía, se debería gestionar un gran foro nacional, para de una vez por todas, estructurar una enseñanza no solo de un idioma.
La educación es un porcentaje bastante fundamental en el presupuesto nacional y se ha descuidado tanto por estar dedicados a otros asuntos, no más punto aparte. Es fundamental una enseñanza holística, basada en la implementación de otros idiomas como el Portugués, Italiano, francés, mandarín. Es necesario, con urgencia, convocar a la nación a un cambio del plan de estudios para de una vez proyectar los próximos treinta años de la educación nacional.
Hemos tratado de formular algunas propuestas y no esperar que Francisco Cajiao y el rector del Instituto Alberto Merani hablen por los rectores de Colombia, ni tampoco traten de hacer lo mismo, que han hecho estos últimos 46 años de una educación confesional y arraigada en el conductismo, escasamente el saludo en inglés y el posesivo sajón. Sobreviviendo al inglés.
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