Más allá de la verdad

“La libertad se pierde no por culpa de quienes se empeñan en atacarla, sino por la debilidad de quienes no son capaces de defenderla” – Luis Larraín


Por muchos años hemos estado acostumbrados a la célebre frase «DIVIDE Y VENCERÁS», sin analizar sus múltiples consecuencias; pues no es otra que vivir bajo el mandamiento de supuestos líderes que con su refinada dialéctica han llevado a muchos a una supuesta verdad que finalmente durante un tiempo determinado de mandato genera más duda que convencimiento. He aquí algo interesante que me hace recordar la frase de Nuccio Ordine: «poseer la verdad, mata la verdad»; es pues, cierto que hay personas que se apropian de una verdad que logran estructurar gracias a las debilidades notorias de los gobernados; cosa que no es lejana a algunas estrategias que utilizan los políticos para gobernar.

Por supuesto, sí se ha pensado en que es una relación de causalidad, debe responderse de manera afirmativa. Volviendo nuevamente a la dos frases que oportunamente he citado, poseer la verdad da un poder que no es posible medirlo con exactitud pero que sí es posible saber sus efectos; pues a cada gobernante se le ve capaz de ser un tirano sin medir las consecuencias de arrebatar la libertad de los asociados y la oportunidad de generar espacios de participación.

El ejemplo clásico es aquél tiempo en que la iglesia permaneció con una verdad absoluta que se volvió un instrumento de guerra y herramienta para propiciar violencia contra los inocentes. Por otra parte, el poseer la verdad absoluta genera un fanatismo como sí se tratara de una obra hecha escultura, que no tiene la capacidad de observar su contexto pero que sí es visto por quienes alejados del fanatismo han construido un criterio que forja la unión.

Es precisamente, el punto de este escrito, el reflexionar sobre la VERDAD. Muchas veces nos han propuesto un sin número de oportunidades y beneficios de carácter general que logran un sentimiento ganador que lastimosamente con el tiempo termina por convertirse en decepción. Cosa que nosotros mismos hemos permitido dejando que supuestos líderes convenciendo de tener la verdad, generen confusión y cuyo apremio a tan semejantes falacias, es el de obtener el poder.

«Creer que se posee la única y sola verdad significa sentirse con el deber de imponer, también por la fuerza,por el bien de la humanidad»

Por otro lado, no quiero dejar pasar por alto el hecho de que debemos olvidar la frase «DIVIDE Y VENCERÁS» y tener un nuevo chip, el de una frase que recoja la diversas proposiciones que van de lo particular a lo general. Por eso, propongo que de ahora en adelante el fuerte sea UNE Y VENCERÁS, sin inobservar sobre la verdad que deseamos escuchar y no de aquella que nos pretenden imponer.

Debemos reconocer el cuidado por no tener a gobernantes tiranos que se vuelven ajenos a las pretensiones del pueblo y que cuyo precio a pagar es la pérdida de la libertad.

Finalmente, para aportar más a la discusión dejó lo dicho por Nuccio Ordine para generar un espacio de reflexión:

«En efecto, quien está seguro de poseer la verdad no necesita ya buscarla, no siente ya la necesidad de dialogar, de escuchar al otro, de confrontarse de manera auténtica con la variedad de lo múltiple»


Todas las columnas del autor en este enlace: https://alponiente.com/author/carlosruidiaz/

Referencia:

«La utilidad de lo inútil» Manifiesto. Nuccio Acantilado, 2013.

Carlos Manuel Ruidiaz Fonseca

Estudiante de Derecho, miembro del Semillero de Investigación en Justicia Restaurativa y Monitor del Departamento de Derecho Penal de la Escuela de Derecho "Rodrigo de Bastidas" de la Universidad Sergio Arboleda Seccional Santa Marta. Tengo interés en la docencia, la academia y la investigación.

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