En mi columna anterior me fui lanza en ristre contra el voto en blanco en las elecciones al Congreso de la República que se celebrarán en dos semanas, el 9 de marzo de 2014, y contra quienes lo defienden como la mejor opción en estas elecciones. Lo hice porque considero que en un momento tan crucial como el que está viviendo nuestro país, votar en blanco en las elecciones legislativas puede ser un error que traería consecuencias nada agradables para quienes nos preocupamos por el futuro de Colombia.
Mi argumento es básicamente el siguiente: más allá de si el voto en blanco puede ganar (lo que dudo bastante), incluso si lo hiciera esto no sería algo bueno. ¿Por qué? Porque entonces las elecciones tendrían que repetirse, pero a ellas no podrían inscribirse los partidos que en las elecciones anuladas no hayan pasado el umbral electoral (que es el 3% del censo electoral vigente) es decir, los partidos que no hayan obtenido por lo menos unos 480.000 votos. ¿Y cuáles partidos no habrán logrado superar el umbral electoral? Aquellos que no cuentan con maquinarias políticas lo suficientemente poderosas como para movilizar tal cantidad de electores a su favor, esto es: lo que conocemos como partidos alternativos.
Así, el triunfo del voto en blanco logrará que tengan lugar unas segundas elecciones en las que competirán únicamente los partidos que generalmente logran obtener un alto número de votos mediante el uso de maquinarias electorales: el Partido Conservador, el Partido Liberal, el Partido de la U, etc. ¿Es esto lo que persiguen los promotores del voto en blanco? Lo dudo mucho, pues creo que en realidad ellos tienen buenas intenciones. El problema es que están pensando con el deseo.
Esto lo afirmo porque cuando he expuesto estos argumentos a algunas personas que anuncian que van a votar en blanco en las próximas elecciones al Congreso, éstas me han respondido con contrargumentos que, para ser sinceros, me parecen vacíos y sin sentido.
Una vez le dije a alguien que tenía que tener en cuenta que las disposiciones legales sobre el voto en blanco traerían, como consecuencia de un triunfo del mismo, que el Congreso quedara en manos de los políticos más politiqueros de todos. Su respuesta fue que esto a él no le importaba, porque las leyes “habían sido legisladas por corruptos”, y que por tanto él “no creía mucho en las mismas”. Nunca entendí el significado de esta respuesta, ¿cómo que no “creía mucho” en las leyes? Las leyes no son una cosa subjetiva cuya existencia dependa de si se “cree” en ellas. Éstas están ahí, y no van a dejar de tener efecto simplemente por alegar que las mismas fueron hechas por corruptos.
Otra persona me respondió que nada de lo dicho por mi importaba, puesto que el objetivo del voto en blanco no era que el mismo tuviera un efecto práctico y real, sino que lo que interesaba era su efecto simbólico: mostrar el inconformismo de los colombianos ante los lamentables hechos de corrupción a los que muchos políticos nos exponen con una frecuencia más allá de la tolerable. Este argumento lo entiendo, y le veo sentido: es cierto que para algunos podría ser preocupante ver que nuestro sistema político adolece de tal crisis de legitimidad, que la gente prefiere votar en blanco que por algún candidato.
Sin embargo, creo que a muchos políticos tradicionales, que son el principal objeto de crítica de los defensores del voto en blanco, esto no les importaría ni cinco. No me imagino a Roberto Gerlein y otros de su calaña preocupados por una ola de indignación de un grupo de electores que a ellos no les interesa, puesto que, como decía más arriba, políticos de ese tipo dependen principalmente de maquinarias lejanas al movimiento del voto en blanco, que se sostiene esencialmente en votantes de opinión.
Ahora bien, ¿qué explica esta actitud por parte de los defensores del voto en blanco? ¿Qué les lleva a ni siquiera poner atención a las razones para criticarlos y a simplemente desechar con frasecitas de cajón (en vez de tomarse un momento para buscar argumentos más serios, que debe haberlos) cualquier argumento que contradiga lo que ellos sostienen?
Una posible respuesta es la pasión antipolítica que se ha apoderado de una fracción de los ciudadanos colombianos, en la que se incluyen muchos defensores del voto en blanco. Con esto hago referencia a un grupo de personas que manifiestan estar hastiados de la política en el país, y que rechazan tajantemente todo lo que les huela a política.
Estas personas no son propiamente apolíticas, puesto que no son indiferentes respecto de los fenómenos políticos. Por el contrario, saben ciertas cosas de política, y están interesados en la misma, puesto que, intuyo, en el fondo son conscientes de la importancia fundamental que tiene la política. Sin embargo, hay algo que les caracteriza: rechazan, sin excepciones, a los políticos.
Los antipolítica señalan que los políticos de este país son todos unos corruptos, y que es por culpa de ellos que estamos como estamos. Personalmente, no voy a negar que he llegado pensar algo parecido, pero creo que esta actitud ante el mundo político es errónea puesto que se basa en una premisa metodológica que casi siempre conduce a equívocos: la generalización.
En efecto, lo anterior puede evidenciarse si uno se mete a la página de Facebook de los promotores del voto en blanco. Allí pueden verse múltiples imágenes y declaraciones donde se exponen, por ejemplo, frases como que todos los políticos son “unas ratas”, que no hay político que no sea corrupto, que los políticos únicamente hacen política para enriquecerse, y se concluye que por ello, como “patriotas”, debemos votar por “nadie presidente” y “nadie congresista”, y que “votar en blanco es votar por usted y por sus hijos”, y cosas por el estilo.
Adicional a lo anterior, creo que este tipo de actitud puede observarse también en los escritos de uno de los más importantes promotores del voto en blanco en Colombia: Gustavo Bolívar. Este hombre, el director de la Fundación Manos limpias, se ha caracterizado por defender a capa y espada el voto en blanco, y sus columnas en la página de Las 2 Orillas resultan sumamente útiles para ejemplificar lo que estoy argumentando.
En mi opinión, Bolívar, más que hacer un análisis serio sobre los pros y los contras del voto en blanco, parece dedicado a criticar (sin una pizca de espíritu crítico) a todos los políticos colombianos. Yo sé que tiene motivos, pero creo que no le aporta nada a nadie. ¿Por qué? Porque habla de los políticos en Colombia como si todos y cada uno de ellos fueran un solo cuerpo, una sola cosa, simplificando en exceso el escenario, y poniendo en blanco y negro todo el debate electoral colombiano.
Bolívar señala, por ejemplo, que los políticos “al Congreso solo llegan a vegetar, a enriquecerse, a legislar para mafias y contratistas y a expedir leyes que benefician a unas pocos potentados en detrimento de millones de habitantes”[1]. ¿De verdad? Tiene evidencia empírica de que todos y cada uno de los congresistas que han pasado por nuestro órgano legislativo se ha dedicado únicamente a eso. Si es así, no me explico entonces cómo fue que el Congreso expidió la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras que, a pesar de sus múltiples problemas, ha logrado poner a las víctimas en el centro de la agenda pública de este país.
Arguye también Bolívar que candidatos como Jorge Robledo, Ángela Robledo, Juan Manuel Galán y Claudia López, a quienes identifica como “candidatos con buena hoja de vida y sin tacha en la vida pública”[2] (ahí le baja a la generalización) están incurriendo en prácticas antidemocráticas por irse en contra del voto en blanco. ¿Por qué? pregunto yo. Hasta ahora he visto a estos candidatos señalando los problemas del voto en blanco, e intentando convencer a los electores que quieren un cambio que en vez de votar en blanco, voten por ellos. A eso no le veo lo antidemocrático, simplemente están haciendo política de argumentos.
En fin, lo que creo es que Bolívar y quienes piensan como él se han dejado llevar por la pasión, y escuchan cada vez menos a las razones. Muchos defensores del voto en blanco alegan que esta es la única opción que puede traer cambios a Colombia, y que votando en blanco podrá derrotarse a “todos los partidos políticos”. Pero uno puede ayudar a cambiar a Colombia votando por candidatos serios, y no tiene sentido querer acabar con “todos los partidos políticos”, pues si bien tenemos mucho que reprocharle a varios de ellos, los partidos políticos son hoy día necesarios para el funcionamiento de cualquier democracia, y por ello es ridículo (y, esto sí, antidemocrático) reclamar indignado que a los mismos debemos acabarlos.
Si usted está firmemente convencido de que debe votar en blanco, hágalo. Pero piénselo bien, mire primero los candidatos que quieren llegar al Congreso, y no lo haga simplemente por frases vacuas que no albergan ningún contenido serio. Y recuerde: la política, por poco prestigio que tenga, es necesaria para que existamos como sociedad.
[author] [author_image timthumb=’on’]https://fbcdn-sphotos-e-a.akamaihd.net/hphotos-ak-ash3/t1/1896768_1404022706522257_982353613_n.jpg[/author_image] [author_info] Alejandro Cortés Arbeláez Estudiante de Ciencias Políticas y Derecho de la Universidad EAFIT. Ha publicado en revistas como Cuadernos de Ciencias Políticas del pregrado en Ciencias Políticas de la Universidad EAFIT, y Revista Debates de la Universidad de Antioquia. Ha sido voluntario de Antioquia Visible, capítulo regional del proyecto Congreso Visible. Actualmente se desempeña como practicante en el Observatorio de Restitución y Regulación de Derechos de Propiedad Agraria. Leer sus columnas. [/author_info] [/author]
sr cortes, al igual q los argumentos de los q defendemos el voto en blanco, los suyos son los mismos de los opositores, parece ya una grabacion !
para no alargarme mucho usted habla q perjudicaremos a los progueristas q si tratan de hacer las cosas bien, pone de ej. la ley de restitucion de tierras, dice el dr robledo a quien respeto y admiro, q no se devuelto un solo metro de tierra ? ! entonces para q sirven los minipartdos de opsicion ? me pregunto, porq no logran atraer votantes ? no sera q se merecen un sacudon ? porq ahora q estaba todo dispuesto por la indignacion de los ciudadanos no se unieron, otra vez no sera q estan comodos y se contentan con ser oposicion ? por la foto veo q usted es muy joven, tomese el trabajo de revisar las anteriores votaciones de los progresistas …como la ve ? asi vamos para algun lado ? yo no creo.
para finalizar si bien es cierto q en principio el voto blanco puede favorecer las maquinarias politicas, tambien es cierto q a partir de ahi los q votaremos en blanco nos podremos organisar y exigir cambios ya sea por un referendo o una constituyente solo nombro estas dos de ejemplo.
de otro lado si mira las encuestas lo unico q podria hacer mella contra los politicos tradicionales es el voto en blanco!!!. el resto es seguir igual !
solo por esto todos los progresitas, indignados, izquierdistas en fin como los quiera llamar debemos votar en blanco !
Generalizar no es bueno, solo que es un hecho que no se puede ser incorrupto metido en medio de corruptos, o te sales de la corrupción o te haces como la corrupción. Allí en esas paginas del Voto en Blanco están reflejados muchos pensamiento, pero no todos pensamos igual, hay quienes entendemos que no se debe generalizar, así como estas generalizando que todos los del Voto en Blanco hablan mal de los congresistas. Las leyes salen del congreso y en el congreso mandan las maquinarias, por eso las leyes benefician a las minorías y no a las mayorías, por eso es valido aquello de «Hecha le ley, hecha la trampa» de hecho la naturaleza del Voto en Blanco según lo expresa la Corte Constitucional es sana, pero lo que se legisló de los resultados electorales con el Voto en Blanco es a favor de las maquinarias. Ganando y por abrumadora mayoría el Voto en Blanco aunque no llegue al poder deslegitima a esas maquinarias (minorías) que han quitado al pueblo derechos que ahora como mayoría de constituyente primario reclamará.
¿A qué se refiere con revisar las anteriores votaciones de los progresistas?
Bolivar es uno ….somos miles…y no es el nuestro líder para nada………………..nada esto es mas que eso que usted supone en medio de el caos.
Cuál caos?
Alejandro, muy interesantes sus artículos. Usted que se prepara en ciencias políticas que propone hoy para que cuando le llegue su turno las cosas hayan cambiado.
pd. No me valla a contestar que cuales cosas,por favor.
Reforma a la justicia.
Leyes que le den un marco normativo al posconflicto colombiano.
Mejorar le implementación y ejecución de la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras.
Mejorar el acceso y la calidad de la educación superior.
Por ello candidatos como Rodolfo Arango y Claudia López serían importantísimos en el próximo Congreso. Pero hay más cosas, y en todo caso muchas que el Congreso no puede hacer solo.
Pero, ¿cómo así que cuando llegue mi turno? El hecho de que estudie CP no significa que necesariamente me quiera meter directamente en política, si eso es lo que quiso decir.
Muy buen articulo Alejandro. Felicitaciones. Muchos (no todos, para que no se molesten los seguidores del voto en blanco) no saben ni siquiera los programas que ofrecen los candidatos. Lo que parece grabación es decir que todo los políticos son iguales o son una parranda de ratas, el argumento que más atrae a los votantes.