La tibieza de Fico

Esto lo escribe un elector del Equipo por Colombia, lo que me da una razón de peso para considerar que, la crítica desde adentro, debería ser la más relevante. Antes, debo confesar que me gustaba más cuando se denominaba Coalición de la Experiencia, puesto que reunió a los mejores mandatarios locales del último período; sin embargo, a esos mismos mandatarios se les olvidó que al ciudadano se le cautiva proponiendo –haciendo–, porque el juego de descalificar al oponente debe dejarse a las candidaturas con menor entereza programática.


Los votantes de este proyecto político lo hicimos por el pragmatismo de elegir la opción con las propuestas más viables y, precisamente por ser las más viables, eran las menos atractivas pues carecían de populismo. Empero, al pragmatismo de la centroderecha nacional se le olvidó que su nicho de votantes –fácilmente alrededor de siete millones– tiene dos grandes preocupaciones: seguridad y empleo.

La baja importancia del empleo para el Equipo por Colombia

Como podemos observar en el interfaz inicial de su página web, el empleo no está contemplado como subtema en la agenda programática, aunque, se podría decir que se encuentra inmerso en muchos otros como lo son el emprendimiento o la transición energética; infortunadamente, notamos con rapidez una mayor preocupación por el asistencialismo que por este, siendo, realmente, el mejor subsidio.

Ahora, ¿por qué consideramos el empleo como el mejor subsidio? y no, con esta metáfora no hacemos referencia a los programas de empleo público artificial de ciertos candidatos, sino al empleo como el único vehículo para garantizar que una población prospere. ¿Las razones?, comparto algunas personales:

  1. Genera riqueza: transforma recursos físicos en materias primas, y horas de trabajo hombre o recursos intelectuales en un bien o servicio que suple necesidades.
  2. Satisface al ser humano: cumple con ese sentimiento de utilidad de cada individuo en sociedad y le permite aspirar a desarrollar su vida con base en sus propios anhelos y esfuerzos.
  3. Aliviana el erario: permite que cada ciudadano financie sus aportes en salud y previsión para la vejez y, adicionalmente, descarga el número de subsidios.

De acuerdo con en el programa de gobierno del excandidato (Fuente AQUÍ), se tiene que:

“El desempleo, por su parte, aunque ha venido disminuyendo después del impacto de la pandemia, sigue siendo muy alto (13,7%) y aún faltan poco más de 1 millón de empleos por recuperar para llegar a los niveles prepandemia de noviembre del 2019. Pero lo más inquietante es que es uno de los más altos de América Latina, en especial el 19,2 por ciento en jóvenes y el 18,1 por ciento en mujeres.

Adicionalmente, el país tiene una muy alta informalidad en el mercado de trabajo, superior al 60 por ciento, lo que agudiza los efectos del desempleo, y produce grandes deficiencias de productividad, siendo también la más baja entre nuestros pares latinoamericanos como Chile, México, Perú o Brasil. Una dificultad adicional es la baja productividad e informalidad de los pequeños negocios, que a la vez se asocia a la falta de formación y entrenamiento de la fuerza laboral. Estas circunstancias se convierten en un cuello de botella estructural para crear empleo formal y acelerar la reducción de la pobreza y la desigualdad, razones de más que exigen que el país debe generar las condiciones para poder crecer de manera sostenida por encima del 5 por ciento para poder crear oportunidades y empleo de calidad.”

Si bien realiza un diagnóstico acertado, porque en un primer momento se reconoce la insuficiente recuperación económica –algo que debe analizarse con pinzas luego de la cantidad de gasto público ejecutado– y en un segundo el impacto de la informalidad laboral, del mismo modo, olvida atribuir todo ello a nuestra básica economía carente de alto valor agregado.

A continuación, se revisan sus propuestas:

“El único factor que permite reducir la pobreza de manera permanente y sostenible es la creación de empleo, la cual solo es posible como resultado de un mayor crecimiento económico y una institucionalidad que favorezca la creación de empresas y el logro de las políticas de empleo. En ese sentido, proponemos: (…) Impulsar una reforma laboral que aumente la contratación formal.

1. Tasa progresiva en pago de salud iniciando con 0% para ingresos entre uno y dos salarios mínimos.

2. Esquemas de contratación adecuados a las características laborales de cada sector, la participación de la mujer en el mercado laboral, y los nuevos hábitos de vida. El Código Sustantivo del Trabajo data de 1950 y no refleja la estructura actual del mercado laboral colombiano. […]”

Nunca se mencionó quién iba a pagar la falta de aportes en salud de los trabajadores a los que se les practicarían exenciones –si recargar más el fisco o más costos salariales para el empresario– y no se le dio alcance a la flexibilización en contratación laboral ni su impacto en la productividad de la temporalidad en las empresas.

“Una política activa de empleo que se respalde en los avances tecnológicos y que promueva la participación de las madres trabajadoras (deteriorados por las cuarentenas) en el mercado laboral. […]

6. Nuestra política de emprendimiento será integral y multisectorial. Vamos a desarrollar una llave virtuosa con los sectores encargados de la infraestructura, el comercio, la tecnología, la educación y la banca (Mintransporte, Mincomercio, Mintic y Minhacienda) orientados a facilitarle la vida al emprendedor y acabar con todas las barreras.”

Se debe tener en cuenta el contexto de un gobierno saliente que se eligió con una macro-propuesta de “economía naranja”, la cual nunca supimos qué significaba exactamente, ni tampoco su evidencia de crecimiento ni de la creación de nuevas empresas que generarán valor en el mercado. Para esto último se hace necesario disponer de un capital, puesto que emprendimiento sin capital es rebusque, autoempleo o prestar servicios de “profesiones libres” mediante una persona jurídica con todo el costo sin retorno que eso representa.

“8. Apoyaremos la creación de 10 mil nuevas empresas a través del Fondo Emprender y los Centro de Desarrollo Empresarial del SENA con las cuales generaremos 800 mil empleos en el cuatrienio (directos e indirectos).”

Más allá de subsidiar los costos de trámite de una empresa (financiar uniformes, publicidad, provisión de capacitaciones, entre otros), la verdadera inversión debería ser la creación de grandes proyectos productivos o de servicios como el BPO o el fomento a la industria de maquilas.

“10. A los emprendimientos de subsistencia e inclusión los vamos a apoyar e impulsar. Nos centraremos en desarrollar sus capacidades productivas, a través de asistencia técnica y mentorías, incluyendo apoyo técnico para trámites y requisitos de producto y funcionamiento, de acuerdo con el contexto regional.”

En este punto se reconoce al emprendimiento como un vehículo habitual de subsistencia o mejor rebusque, economía que jamás podrá generar desarrollo pues no crea valor y no tiene altos niveles de productividad para competir en el mundo, además de que solo satisface un mercado local siempre y cuando se dé un ambiente de proteccionismo. ¿Les parece familiar este escenario?

“Misión de Empleo 2020-2021” y los eufemismos

En una lectura inicial del programa de gobierno que proponía Federico “Fico” Gutiérrez, se observa una respuesta al informe de Misión de Empleo 2020-2021 (Fuente AQUÍ) en los siguientes puntos:

“Debe resaltarse que la legislación laboral y de seguridad social en Colombia es compleja y está dispersa entre varios ordenamientos jurídicos, de forma tal que la tabla 1 es una simplificación. Así, desde el punto de vista de la regulación de seguridad social, no hay diferencia entre un trabajador independiente y uno por cuenta propia que trabaja con o sin contrato de prestación de servicios. Sin embargo, puede haberla para la legislación laboral en la medida que, (…) el independiente de facto realiza trabajo dependiente para otros y el cuenta propia no. Dicho lo anterior, de la tabla 1 se desprenden tres observaciones. Primero, que la composición del empleo entre el que ocurre por cuenta propia o de forma independiente, y el que ocurre bajo una relación de subordinación con un empleador, es clave para el acceso a la seguridad social y a las protecciones derivadas de la legislación laboral. Segundo, que en el caso de los trabajadores independientes o por cuenta propia, la interacción entre el salario mínimo y los otros elementos para determinar la capacidad de pago de los trabajadores es central para el acceso a la protección social; y puede excluir a algunos de ellos, como se señala más adelante. Y tercero, que el cumplimiento o no de la ley por parte de las empresas y los trabajadores es igualmente clave para ese acceso; cumplimiento que como se anota inmediatamente, en el caso de las empresas, está íntimamente ligado a su tamaño.”

TABLA 1. Marco jurídico del empleo y la protección social

Tipo de trabajo

Régimen legal Seguridad social

Estatus laboral

Dependiente y subordinado

Código Sustantivo de Trabajo* Contributivo en salud, pensiones y otros**

Cumple: formal
Incumple: informal

Cuenta propia, ingresos ≥ 1 SMMLV***

Contributivo en salud y pensiones Cumple: formal
Incumple: informal
Cuenta propia, ingresos < 1 SMMLV*** Subsidiado de salud y piso de protección
social
Informal

Independiente, presta servicios a terceros

Código Civil o Código de Comercio

Igual a cuenta propia

Igual a cuenta propia

Desempleado que cumple requisitos de Ley Ley 1636 de 2013 Mecanismo de
protección al cesante

Convenciones:
*Para propósitos de las regulaciones sobre salario mínimo y despido, entre otras.
**Incluye accidentes en el trabajo, cesantías, cajas de compensación familiar y otros.
***La legislación separa a los que deben y no deben contribuir en función de la capacidad de pago, pero vincula a esta con el salario mínimo, entre otros elementos.

Se realiza una reacción ante este llamado proponiendo aligerar la legislación laboral mediante la simplificación de su normativa (asunto que fue burlado como exigencia en la entrada de la OCDE, dado que se realizó una compilación en los decretos únicos reglamentarios); se hace también, referencia a los costos laborales diferentes al salario que, como se mencionó anteriormente, no responde al interrogante de qué hacer para reducir su impacto sin que se beneficie el empresario o asumiendo costos de nómina en el erario. Tampoco le muestra al ciudadano que beneficio traería la flexibilización en la contratación laboral y en la elasticidad de la productividad de un trabajador según la estabilidad artificial que ofrece la norma.

Sobre el salario mínimo no se realiza pronunciamiento alguno. De hecho, a criterio de este servidor, le daría una gran ayuda a los pequeños emprendimientos y a la formalización del empleo rural mencionado por el candidato. No obstante, el informe oficial nos menciona otras incidencias del costo mínimo del trabajo permitido formalmente que son las tarifas fijas en favor de las cotizaciones de seguridad social. Al respecto:

“La legislación colombiana le da un rol protagónico al salario mínimo, por dos motivos. Primero, fija un piso a los ingresos de los trabajadores cuando se ocupan bajo una relación de dependencia con una empresa. Segundo, sirve como umbral para el acceso a prestaciones críticas de protección social. Se anotó ya que las pensiones de retiro no pueden ser inferiores a él (si bien beneficios con idénticas características excepto monto y nombre pueden serlo). Además, es un determinante de cuando los trabajadores por cuenta propia deben contribuir o no a la seguridad social.”

Palabras finales

El continuismo genera puerto seguro frente a las explosiones masivas o controladas de otras candidaturas, pero también es un reclamo de la ciudadanía de un ciclo natural: las transiciones.

Una transición de la tibieza de una élite que le tiene pavor al comercio internacional desde 1990, que tiene una clara preferencia por un abrigo del gobierno central en favor de sus empresas con baja productividad, fruto de una baja inversión en I+D y que nos deja con un insuficiente crecimiento económico frente a las oportunidades de un país con claras ventajas de ubicación estratégica, grandes recursos naturales (mineros y no mineros) y una población relativamente preparada para una economía que produzca bienes y servicios de mediana complejidad.

Los ciudadanos de clase media aspiracional sentimos baja preocupación, debate tras debate, por la creación de empleo y crecimiento económico: se jugó a ofrecer un asistencialismo moderado frente a un asistencialismo completamente irresponsable en términos de costos fiscales. Una tibieza que pasará a la historia como el desperdicio de un brillante equipo de trabajo con resultados demostrados que les dio miedo la irrupción sin necesidad de populismos.


Este artículo apareció por primera vez en nuestro medio aliado El Bastión.

Kevin Pacheco Del Castillo

Barranquillero. Abogado y Administrador de Empresas con más de siete (7) años de experiencia en derecho empresarial y administración inmobiliaria. Miembro fundador de la Corporación PrimaEvo.

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