La “concursitivitis” del emprendedor

En la última edición del concurso Capital Semilla de la Alcaldía de Medellín se informó que habían sido alrededor de 3000 los inscritos, una cifra sorprendente. De esos proyectos se premiaron alrededor de 100 iniciativas con un capital semilla que para llegar a esta instancia tuvieron que pasar por un proceso de formación en habilidades emprendedoras. Además de este concurso hemos estado acostumbrados año a año a programas que apoyan el emprendimiento como Destapa Futuro, Ventures y Emprender para la Vida, solo por mencionar algunos. Estas estrategias han sido el soporte del ecosistema de emprendimiento, pero sin quererlo, han fomentado una práctica contraproducente en varios emprendedores: la “concursitivitis”.

En algunos de estos programas he tenido la oportunidad de participar como jurado, mentor o simplemente observador, y he encontrado emprendedores que están participando por tercera o cuarta vez en un concurso de estas características y que presentan falencias muy profundas en su modelo de negocio o planeación estratégica.

Esta experiencia deja dos conclusiones importantes. La primera es que desafortunadamente muchos emprendedores están más enfocados en presentar un buen documento para acceder a los recursos económicos disponibles en un concurso (la formación que también incluyen es subvalorada), que en desarrollar una planeación que les permita generar ventas, algo que finalmente los podría llevar a una sostenibilidad financiera. La segunda conclusión tiene que ver con lo limitado de la oferta para el mundo del emprendimiento, ya que hay muy pocas iniciativas que planteen un modelo distinto al ya mencionado.

Sería un exabrupto proponer acabar con este tipo de concursos, que incluso antes de entregar cualquier recurso económico propenden por formar al emprendedor, pero sí opino que es necesario evitar que los emprendedores tomen como camino hacia la sostenibilidad financiera el dinero entregado por estos programas, por lo que como complemento a la oferta existente yo propondría:

  1. Más programas (sobre todo si le apuntan a proyectos en etapa temprana) que en vez de entregar recursos económicos se comprometan en generar una activación comercial del emprendimiento.
  2. Me sumaría a la estrategia propuesta en el Plan de Gobierno del nuevo alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, que habla de un Pasaporte Emprendedor para registrar el paso de los emprendedores por los diferentes programas que ofrece el ecosistema.
  3. Un apoyo al emprendedor que no dependa de si un concurso está abierto o no. Que las entidades que fomenten este tema tengan puertas abiertas para atender las necesidades de los emprendimientos en cualquier momento del año.
  4. Articulación con programas de formación al emprendedor de muy alta calidad y bajo costo, como los MOOCs (Cursos Masivos, Abiertos y en Línea por sus siglas en inglés) del Instituto Tecnológico de Massachusetts, MIT.

Son propuestas, algunas más complejas que otras, que diversificarían el apoyo al emprendimiento y que mandarían un mensaje que estamos en mora de enviar: El futuro del emprendimiento lo da el desempeño del mismo en el mercado, no su desempeño en los concursos.

Camilo Ruiz Vargas

Director Corpoemprende – Curador Global Shapers Medellín – Asesor en Emprendimiento e Innovación Social.
Convencido de que el emprendimiento es la mejor herramienta para resolver los problemas sociales.

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