Toda guerra es el mayor de los males posibles;
por lo tanto, el objetivo de la política debe ser establecer la paz
en el interior de la propia ciudad,
paz que no se puede encontrar más que en una armonía
basada en la justicia concebida como jerarquía.
Pero la justicia no es venganza, es justicia.
Platón
El conflicto bélico israelí-palestino amenaza que se extienda por todo El Medio Oriente, inestabilidad que viene de principios del siglo XX y que se agudizara a partir de la Segunda Guerra Mundial, principalmente por la creación del movimiento judío sionista que busca establecer un Estado Israelí en Palestina, ya que estos se encontraban dispersos por el mundo, principalmente en Europa.
“Debido al aumento masivo de la población judía en Palestina, aparecieron brotes de violencia cada vez más intensa entre las poblaciones judías y árabes. Como intento de solución, Naciones Unidas aprobó la partición de lo que había sido el mandato británico en Palestina en dos: una parte judía y una parte árabe (resolución 181 de Naciones Unidas): el Estado judío supondría un 55% del territorio del mandato británico, incluido el desierto del Néguev, y su población estaría formada por 500.000 judíos y 400.000 árabes palestinos. (en ese momento, los judíos solo poseían el 7% de las tierras de Palestina); el Estado árabe palestino tendría el 44% del territorio del mandato y una población de 725.000 árabes palestinos con una minoría de unos 10.000 judíos”
En la actualidad, Israel instalado en las tierras palestinas posee más del 85% del territorio y, además, mantiene un control endurecido, tanto para la Franja de Gaza como para la Suite Jordania, en donde los palestinos no tienen ninguna libertad de desplazamiento; limitados, incluso para escapar, bajo la voluntad de las autoridades israelíes; sin agua, sin energía, sin la posibilidad de abastecimiento, ya que son dos islas dentro del territorio que gobierna Israel.
Por ende, en honor a la verdad, es preciso decir que Israel ha mantenido por décadas una constante amenaza al pueblo palestino, en territorio palestino, ya que desde la década del 50 del siglo pasado a los días de hoy ha colonizado gran parte del territorio palestino.
Hoy, cuando han pasado más de 25 días de la agresión terrorista de Hamas en territorio israelí, Israel persiste en una agresión cruenta sobre la Franja de Gaza, dirigiendo su furia hacia las instalaciones de Hamas y de la población civil de Gaza, destruyéndolo todo y sin ninguna piedad. Por lo tanto, por las consecuencias que está ocasionando, principalmente, la muerte de niños, mujeres, refugiados, ancianos, enfermos y heridos, cabe cuestionar dicho “ataque defensivo de Israel”, y preguntarse si es una guerra justa o una venganza:
Teniendo como evidencia la conducta colonizadora de Israel y su constante ahogo al pueblo palestino, pregunto: ¿Israel lleva a cabo una “Guerra justa”?
Entonces, cabe preguntarse, ¿quién es en definitiva el agresor?
Otra pregunta, ¿es una “guerra justa”, ¡cuando no existe equilibrio de fuerzas!?
¿Israel hace una “guerra justa” cuando “la mira para el tiro de muerte” es el pueblo civil, inocente y desarmado: en un hospital, en una escuela, en un barrio cualquiera, en un refugio, en una puerta de escape…?
¿No será que las autoridades sionistas buscan un “chivo expiatorio” para descargar toda su furia por el holocausto?”
¿Cuando en las sinagogas se aluda a la lucha entre “David y Goliat”, tendrán los altos sacerdotes judíos una explicación bajo el marco de la razón?
¿Si se sabe que Israel tiene un ejército profesional y armamento nuclear, será justo arrasar a un pueblo civil desarmado, tras unos cuantos terroristas?
Estimados lectores, ¿qué opinan sobre la “guerra justa” que lleva a cabo Israel contra el pueblo palestino?; ¿cuando responden al ataque de Hamas, con un “ataque defensivo” a donde más duele, justamente a la población civil?; ¿20 días torpedeando, inmisericordemente centros poblacionales de Gaza (ablandamiento del enemigo) ?; ¿y ahora la invasión terrestre en ciernes?
¿Dónde está la inteligencia judía para atacar puntos estratégicos de Hamas, y no disparar “a la loca”, derribando edificios poblacionales y asesinando a personas inocentes?
Con perspicacia, ¿sólo Israel está en “guerra justa” contra el Pueblo Palestino, o sus aliados (USA y parte de Europa), desde las sombras, apoyan y alientan a los judíos para que arrasen con los árabes-palestinos?
¿Y no será que, principalmente, a Estados Unidos le convenga este conflicto, sobre manera, para tener acceso desde Palestina al flanco Sur Occidental de Rusia, atravesando los cielos de la península de Anatolia y sobre el Mar Negro? ¿Acaso mi tesis no tiene veracidad posible?
Y con razón me pregunto, ¿no será que el gobierno de la Casa Blanca vea como estrategia geopolítica apoyar a Ucrania y a Israel, a un país invadido (Ucrania) y a otro invasor (Israel), porque estos están en una línea divisora, sensible, entre Europa y Rusia y entre occidente y el Cercano Oriente?
¿Qué razón tiene Netanyahu, líder-sionista-criminal, cuando dice que “hay tiempo para la guerra y tiempo para la paz”, cuando su gobierno ha estado en guerra permanente con todos sus vecinos, “armado hasta los dientes”, y por qué siempre ha sido una amenaza para todos los países del Oriente Medio?
Estimados lectores, ya no cabe posibilidad de análisis alguno.
Sólo decir que, la libertad consiste no en elegir entre blanco y negro,
sino en escapar de toda alternativa preestablecida.
Theodor W. Adorno,
pensador critico judeo-alemán que me redacta,
cuando tengo una opinión singular y auténtica.
Por ello, no me tilden de izquierda o de derecha
por apoyar al pueblo palestino
ni de apoyar o no a terroristas,
lo hago desde mi razón:
procediendo desde mis coherencias y contradicciones,
desde el mito al logos.
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