«Fuicioso» y la basura en redes

Había visto unos videos que algunas personas, a las que sigo en redes sociales, compartieron y comentaron diciendo: “muy charro”, “buenísimo”, “lo mejor”. Ninguno de ellos me causó una impresión tal que me llevara a replicarlos y simplemente, como tantas cosas que se viralizan, los dejé pasar y rápidamente los olvidé.

Había visto unos videos que algunas personas, a las que sigo en redes sociales, compartieron y comentaron diciendo: “muy charro”, “buenísimo”, “lo mejor”. Ninguno de ellos me causó una impresión tal que me llevara a replicarlos y simplemente, como tantas cosas que se viralizan, los dejé pasar y rápidamente los olvidé.

Las redes sociales están llenas de contenidos, muchos buenos pero la mayoría son basura. Con la rapidez propia que nos ofrece Internet, podemos ver memes de los partidos de fútbol casi en tiempo real (algunos muy divertidos y oportunos, otros que no sirven), videos de niños haciendo cosas imposibles para su edad, reportes de masacres en el último lugar del mundo y millones de cosas más, que gracias a la globalización informativa, podemos disfrutar y/o ignorar.

Saliendo de una cita médica con mi hija, me monté al carro y, como sucede en casi todos los lugares en los que uno se parquea en la calle, se acercó alguien a pedirme plata por haberme cuidado, supuestamente, el vehículo. Como sabía que no era la persona que se rebuscaba la vida en ese sector le dije que no, lo cual no le gustó y sin importarle que una niña estuviera en la silla de atrás, se regó a insultarme, con palabras que obviamente no reproduciré (cada cual imagínese una grosería y con seguridad, esa la dijo). Guardé la calma, arranqué y cuando se acercó quien en realidad le “echa un ojito al carro” le pregunté quién era el tipo.

Me sorprendió la respuesta: “es el tal Fuicioso, qué tal el ejemplo y eso que sale por Youtube”. En ese momento recordé los videos y que a este personaje se le “reconoce” por ser hincha de Nacional, incluso varios medios le hicieron notas que publicaron en sus emisiones de noticias y páginas web.

La verdad no me importa quién es el tipo, me tiene sin cuidado que se mantenga drogado (cuando me lo crucé lo estaba) o que algunos le reconozcan ser muy divertido e incluso James Rodríguez haya publicado un video imitándolo. Lo que me preocupa es que sea un personaje que logra rápida difusión en las redes, por su supuesto estilo descomplicado (muy seguramente producto de las drogas que consume), y que ese sea el contenido que la sociedad prefiere compartir.

Mi hija me preguntó quién era el “Fuicioso”, respondí tajantemente que no era nadie y cambié de tema pues no me interesó profundizar en algo y alguien que en realidad no es importante. No obstante decidí escribir esto como una reflexión, y un llamado de atención, para que en las redes se dejen de crear tantos “héroes” que lo único que hacen es llenar de basura nuestras páginas.

Al tal “Fuicioso” los que tanto se ríen con él deberían ayudarlo y sacarlo de las calles, desintoxicarlo y si su “sentido del humor” se mantiene, sin consumir drogas, pues explotarle el talento. De esta manera, quizás, el contenido que produzca sea digno de ser compartido y disfrutado por todos.

Diego Mora Ariza

Comunicador, magister en Comunicación y en Gerencia de empresas sociales.

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