Quienes hoy profesan una gran preocupación, y se rasgan las vestiduras porque Federico sacara las garras y pensara como el más “Uribista” de los “Uribistas”, en temas como la solución del conflicto armando en La Habana con las FARC, viendo con preocupación que haya salido del closet del Uribismo, están muy equivocados. Es más, podría aventurarme a afirmar que están sorprendiéndose como neandertales de que el agua moja.
En la campaña pasada, en el afán de su carrera por parecer independiente y sumar adeptos, en su crisol de imagen, Federico siempre intentó ser una combinación entre Sergio Fajardo, Galán, y uno que otro candidato que alguna vez presentó buenas intenciones por este maltrecho país. Sin embargo, algo que nunca pudo ocultar, a pesar de su discurso, fue su cariño y admiración a Álvaro Uribe, con todo y sus políticas de derecha. Públicamente, más de una vez aceptó que no le apostaba al proceso de paz.
Y aun así, pese a la imagen independiente, hubo un loco que se mantuvo advirtiendo en público y sin tapujos la realidad. Más de una vez lo tacharon de mentiroso, haciéndolo ver como el tirano que solo buscaba cazar peleas y que estaba llevando el debate a extremos que no tenían importancia para la ciudad. Ese loco era Alonso Salazar, pero como ya estaba loco y era un peleón, entonces no había que creerle.
Con la declaración de esta semana de Fico (como le dicen los que son sus amigos, que ya que ganó dizque son todos), que dejó en claro que no le interesa ir a La Habana ni dialogar, ratifica su comunión con las políticas de extrema derecha de Alvarito y sus buenos muchachos. Ahora no vengan a decir que no sabían que el independiente no lo era tanto, y el que parecía un libre pensador los engañó, porque como ya se les había advertido con tiempo, él tiene ese daño de atrás.
El negarse a creer que se vive mejor sin conflicto, y el restarle la importancia que tienen las regiones en el proceso de paz, ratifican hoy que quienes creyeron haber votado por Federico, para oponerse a la doctrina del Centro Democrático, no escucharon el discurso que siempre dio el hoy alcalde electo y se obnubilaron con su peinadito Fajardista y vestimenta medio de izquierda progresista.
En resumen, se vuelve a demostrar que volvieron a votar sin escuchar, y que por no leer las propuestas, eligieron a quien piensa lo contrario a la ciudad en cuestión de posconflicto, y quién sabe cuántas cosas más. Federico no se dañó antier, Federico venía dañado de atrás, ya Alvarito lo tenía adoctrinado en esos menesteres, así que no sigan suponiendo que salió del clóset, ustedes fueron los que acabaron de salir del cuarto del engaño.
———————————————————————————————————————————————————————–
Luis Garcés es administrador de empresas de profesión, defensor de las oportunidades para todos, trader en formación. @luisgarcestorre
[…] Federico ya estaba dañado de atrás […]