El cambio demográfico

“En el corto plazo, todo va y viene bien pues estamos en una fase demográfica rebelde donde lo light reina y la mayoría estamos jóvenes”


Con la discusión de la reforma pensional, ha aparecido en el centro del debate el cambio demográfico, y es que no es una cosa menor como muchos lo ven, es nada más y nada menos que la explicación del cambio más que proporcional en la fuerza de trabajo futura en ausencia de jóvenes, con mayores viejos y menos ahorro. Claro, en el corto plazo, todo va y viene bien pues estamos en una fase demográfica rebelde donde lo light reina y la mayoría estamos jóvenes. Solo que con el agravante que, en 10 años, esa población joven de hoy pasará a ser adulta entre los 35 y 44 años, edades en que la creación de valor per cápita es una obligación para la supervivencia.

Y es que, con datos del informe demográfico de la CEPAL, en 1950, los países de América Latina y el Caribe tenían la segunda tasa de fecundidad a nivel global con 5.8 hijos por mujer, en 2022, tiene la tercera peor tasa de fecundidad con 1.8 hijos por mujer, al tiempo que la esperanza de vida aumentó de 48.9 años a 73 años en promedio. A nivel global, el promedio de edad de los habitantes es de 30.2 años, mientras que ya hay continentes como Europa, donde la edad promedio se sitúa en 41.9 años y en América del Norte el promedio es de 38.2 años, por otra parte, en América Latina y el Caribe, se mantiene en 30.6 años. Los países con mejores edades, es decir con población joven están en África, donde el promedio es de 18.7 años, convirtiéndola en el continente más joven del mundo.

La transición demográfica se presenta en todos los países de América Latina y el Caribe, donde actualmente, el bono social ( es decir una mayor participación de los jóvenes en el total de la población) tiende a concentrarse entre los 15 y los 30 años, en ambos sexos, sin embargo de acuerdo con las proyecciones y estimaciones de la CEPAL, esta transición tiene tres etapas cíclicas: en el año 2056 la población total de ALC sumará 752 millones (alrededor de 100 millones de personas más), en 2042, se alcanzará el máximo de población entre las edades de 15-64 años con 486 millones de personas, mientras que la población entre 0 y 14 años llegó a su máximo hace 23 años atrás; en 2001 esa población se acabó. En 2050, el peso de la población mayor a 65 años superará con creces la población joven en edad de trabajar y los adultos pertenecientes a la fuerza de trabajo.

Con el cambio demográfico también vienen cambios en la fuerza laboral, hoy por ejemplo las presiones sobre el mercado de trabajo son mayores debido al alto bono social en el que ha aumentado la participación de la mujer, claro, estamos en un momento donde a los 25 años hay personas con maestría dispuestas a trabajar con altos estándares de  formación que en términos relativos pueden llegar a superar en conocimiento a los de 30 años en adelante, por citar un ejemplo, los jóvenes van tan rápido que les es más fácil formarse como programadores a distancia que asistir a un centro universitario.

Por otro lado, la localización de la población en términos geográficos, implica que en 2050, el 86% de la población de ALC vivirá en las ciudades, actualmente estamos en el 81%, lo cual también trae cambios en cuanto a la capacidad de converger en el mercado laboral a niveles donde la población en edad de trabajar sea más productiva sobre todo en lo urbano, pero también debe tenerse en cuenta el cambio en la población rural, donde el envejecimiento avanza con una alta migración de los jóvenes a la ciudad.

Así las cosas, podemos esperar de la actual composición demográfica de hoy: una mayor presión en el mercado laboral explicada por más participación de la población joven y adulta, una menor tasa de fecundidad explicada por varios factores, entre ellos el laboral, el tecnológico el cultural y por supuesto, el humano, y una latente despreocupación de las generaciones actuales por el futuro, aquí cae muy bien la frase de Keynes: ““In the long run, we are all dead”.

Conclusión, el factor demográfico, hoy es una preocupación mundial, tan importante como el cambio climático y la transición energética, la pregunta es: ¿de qué vamos a vivir en 30 años si ya todos estaremos viejos” solo 30 años para acabar con un promedio de vida de 60 años. Reitero: las familias se están acabando en esta generación. (pónganlo a consideración)

PD. Lo más seguro es que en tan solo 15 años habrá que presentar otra reforma pensional como bien se reconoció.


Todas las columnas del autor en este enlace: Gustavo Sepúlveda

Gustavo Sepúlveda

Economista de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, Especialista en proyectos de la Universidad Católica de Colombia y Magíster en Economía de la Universidad Jorge Tadeo Lozano. Actualmente analista económico, en temas de legislación económica, crecimiento, sector productivo. Investigador y académico.

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