Eco oro Vs. Santurbán

El páramo de Santurbán, fuente de abastecimiento de agua de por lo menos dos millones y medio de colombianos, ha tenido que sortear una serie de contratiempos para mantener su conservación. En uno de los países líderes en la posesión de estas montañas en el mundo, llamado Colombia (desafortunadamente latinoamericano), no se ha trabajado lo suficiente en la Conciencia Ambiental, y por ende, el Medio Ambiente y el Desarrollo Sostenible ha estado a la deriva y los abusos de entes públicos y privados (la politiquería), donde prevalecen intereses económicos (varios de ellos muy peligrosos), no hay entidades ambientales serias que se preocupen por los mismos (páramos); empezando por la cabeza principal, el Ministro del Medio Ambiente, quien fue nombrado como un agradecimiento burocrático por la reelección de Juán Manuel Santos (quien en este sentido, es similar a su antecesor y enemigo, Álvaro Uribe); Gabriel Vallejo, es un hombre experto en asesorar en mercadeo a varias empresas (varias de ellas antiambientales), pero en materia sostenible no sabe de a mucho, es más, cometió el error de darle vía libre (argumentando legalidad de los documentos) a la destrucción del Humedal La Conejera por parte de ciertos constructores muy cercanos al exalcalde mayor de Bogotá, Gustavo Petro (quien en su ego, se las da de ambientalista, falso).

El tema de Santurbán se ha vuelto a agitar en los últimos días por dos acontecimientos, los cuales se pueden analizar de la siguiente manera: en diciembre de 2014, el Gobierno presentó la delimitación del lugar, con 98 mil hectáreas como Reserva Natural, y cinco mil restantes para uso sostenible y mixto (hay que tener reservas con este término, ojo). La directora del Instituto Humboldt, Brigitte Baptiste, una de las más grandes líderes ambientales que hay en este país, a quien le ha tocado remar contra corriente, dijo sobre este asunto (El Espectador): “Se tomó una decisión balanceada y razonable que promueve la gestión. Las 25 mil hectáreas que se reconoce que están bajo usos inadecuados, pero que no quedan incluidas en la delimitación, deberán ser incluidas en los próximos años a medida que se demuestre que estamos realmente recuperando el páramo. Este es un gesto que permite sincerar la gestión ambiental y a la ciudadanía ejercer una veeduría concreta para ver esa recuperación en la práctica”. Ahí se presenta otro reto grande; preservar lo ambiental y lo sostenible de esas 25 mil hectáreas, por el bien de Santurbán, por el agua de los Santanderes.

Eco Oro, antigua Greystar, cuyos dueños permanecen en Bogotá, tomando cocteles en los clubes estrato mil, con el fhüribismo bravo, en cabeza de cierto expresidente y senador ahora, cuya marcha del pasado sábado tuvo muchos gritos (debido a las lluvias) y cero ideas; no se ha quedado de brazos cruzados y en su objetivo de tomarse el páramo como su Ubérrimo, le ha declarado una guerra al Medio Ambiente y al Desarrollo Sostenible. Incluso, se ha hablado de una demanda que entablaría ante los tribunales correspondientes del TLC con Canadá, incluso ante la ONU, para reclamar una indemnización que le costaría al estado millones de dólares, mejor dicho, el proyecto Angostura se quedaría chiquito en utilidades frente a semejante exabrupto. Es más, esta empresita tiene nexos en Bucaramanga con el Clan Aguilar (fomentadores del Santísimo Antiambiental) así como la Órden de San Pío X (cuya cabeza principal es el Inquisidor, perdón, Procurador Alejandro, quien entraría pronto a vacaciones laborales). Ellos alegan que tienen unos derechos, supuestamente ganados, antes de la expedición y que no se les pueden desconocer, pero no han hecho las consultas satisfactorias con la comunidad presente, al contrario, basta con ir a Vetas y California (Santander), para ver el grado de polarización que existe, incluso, generando agresiones y la presencia de grupos ilegales, muy amigos de la minería.

“Los resultados de la perforación geológica geotécnica e hidro proporcionarán información valiosa, que se asegurará de que Eco Oro aborda de manera efectiva cualquier preocupaciones ambientales de la comunidad circundante y la seguridad asociada”. Dice la multinacional en su página web, pero parece que hace todo lo contrario en la práctica, para la muestra, esto.

PD1: Samuelito Moreno pagará sus bellaquerías en una celda común y corriente, durante 18 años. Se lo merece y ojalá no vuelva, ni él ni su familia, a la arena política. De la Izquierda I.

PD2: Mal manejado el asunto de Thomas Van der Hammen, por parte de la Administración Peñalosa. Pero peor aún, graduar de ambientalistas a María Mercedes Maldonado y Holmann Morris como ambientalistas; principales defensores de la debacle de la Bogotá Humana, con prebendas incluidas.