Criptogate y la encrucijada de la Argentina: Consecuencias y desafíos para los Mercados Financieros

“Milei, conocido por su defensa férrea a la retórica libertaria, se ha visto envuelto en acusaciones de irregularidades en la promoción de proyectos criptográficos, incluyendo la criptomoneda $LIBRA”


En los últimos días, Argentina ha sido escenario de un nuevo capítulo en su ya compleja historia económica y política, marcado por el denominado «Criptogate». Este escándalo involucra a figuras clave asociadas al lanzamiento del $LIBRA que incluyen a Hayden Davis, CEO de Kelsier Ventures, y Julian Peh, CEO de KIP Protocol, la firma que ganó alrededor de u$s100 millones con el lanzamiento de la criptomoneda, la cual fue promocionada por el presidente de la Nación Javier Milei, en la plataforma X, mensaje que fue eliminado en menos de cinco horas.

Tras este anuncio, la criptomoneda experimentó un auge inicial, alcanzando un pico de 4.978 dólares, para luego desplomarse abruptamente a 0,99159 dólares en cuestión de horas. Este colapso afectó a más de 74.000 inversores, quienes acumularon pérdidas de capital superiores a los 286 millones de dólares, generando un amplio debate sobre la regulación y los riesgos asociados a las criptomonedas en el país.

La economía en la cuerda floja: MERVAL, $LIBRA y el impacto en los indicadores económicos

Argentina, un país acostumbrado a la inflación crónica y a la devaluación de su moneda, ha visto en las criptomonedas una “alternativa” para muchos ciudadanos que buscan proteger sus ahorros de la erosión constante del peso. Sin embargo, el Criptogate ha expuesto los riesgos de un mercado no regulado y la vulnerabilidad de los inversores ante prácticas poco transparentes. Javier Milei, presidente de la Nación y conocido por su defensa férrea de las criptomonedas y su retórica libertaria, se ha visto envuelto en acusaciones de irregularidades en la promoción de proyectos criptográficos, incluyendo la criptomoneda $LIBRA, un proyecto que prometía ser una alternativa descentralizada al sistema financiero tradicional y que terminó siendo una estafa.

El impacto del escándalo en los mercados fue inmediato, el índice S&P Merval perdió más del 5 por ciento. En dólares, el retroceso fue aún mayor, con una caída superior al 6 por ciento, la peor desde la asunción de Milei. Entre las acciones más golpeadas estuvieron Loma Negra, con un derrumbe del 8,1 por ciento; Central Puerto y Grupo Supervielle, ambas con caídas del 7,4 por ciento; y Transener y Comercial del Plata, que retrocedieron un 7,1 por ciento cada una. Ninguna acción del panel líder logró cerrar en terreno positivo.
Las acciones de empresas vinculadas a tecnología y finanzas, como MercadoLibre y Globant, también sufrieron pérdidas significativas, con caídas del 3.8% y 2.7%, respectivamente. Este retroceso no solo afectó a los grandes actores del mercado, sino que también generó un efecto dominó en pequeños inversores que habían depositado su confianza en proyectos como $LIBRA.

Las implicaciones políticas: ¿un golpe al libertarismo?

El cuestionado ascenso meteórico de Javier Milei, en la escena pública se debe, en gran parte, a su capacidad de canalizar el descontento popular hacia un discurso anti-política tradicional y pro-mercado. Sin embargo, el Criptogate ha puesto en tela de juicio no solo su integridad, sino también la viabilidad de su proyecto político. Para muchos de sus seguidores, Milei representaba la esperanza de un cambio radical, una ruptura con la corrupción y la ineficiencia de los partidos tradicionales. Ahora, ese relato se resquebraja.

El escándalo también tiene implicaciones más amplias para el movimiento libertario en Argentina. Si bien las ideas de Milei han ganado popularidad en un contexto de desencanto con el peronismo y el macrismo, el Criptogate podría ser utilizado por sus detractores para desacreditar no solo a su figura, sino a todo el espectro ideológico que representa. En un país donde la polarización política es extrema, este caso podría profundizar la división y dificultar aún más la construcción de consensos necesarios para salir de la crisis.
Para muchos argentinos, el Criptogate es solo otro ejemplo de cómo las promesas de cambio y progreso terminan en decepción.

El Criptogate en Argentina, exige al menos una sincera autocrítica de Milei, que presente algo más que simples excusas, lo cual, devalúa aún más la imagen como presidente. Se evidenció la obligatoriedad de mejorar los mecanismos de investigación y persecución de los delitos relacionados con criptomonedas.  Se evidencia la urgencia de que las autoridades y los inversores estén mejor preparados para prevenir y responder a este tipo de estafas en el futuro.

Sebastián Torres Murillo

Economista de la Universidad de Buenos Aires, miembro del grupo de investigación de políticas públicas latinoamericanas y el caribe (UBA). Defensor de la paz y la integración regional

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