Dos semanas han trascurrido desde las elecciones legislativas en Colombia. A la fecha aún se podrían reportar cambios en la asignación de curules, debido al presunto fraude del que múltiples sectores políticos acusan a su homónimo. Todo ello ad-portas de la ascensión de un posible gobierno progresista con una agenda completamente reformista y en consonancia de la necesidad de generar gobernabilidad con el Congreso de la República.
Sin más, hoy voy a contarle cinco superpoderes que tiene el jefe de Estado y de gobierno por encima de las otras ramas del poder público.
Establecer cuál es el costo del trabajo
En reiteradas ocasiones, en este medio le hemos hablado sobre los efectos de graduar el costo del ingreso por el trabajo en su sector formal. Todos los años al finalizar noviembre y comienzos de diciembre llega la misma discusión tonta presidida por los gremios empresariales que poco representan a los principales generadores de empleo, y los sindicatos que poco conocen sobre productividad empresarial. Y sí, la discusión tiende a ser claudicada con la palabra del jerarca, el presidente, quien en su “omnisapiencia” decide cuál va a ser el precio mínimo que debe devengar un trabajador, sin más información que la que le secretean sus encorbatados técnicos desde las cómodas oficinas que todos pagamos.
Pero volviendo al tono formal, debemos recordar que el Artículo No. 334 de la Constitución Política de Colombia faculta al Estado la dirección general de la economía y tiene su desarrollo en la Ley 278 de 1996 (Enlace de interés AQUÍ).
Amo de llaves del comercio exterior
La política arancelaria es un tema sumamente complejo –o más bien enredado–, sin embargo, hace falta poco conocimiento en la materia para sacar conclusiones de los siguientes dos casos:
- El Gobierno nacional anunció aranceles del 40% para la importación de prendas de vestir en abril de 2021. Esto, acudiendo a los llamados del sector textil nacional quien, como casi todos, manifestaba la afectación que sentía con la competencia internacional (la nota periodística de la mano del Diario La República, AQUÍ).
- Un caso contrario ocurrió con el anuncio de la disminución a 0% de los derechos arancelarios de muchos productos de la canasta familiar que son importados. Todo ello para aliviar el aumento generalizado de precios tras la inflación descontrolada que vivimos, algo que resaltó el Diario Portafolio en una nota periodística (Enlace ACÁ).
Ambos, son casos del poder que tiene el primer mandatario nacional con respecto al flujo del comercio exterior, lo cual podría también ser un ejemplo para los exportadores, quienes eventualmente por razones de interés público pueden llegar a ser restringidos. Como reflexión podríamos preguntarnos ¿Qué tanto afectarían el precio de nuestra comida, vestido o diferentes bienes de uso general a un mandatario reformista?
Control al porte legal de armas
Y sí, en los escenarios de Realpolitik que muchos reclamamos, el porte legal de armas sería una alternativa para disminuir la seguridad ciudadana. Y es que hace falta conocer un poquito de seguridad para saber que esta se basa en la percepción y la disuasión, ergo, una ciudadanía responsablemente armada genera desincentivos en los delincuentes de asaltarnos y similares.
Todo esto representa una profunda discusión, por lo que le recomiendo la lectura de las columnas FLEXIBILIZACIÓN PORTE DE ARMAS: UNA SOLUCIÓN LIBERAL (Parte 1 y Parte 2) y CONTROL DE ARMAS DE FUEGO ¿NECESIDAD CIUDADANA O MANIPULACIÓN MEDIÁTICA? (Enlace AQUÍ).
La soberanía energética
Lo primero que debe entenderse con soberanía energética es que no solamente me refiero a la energía eléctrica que alimenta los hogares, sino también a todos aquellos minerales requeridos para mover al país y a nuestra economía. Por ello, es necesario tratar el superpoder que tiene el Presidente de la República para disponer de estas herramientas que le ha dado el constituyente, y va desde la regulación de proyectos de generación eléctrica en sus diferentes modalidades (su regulación de impacto ambiental, por ejemplo), pasando por el gas natural con el cual cocinamos en nuestras casas, hasta el combustible que mueve su vehículo; ¿y si no tengo vehículo debería importarme? ¡Pues claro!, el precio del combustible que afecta el costo del pasaje del autobús que toma o el costo del transporte de los alimentos que consume.
Y, ¿de qué va todo esto? Bueno, un país con vocación minera autoimpuesta desde hace décadas debe tener una persona que presida el país de manera responsable, toda vez que es la minería la que paga las cuentas de miles de proyectos sociales vía el recaudo de regalías y dividendos. ¿La fuente? Puede encontrarla en la Constitución nacional, las leyes 142 y 143 de 1993, el Código Minero y muchas otras.
Finanzas públicas
Obviamente este subtítulo es demasiado amplio y puede llamar ambigüedades. Aún así, tomaré el riesgo.
El primer mandatario, de la mano de la cartera de Hacienda, puede mejorar o empeorar la deuda externa del país. Y no, no hablo de las externalidades, hablo de sus labores de gestión directa, tales como la renegociación de dólares a pesos de bonos, la renegociación de plazos, la suscripción de nuevas obligaciones, los impagos, entre otros; al respecto, escribí no hace mucho (Fuente AQUÍ).
Luego, cualquier movimiento positivo o negativo sobre la deuda externa nacional va a tener impacto automático sobre el valor que tiene nuestra moneda al cambio con otras divisas como el dólar, pues un precio adecuado de este nos permite consumir mejores bienes y servicios a un mejor precio. A la vez, articulamos lo dicho con la disciplina del gasto que tenga el gobierno de turno; por ello, el intento anti-técnico de convertir a Colombia en un Estado de bienestar nórdico puede ser una terrible experiencia con la primera lección de la economía: la escasez.
Este artículo apareció por primera vez en nuestro medio aliado El Bastión.
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