“Es por eso que la música de Calle 13, ha sido sinónimo de una praxis artística que fomenta una visión crítica de nuestra realidad”.
Tengo los audífonos puestos, y mientras escribo, escucho la canción “El aguante” de la banda puertorriqueña Calle 13, incluida en el albúm “Multiviral”, y lanzado el 28 de febrero de 2014. Esta canción es muy sonada en estos días de manifestaciones sociales de nuestro país, y está compuesta por René Pérez Joglar (Residente) y Eduardo Cabra Martínez (Visitante). Me dejo llevar por la letra y por su ritmo, pero más por su letra, claro, y recuerdo a esos artistas, cantantes y deportistas, y a todos esos personajes públicos que nos “representan” por fuera pero no se han manifestado internacionalmente por lo que está ocurriendo en estos días en Colombia de la falta de garantías en el derecho de la protesta y por la censura tan descarada que estamos viviendo; y han optado mejor por una pasividad desesperante y por una mirada indiferente al inconformismo de la mayoría de nuestro pueblo: “Aguantamos ser esclavos por nuestro color de piel/ Aguantamos el capitalismo, el comunismo, el socialismo, el feudalismo/ Aguantamos hasta el pendejismo/ Aguantamos al culpable cuando se hace el inocente/ Aguantamos cada año a nuestro p*** presidente”. En el transcurso de la canción se habla de cómo la humanidad han soportado las guerras, el hambre, la furia de la naturaleza, los abusos del poder, las explotaciones a nuestros recursos, las dictaduras: “Aguantamos cualquier tipo de dolor aunque nos duela/ Aguantamos Pinochet, aguantamos a Videla/ A Franco, Mao Ríos, Mong Mucabe, Hitler y Diaming/ Stalin, Bush, Truman, Ariel, Charón y Husein/ Aguantamos más de veinte campos de concentración”. Y el estribillo que me gusta: “Por lo que fue y por lo que pudo ser/ Por lo que hay, por lo que puede faltar/ Por lo que venga y por este instante”.
Tengo que confesar que no soy un seguidor asiduo de Calle 13 y que desconozco parte de su música, pero es inevitable que sus canciones y sus acciones inspiran ideas para que nuestros pueblos despierten de la modorra y no se dejen llevar por el terror de algún tirano. Y es que esta agrupación, con su alto sentido humanista y su coherencia con la historia de Latinoamérica, han tenido el compromiso de hacer canciones para la reflexión de los problemas de este continente. Durante su trayectoria se han propuesto en la tarea de abrir mentes, de motivar a pensar en el prójimo, y de defender también la identidad de nuestros pueblos. Una identidad que se refleja en la canción “Latinoamérica”, canción que, por cierto, escucho ahora, y está incluida en el albúm Entren los que quieran, lanzado el 26 de octubre de 2010; está compuesta por René Pérez Joglar, Eduardo Cabra Martínez y Rafael Ignacio Arcaute; y cuenta con la colaboración de tres mujeres cantantes defensoras de la música popular: Susana Baca, la Totó Momposina y María Rita Camargo. Su letra hace visible una Latinoamérica de una hermosa y sui géneris naturaleza; donde predomina la mezcla de varias culturas; un continente que para entenderlo hay que saber escuchar al pueblo y a su corazón; un pueblo que a pesar de haber sufrido a lo largo de su historia, infinitos saqueos y vejámenes, no se cansan de luchar: “Soy, soy lo que dejaron/ Soy toda la sobra de lo que se robaron/ Un pueblo escondido en la cima/ Mi piel es de cuero, por eso aguanta cualquier clima”. Y cómo esta misma humanidad resurge (sin omitir para nada su historia y alimentando siempre su dignidad) para afrontar los nuevos desafíos: “Trabajo bruto, pero con orgullo/ Aquí se comparte, lo mío es tuyo/ Este pueblo no se ahoga con marullos / Y si se derrumba yo lo reconstruyo”.
Por estos días, Residente ha estado al tanto de la situación de Colombia (cómo no recordar cuando años atrás, en unos premios de MTV Latinoamérica, Residente exhibió una camiseta que contenía las palabras “Uribe” “Para” “Bases” “Militares”), y ha utilizado sus redes sociales para que el mundo entero se dé cuenta de la represión sangrienta por parte del gobierno de Duque en su proceder de borrar o amilanar todo lo que se mueva a favor de un cambio social. Es por eso que la música de Calle 13, ha sido sinónimo de una praxis artística que fomenta una visión crítica de nuestra realidad, y así tomar conciencia del capitalismo imperante que nos convierten en esclavos sin cadenas; al mismo tiempo, advertirnos de las consecuencias del consumismo en que estamos sumergidos, como lo encontramos en la canción “Adentro”; y estar siempre alertas con la información maquillada que ronda en los medios de comunicación, como se describe en la canción “Multiviral”, y perfectamente en estos momentos de censura podemos cantar a todo pulmón: “Si la prensa no habla/ Nosotros damos los detalles/ Pitando las paredes/ Con aerosol en las calles/ Levanto mi pancarta y la difundo/ Con solo una persona que la lea/ Ya empieza a cambiar el mundo!”. Unas letras súblimes que transmiten lo que sienten los más desfavorecidos; unas letras para vacunarnos del individualismo extremo; una letras para valorar nuestro medio ambiente; unas letras que deambulan en las barriadas, en los guetos, en las favelas… y, finalmente, unas letras para una mayoría que viven en la incertidumbre, en la frustración, en el miedo, en la rabia, en la desesperanza…
Esto es un vuelo de afán por algunas de las canciones de Calle 13. Seguiré escudriñando sus canciones, y con más detenimiento, porque Latinoamérica es “un pueblo sin piernas pero que camina”, y seguimos caminando con una maleta llena de virtudes y por el sendero de un interés común, para que poco a poco se derrumbe la idea de que nadie se reconoce en el otro.
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