«Una vez esbozadas estas cuestiones, no queda más que aceptarle a Dios sus castigos, reconociendo, valga la aclaración, que aceptarlos no impide que él los evite. Las...
Autor - Alejandro Zapata Espinosa
(Itagüí, Colombia, 2002) Licenciado en Literatura y Lengua Castellana (Tecnológico de Antioquia), y maestrando en Educación (Universidad Santiago de Cali). Miembro del Comité Editorial de Contacto Literario (Armenia, Colombia).
«Es por ello imperativo dejar algo que dé testimonio de mí antes de que se trunque la sarta de posibilidades accesibles a la voluntad» Porque, no hay que engañarse, el...
«El medroso rebaño viste con los logos de la institución, del grupo; se cuelga las escarapelas del cuello o del pantalón; actualiza al de las aromáticas en los últimos...
«Patricia Ariza no pudo “Morir lo necesario, sin exagerar”, en el Ministerio de Cultura…» Patricia Ariza no pudo «Morir lo necesario, sin exagerar», en el...
«Delimitar la pérdida es perder algo mientras se delimita» El nomadismo de la vida se topa con el muro de la muerte, que lo para en seco. Las ausencias de amigos, que en...
«Ella, en tiempos de Vespasiano, se haría rica bebiéndose los impuestos de su orina, en un ciclo interminable» La mujer nos vio tocándonos la cara con la punta de los...
«”Ya Leopardi lo mencionaba: la moda y la muerte van de la mano: son hijas de la Caducidad”» Un joven esperaba a su abuela, tras señalarle la fila preferencial para...
«Simone Weil escribe en Echar raíces: “Si se reconoce algo como un bien hay que tratar de alcanzarlo. No hacerlo es una cobardía”» Ocurre con la ceguera lo mismo que con...
«En nosotros se condensa —y se condensará— lo diverso y lo contradictorio de los siglos por venir» Mauro, esperando el metro, se propuso, firme y veraz —contadas...
«”Lo que no se hace todos los días, se olvida”, juro haberlo leído de José Libardo. Por eso la abuela organiza las camas a su modo, trapea, barre, se demuestra útil...
«Es coherente hablar de paz y proponer medidas que la alcance. “Hasta ahora la humanidad ha sido siempre educada para la guerra, nunca para la paz”, decía Saramago en su...
«Esta lidia no la pagan, y le obedezco «en una misma dirección» Mi saludo es: discípulo de ella, sirviente de ella, cocinero de ella, amante de ella, amigo de ella...
«La propuesta es enseñar y estudiar contextualizados. Da pena que nombres colombianos duren lo que su cotidianidad los llame. Eso sí, ¡qué omnipotencia da gorjear...
«Indígenas emberas, hostigados por las aturdidoras que mandó el alcalde de la localidad de Santa Fe, se manifestaron en contra del albergue La Rioja y, más general, en...
«“Mi amado para mí, yo para Él”. Recibiendo las penas sin que lo noten, con sus mortificaciones corporales y las tentaciones demoniacas, cumple un amor ilustre. Sus...
«Sea lo que fuere, él pretendía enseñarme y yo no paraba de escucharlo. Tengo una excusa: la literatura que sale de ese hombre y yo canalizo. Por mí, que diga esos y más...
[1] Ella lo empujó hasta la primera mesa de la entrada. Él, mientras tanto y una vez en su puesto (mirando la calle), le alzó la ceja derecha al mesero. Nadie más que...
«¡Qué iban a sospechar, en el aniversario treinta, el asedio y la acogida de efectivos extranjeros para defenderse! ¿Quién arriesgaría su tesoro jurando que la pareja...
«Las jornadas le quedaban chiquitas a ese hombre: envidiaba su manera de cumplirle al despertador, de llenar su maletín con los viajes bambóleos» Murió José, a las tres...












