Reflexiones del 26 de Enero: Aspectos a tener en cuenta en las relaciones entre Colombia y Estados Unidos.

“Ante este panorama, el presidente Gustavo Petro deberá abordar la situación de manera consensuada con la nueva canciller Laura Sarabia, sin embargo, la posición reiterada de Donald Trump refleja una poca oportunidad de diálogo en el escenario diplomático, convirtiéndose en una disputa de fuerza esperando cual cederá ante la ímpetu del otro”


Desde su llegada, el presidente Estadounidense Donald Trump ha estado en el foco internacional por sus declaraciones que; siendo más que polémicas; han causado un gran revuelo en el escenario económico, migratorio, y político alrededor del mundo. En su llegada, el mandatario Norte americano declaró la imposición de una serie de aranceles del 25% a las importaciones provenientes de sus vecinos México y Canadá, además de un arancel del 10% en general a los productos manufacturados provenientes de China, productos que se comercializan de manera permanente en el territorio norteamericano y que es de consumo masivo por sus habitantes.

Otra de sus medidas fue la suspensión de los proyectos financiados a través de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional  (USAID), argumentando que se realizará una evaluación de los mismos para determinar su alineación a los intereses de Washington. Adicionalmente, a su llegada se endurecieron las medidas migratorias dentro del país, especialmente en la población irregular latina, justificando su accionar en que gran parte de los integrantes de esta comunidad representaba un peligro para el desarrollo económico y securitario de la nación.

Lo anterior se evidenció con los vuelos de deportación masiva hacia diversos países latinoamericanos, entre ellos: México, Brasil, y recientemente Colombia.Esto último, desatando una fuerte discusión mediática entre los mandatarios a través de la red social X (Twitter). El mandatario Gustavo Petro, negó la llegada de dos aviones militares con alrededor de 500 ciudadanos colombianos, argumentando que, se había procedido de manera autoritaria atentando contra la dignidad de los connacionales al categorizarlos como ¨criminales¨ por su estado migratorio. Ante esto, Donald Trump afirmó que impondrá una serie sanciones; en las cuales sobresale: la fijación de aranceles a las importaciones colombianas del 25% (el cual podría llegar al 50% en las semanas siguientes), la suspensión de los procesos de asignación de visado, entre otras medidas.

Ante esta situación, se ha creado un debate dividido en redes; en donde algunos respaldan la medida tomada por el mandatario, afirmando que la dignidad de los connacionales no pueden estar sobre ningún interés extrajero. Mientras que, por otra parte, varias personas han acusado a Petro  de “ególatra” al acusar al mandatario de impositivo y poner en peligro la relaciones diplomáticas y comerciales con el país norteamericano. Creando así un ambiente tenso en el escenario nacional, el cual venía enardecido por la situación de orden público en el departamento del Norte de Santander.

Si bien la situación no llegó a la ejecución de dichas medidas; se puede visualizar la tonalidad con la que ambos mandatarios se llevarán en el escenario internacional, reflejando un ambiente tenso y ofensivo entre las dos naciones. Sin lugar a dudas, las relaciones entre Colombia y Estados Unidos se encuentran en un punto de quiebre que puede agravarse en los próximos días. Por una parte, las consecuencias económicas están creando una ambiente de incertidumbre para el sector manufacturero y agroindustrial de la nación; afectando la imagen de favorabilidad del presidente Gustavo Petro. Lo cual le podría crear fuertes problemáticas de cara a las elecciones presidenciales del 2026. Así  mismo, la pérdida de los ingresos provistos por USAID dejan fuertes divisiones entre ambos mandatarios, en donde ninguno de los dos está dispuesto a ceder.

No obstante, Estados Unidos tendrá que sortear las fuertes consecuencias provistas por Donald Trump. En primer lugar, la expulsión masiva de migrantes afectará de manera directa a los sectores de primera necesidad del mercado norteamericano, sectores como: la agricultura, la manufacturas, los servicios de entrega y domicilio, e inclusive de asistencia telefónica se verán fuertemente afectados por estas medidas. En otras palabras, estas medidas afectan directamente a los servicios más consumidos por los estadounidenses y que son realizados por migrantes latinoamericanos. Por otro lado, el aumento de aranceles a sus países vecinos y su mayor proveedor (China); no solo es una medida que toca lo irónico (considerando que Trump ha sido un ferviente defensor del libre mercado), sino que además atenta directamente con los diversos sectores comerciales, tecnológicos e inclusive logísticos que se alimentan de los productos provistos por la comunidad internacional. Lo cual se materializa en una escasez de productos y servicios para la comunidad latinoamericana.

Ante este panorama, el presidente Gustavo Petro deberá abordar la situación de manera consensuada con la nueva canciller Laura Sarabia, sin embargo, la posición reiterada de Donald Trump refleja una poca oportunidad de diálogo en el escenario diplomático, convirtiéndose en una disputa de fuerza esperando cual cederá ante la ímpetu del otro. Será fundamental para el presidente revisar nuevas oportunidades de importación hacia otras naciones, la posibilidad de relacionarse con otros órganos comerciales como el BRICS+, y el fortalecimiento de lazos con otros países latinoamericanos que se han visto afectados por las decisiones de Donald Trump.

Juan Jacobo Casas Roncancio

Politólogo de la Universidad de Antioquia. Columnista interesado por el escenario político y las dinámicas de poder nacionales e internacionales, los derechos humanos y la seguridad.

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