«La grandeza de las personas se mide por la lealtad de su corazón y la humildad de su alma. Rubén D Sequera
La lealtad es de los valores que únicamente las personas con una calidad humana extraordinaria tienen, únicamente quien su crecimiento personal está por encima de la media, son personas que, sin ninguna obligación, se mantienen fieles, en varios aspectos marcados por su contrato social, aun ser humano en específico, puede ser su esposa, su amigo, su madre, su líder, su rey. Nuestra sociedad carece de personas leales. Personas en quienes se pueda depositar la confianza. Personas que formulen comentarios constructivos, no críticas destructivas. La sociedad está reclamando hombres y mujeres así, que tanto en el desenvolvimiento laboral como eclesial y social en todos los órdenes, constituyan un ejemplo vivo de que el poder transformador de Dios tocó http://goo.gl/PJUswG sus vidas y sigue transformando almas cada día. Por eso podemos afirmar que: 1. Todo está bajo el control de Dios: a.- Dios hace las cosas en su tiempo: No podemos ni debemos presionar que Dios haga las cosas. Su reloj y su calendario son diferentes de los nuestros. Pero algo que jamás podemos olvidar es que el Señor sabe todas nuestras obras y en su momento, hará brillar nuestra justicia delante de los hombres.
- Debemos esperar en la voluntad de Dios: El Creador sabe cómo hace sus cosas. http://goo.gl/KtaJsY Ni usted ni yo podemos decirle cómo hacerlas. Pero en esencia hay una idea central aquí: Dios hace las cosas en el momento oportuno y de la mejor manera. Note que la Biblia señala que «Aconteció que cuando quiso Dios alzar a Elías…». No fue cuando el profeta quiso ni en las circunstancias que quizá esperaba. Fue de la forma y en el tiempo que Dios dispuso, en su infinita voluntad.
- La lealtad se expresa a Dios, con nosotros y con quienes nos rodean.
Una característica que debe rodear al creyente de hoy, es la lealtad. Lealtad para con Dios, siendo fieles a sus preceptos; lealtad con nosotros, siendo leales y consecuentes con nuestros valores y principios; y lealtad con quienes nos rodean: los superiores, nuestros compañeros de trabajo, vecinos y sobre todo, con nuestros amigos. La deslealtad, además de generar desconfianza, lleva a que nuestras palabras pierdan credibilidad y enfrentemos el marginamiento social por representar personas poco confiables.
Ir hasta las últimas consecuencias
No podemos menos que admirar a Eliseo. Una actitud de acompañar a su superior y amigo hasta las últimas consecuencias. http://goo.gl/nbzs7U Caminar con él en las buenas y en las malas. No como hoy, en nuestros días, en que tenemos amigos en tanto las cosas marchan bien. Apenas surgen los problemas, perdemos a los amigos. Lealtad es sinónimo de no criticar: Los desleales cuestionan y critican a todos, hasta los que llaman sus mejores amigos. Participar en estas actitudes, además de afectar nuestro testimonio cristiano, genera heridas en aquellos que depositaron toda su confianza en que estaríamos a su lado en los momentos de crisis pero también en los de victoria.
- Las personas leales aprenden y en el momento oportuno, ayudan a construir, no a destruir con sus comentarios.
En un pasaje bíblico leemos que:
«Cuando habían pasado, Elías dijo a Eliseo: Pide lo que quieres que haga por ti, antes que yo sea quitado de ti. Y dijo Eliseo: Te ruego que una doble porción de tu espíritu sea sobre mi»(versículo 9).
Leer esta historia me hizo recordar a cierto líder al que le brindaron cobijo en una iglesia. Al comienzo, todo eran comentarios halagadores hacia su pastor. No había conversación en la que no exaltara las dotes del ministro a cargo de la congregación. Pero cuando se sintió fuerte, comenzó desde su posición de líder, a hacerle la guerra. Destruyó su imagen, puso en entredicho su moral y llegó hasta pretender quedarse pastoreando la grey. Este líder recibió el rechazo de quienes encontraron en él, no solo a un mal cristiano sino a un amigo desleal. De los amigos se aprende: Aprender es asimilar las cosas buenas y positivas que tienen nuestros amigos. No necesariamente debemos acoger lo malo y los defectos conductuales. En nuestras amistades es seguro encontraremos elementos valiosos. A su vez, usted quien dice ser cristiana y yo, como cristianos leales, debemos generar enseñanzas, ejemplo y buen testimonio para con quienes nos rodean.
La lealtad significa decir las cosas a tiempo. El mejor amigo no es quien guarda nuestros errores para evitar conflictos. Al contrario, es alguien que, debido a su lealtad nos hace caer en cuenta de los errores. Pero de una manera sabia, no destructiva. Es manifestar interés genuino por hacernos caer en cuenta de las fallas a tiempo, antes que sea demasiado tarde. Suele entenderse la fidelidad como lealtad en el cumplimiento de los compromisos que alguien ha contraído. En muchos casos incluye un sentimiento de amor o cariño hacia otro ser, en favor del cual se hace cuanto pueda contribuir a su bienestar. En este sentido se habla de la fidelidad de los perros respecto a sus amos, por ejemplo. A nivel humano, se dice que es fiel el empleado que cumple escrupulosamente los deberes que le han sido señalados por su empleador. Ejemplo aún más elevado: el de la fidelidad conyugal, es decir, la lealtad amorosa que los cónyuges se prometen el día de su enlace matrimonial. El de los amigos quienes a través de los años van construyendo una amistad y juran llegar a viejos tomados de la mano. En el plano espiritual, es fiel el creyente que se compromete a confiar en Dios y obedecerle. Pero el ejemplo más sublime de fidelidad se halla en Dios mismo, siempre cumplidor de sus pactos y promesas. Así nos lo atestiguan las Escrituras, tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento.
Como es de esperarse, Dios tiene un propósito para permitir que seamos tentados. No podemos decir que amamos a alguien hasta que hayamos hecho algunas decisiones difíciles a su favor. De la misma manera, no podemos decir que amamos a Dios a menos que les hayamos dicho NO a las tentaciones insistentes.
Tomemos a Abraham como ejemplo: Dios le pidió que sacrificara a su hijo predilecto. Él fue fuertemente tentado decir NO a Dios. Mientras el construía el altar, seguro pensó en numerosas razones para desobedecer a Dios; Isaac representaba el cumplimiento de la promesa de Dios; ara nunca lo comprendería. ¿Cómo podría un Dios misericordioso pedir que un hombre sacrificara a su amado hijo?
Por supuesto Ud. Ya sabes cómo termino la historia: Abraham pasó la prueba; el ángel del Señor lo detuvo de matar a su hijo. Observemos la evaluación de Dios….»Y dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único. (Gen. 22:12).
¿Ama Usted a Dios? Pero ¿Que sucede cuando Usted es confrontado en una situación difícil, como la de si debe satisfacer sus pasiones o controlarlas? Nuestra respuesta a la tentación es un indicador exacto de nuestro amor a Dios. Uno de los primeros pasos para enfrentarse a la tentación es verla como una oportunidad de probar nuestra lealtad. Si amamos al mundo, el amor del Padre no está en nosotros…» No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.». Cada tentación nos deja mejor o peor; la neutralidad es imposible. Por eso Dios no extermina al diablo. Es cierto que la presencia en el mundo de los espíritus malignos dificulta más nuestras decisiones. Pero piense en lo que estas decisiones difíciles significan para Dios. Demostramos nuestro Amor a Dios cuando le decimos SI a EL, aunque parezca que el canon este apuntando hacia nosotros.
Lo importante es definir si preferimos los placeres del mundo o los que vienen de Dios. Las oportunidades que nos acechan para hacernos pecar, la naturaleza pecaminosa que poseemos y las fuerzas demoníacas a nuestro alrededor nos ofrecen numerosas oportunidades para contestar esa pregunta. Como es de esperarse, Dios tiene un propósito para permitir que seamos tentados. No podemos decir que amamos a alguien hasta que hayamos hecho algunas decisiones difíciles a su favor. De la misma manera, no podemos decir que amamos a Dios a menos que les hayamos dicho NO a las tentaciones insistentes.
Lo importante es definir si preferimos los placeres del mundo o los que vienen de Dios. Las oportunidades que nos acechan para hacernos pecar, la naturaleza pecaminosa que poseemos y las fuerzas demoníacas a nuestro alrededor nos ofrecen numerosas oportunidades para contestar esa pregunta. Demos siempre poner nuestros principios y valores ante cualquier situación que nos haga dudar de su existencia http://goo.gl/QtkujS de lo contrario solo seremos unos pobres seres humanos…
Cualquier información o sugerencia por mis direcciones electrónicas [email protected] [email protected] [email protected] o bien por mí teléfono 0414-071-6704 y asimismo pueden leer esta columna y otras cosas más por la señal en vivo de RCTV INTERNACIONAL en mí página Web: www.robertveraz.galeon.com ahora mi columna se traduce en Inglés http://robertveraz.galeon.com/aficiones2595740.html y sigan mis comentarios y opiniones por @robertveraz en twitter ¡Hasta la próxima semana, Dios los bendiga!
[author] [author_image timthumb=’on’]https://pbs.twimg.com/profile_images/435723947/robert_tsuster_2_400x400.jpg[/author_image] [author_info]Robert Alvarado Abogado, Columnista en la web. @robertveraz [/author_info] [/author]
I just want to mention I am just newbie to blogging and definitely savored you’re web blog. Probably I’m want to bookmark your blog post . You actually have amazing well written articles. With thanks for revealing your website.
If you’re still on the fence: grab your favorite earphones, head down to a Best Buy and ask to plug them into a Zune then an iPod and see which one sounds better to you, and which interface makes you smile more. Then you’ll know which is right for you.
I have been examinating out a few of your posts and it’s pretty nice stuff. I will surely bookmark your site