Una sociedad que apuesta a perder 

Se hace imperceptible en una sociedad saciada de cosas, llena de caprichos y harta de libertades el abismo al que se dirige por la pérdida de aquel amor primero que algunos llamaron sabiduría y otros la nombraron capacidad de asombro.

Aristotélicamente se hace difícil entender que el sentido común, la lógica, la ética y el deber ser, no primen en los ambientes y caminos  que recorre la sociedad. Ya no es quien tiene razón sino quien la impone, ya no es importante hacer lo que corresponde según estándares morales; incluso esta palabra que que no  hace mucho ocupaba el solio de las más altas dignidades pasó a ser una anquilosada y deschavetada palabra que muchos quisieran retirar de la real academia de los buenos significados. 

Nos encontramos con sociedades políticas, educativas, religiosas, con una enorme capacidad de adaptación al vacío y a la nada. Hemos convertido en normal aquello que históricamente destruyó culturas y sociedades. Caminar hacia atrás dejó ser ser espectáculo de mimos y se convirtió , no se desde cuando, en la forma mas cómoda de avanzar. Fortalezas como la familia, estrados del saber como la escuela y la universidad, sentidos de vida infinita como la fe, arraigos de vida como la cultura, sentidos de liberad como la democracia, la belleza de vida como la ética, han sido inimaginablemente remplazados por seres oscuros que tienen como meta y fin la destrucción de la humanidad. 

Y aunque ocupados en el futuro y encerrados en agujeros negros,  la familia, la escuela, la iglesia, la política la cultura y la sociedad, juntos deben asumir el reto para que el abismo al cual se acercan irremediablemente, pueda ser percibido y corregido a no ser que se quiera perecer en el.

Hoy necesitamos locos cuerdos Noénicos  capaces de imaginar una nueva  sociedad.  Capaces de construir sobre la nada, una nueva barca que tenga la metodología y lógica darwiniana con la sabiduría necesaria para que lo mejor de las especies pueda nuevamente repoblar la tierra dominada y destruida  por el diluvio modernico. Los Noenicos Deben tener la locura suficiente como para soportar tanto bullyng de desadaptados modernos saciados de libertad.  Deben tener la fe suficiente como para creer que aún después de la nada y arrastrados por el mar bravío de la humanidad se puede encontrar el todo que da plenitud a lo que puede seguir sin el. Deben tener un amor tan grande por su locura que aún sabiendo que le apuestan al fracaso, el final será feliz. 

No podemos ser recordados por otras especies, como la sociedad que un día existió y le apostó a perder, mejor que de nosotros se pueda escribir un nuevo capítulo en el Génesis de la vida en el que usted fue el loco y afortunado Noé. Quizás en algún momento alguna paloma real llevará a alguien ese olivo de buena noticia.


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Omar Bedoya

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