Tres vigías viajan al otro lado de la noche a las orillas de un sueño reciente. Buenos Aires es el velo donde anida la serpiente, el león y el árbol; la risa...
Tag - Valentina Rojas
El cocuyo viaja cautivo en la quietud de la noche en la desnudez de la sombra lleva consigo, la luz. Como quien camina entre el sueño y la vigilia Como quien...
Todo nacer implica una ruptura, a veces. Hay que abrazar la herida, y a su vez, la luz que trae consigo. Aprender de la desnudez del desgarro de la revelación...
Los días oscuros son atravesados por la palabra, ahora habitan narraciones solitarias mientras los muros se alzan sobre nosotros. A qué hora ruge la sombra...
“El primer invierno fue un derrumbe Una tierra dibujada con un trozo de carbón.” Andrea Cote | Invierno He llegado a pensar que la lluvia son los pasos que...
Recuerdo una mañana en la que mi gato intentaba atrapar un colibrí, se balanceaba sobre una cerca de hierro muy delgada y en el momento que dio el salto...
Amanece y la luz trae consigo la desnudez del lenguaje. El relámpago de la palabra la pregunta y el silencio… Cuando callamos, también nombramos lo que el alma...
Ya no dan su cara al sol Los girasoles ciegos. Hay marcas que pesan en la piel, me refugio en la danza salvaje y hablo de los rostros sin nombre. Ventanas...
La luz alumbra adentro y refleja lo que somos, todos los días se juega con la sombra seguimos la marcha de nuestros ancestros y los astros. Un espíritu le...
Las palabras se entrecortan las hojas se han quedado vacías El corazón late cada vez más lento Los labios fríos… y esa hiel venenosa recorriendo el cuerpo...
Un día vi la luz ocultarse en el peso de la verdad de los cuerpos, la grieta del camino un misterioso hechizo, recorre la mirada huye del reflejo. Nunca busqué...
“No nos convence aunque nos vence no nos derrota aunque nos mata no nos desaparecerá aunque nos expulse de la tierra de toda la tierra No tendrá más poder que...
Recordar un pájaro que va de rama en rama, Mientras cada letra comienza a incrustarse en la garganta Solo tú, Alejandra, entendías esa fatiga entre lo onírico...