Sostenía una conversación con mi madre hace unos días y ella me preguntaba :”Hijo, ¿cómo hago para ir a Castilla a saludar a sus primos?” A lo que le respondí ” pues mamá muy sencillo, puede ser en taxi, en metro o en el carro” pero ella me replicó ” y si será que me dejan entrar y no me ponen problema o me amenazan?” Eso quedó retumbando en mi cabeza, en mi ser y quedé muy pensativo.
Como se va quedando atrapado dentro de la misma ciudad, no poderse mover tranquilamente, no poder ir a un barrio o a un lugar determinado por el miedo, por el temor de que lo saquen, amenacen y/o atraquen. Es el caso de Medellín, que tantos años lleva con dichos problemas que muchos alcaldes se han negado a entender y han pasado por alto.
La ciudad es para conocerla, aprender de ella; cada rincón y cada calle, son espacios vitales que todo ciudadano debería conocer. Por ejemplo, la recuperación del Centro es un paso importante que se le debe reconocer al actual Alcalde.
El paso a seguir debe ser la recuperación de los barrios que están siendo asediados por los combos de bandidos que lo único que hacen es amedrentar y espantar la economía y el progreso de estos espacios tan vitales y valiosos para una ciudad.
Conocer las 16 comunas y los 5 corregimientos, sin problemas, sin perturbación, que el único problema sea decir ¿Por cuál de los 275 barrios empiezo? Y que la pregunta de mi señora madre en un futuro no muy lejano sea, sin temer por su seguridad:” hijo ¿Cuándo vamos a hacerle la visita a sus primos que viven en Castilla?”
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