Seres de luz

Primera columna “como el marinero buscando las estrellas, para no ser naufrago


– Eres una lámpara.

– Con gusto alumbrar tu existencia.

El mundo tan hostil, y lleno de tinieblas aclama por más luces, por destellos de acciones desinteresadas, energía buena y positiva, muchas de las personas que compartimos este mundo no alumbramos, no destellamos o halagamos al prójimo por miedo al ser juzgado, a ser malinterpretado o porque se está acostumbrado que “Nadie hace nada de gratis”, pero en cada rincón de este bello y vasto planeta hay una humanidad temerosa, indecisa y hasta falta de confianza, en busca de un apoyo, una voz de aliento para poder desencadenar toda la energía interior, manifestar o desarrollar una idea y quien sabe hasta la idea sea la que va a impulsar o modificar el mundo, pero por falta de esa palabra de aliento que nos callamos o la mirada de desaprobación, o la mirada que hacemos en otra dirección, son las mayores responsables de la deshumanización por la que está transitando este hermoso planeta lleno de gente increíble, con ideas grandes y renovadoras, ideas que mueren antes de ver la luz.

Invoco la renovación, el cambio; seamos esa voz, ese impulso, esa palabra que anhelamos o escuchamos en ese momento de angustia, tristeza u oscuridad de nuestra vida, que alguien de manera desinteresada y amorosa nos compartió, para que ya no sean unas pocas lámparas o estrellas en la vida, que seamos como una larga y destellante extensión de navidad, un brillante firmamento y que las personalidades introvertidas, temerosas y/o avergonzadas, encuentren el camino para explorar, ser libres y sobre todo felices, que puedan abrazar su momento de éxito, de culminación, de éxtasis y que nos recuerden con gran aprecio, amor, cariño, y que recibamos las palabras de agradecimiento de nuestros semejantes y el alimento para nuestra alma.

Desprendamos el orgullo, la segunda intención, el ego, la envidia, de nuestro accionar, que las cosas bonitas o las buenas intenciones sean solo eso, sin esperar o querer una retribución por lo que hacemos o decimos, que el “gracias a mi fulanito es o hizo tal cosa”, que las cosas sean por ayudar al otro mas no por alimentar el ego o la imagen propia dentro de un círculo social, es una forma de alimentar el alma, el espíritu y para nutrir esta parte nadie más que tú y tu interior, se deben de enterar.

“Pero es que fulanito, no agradece”, “pero es que fulanito no lo hace, porque yo sí”, “pero es que fulanito se le olvido de dónde salió”, son excusas que sencillamente buscamos para justificar nuestro comportamiento en lo que hacen los demás, cosas que no deberían de importarnos, porque como dijo la señora progenitora “si sus amigos se tiran de un puente usted también? ¡Pues no, usted debe demostrar lo mejor que es!”, pero con la edad y la mal llamada madurez olvidamos esas sabias palabras; hagamos el bien sin mirar a quién, si es agradecido o no, si los demás lo hacen o no, hagámoslo de corazón, porque nos nace, porque queremos ver crecer y ser grande al prójimo, que no nos dé envidia si fulanito hace las cosas más o mejor que yo, que sea un motivo para juntarme, aprender y crecer juntos, no todo lo contrario, y si recibes el agradecimiento o no, tenemos el deber de no desfallecer, porque el mayor opositor y nuestro gran fan está en nuestro interior y para serle fiel a él no debemos permitir que las situaciones o conductas ajenas o que no dependan de nosotros afecten lo que somo y lo que nos hace feliz.

Si eres feliz repartiendo abrazos, saludando de besos, vistiéndote de chispas y colores, que nada te detenga, que tu chispa, tu luz interior, tu ser, tu aura, es a lo que debes ser fiel y mantener las cosas positivas y meritorias de buenas prácticas.

Nos quejamos a diario de lo que vemos en televisión, de lo que dice el vecino, de lo que se escribe en redes sociales, de lo que la prensa publica, pero hace tiempo se descubrió y comprobó que la queja no sirve de nada si no se actúa en contra de ella, no te gustan los programas de televisión que ves, pero seguís consumiendo eso sencillamente para criticar pero le damos consumo, y por ende lo van a seguir produciendo, no te gustan las publicaciones de redes sociales, escribe las noticias o acerca de las cosas que quieres leer en tus redes sociales “es gratis”, no te gusta la actitud o lo que dice el vecino, sonríele y cuéntale de las cosas positivas que circulan por tu mente, al principio te mirará raro, te hará gestos o hasta inventará chismes de ti (“que estará consumiendo para decir disparates”), pero mientras tú no te des por vencido, llegará el momento donde ya el desee buscarte para escuchar esas cosas positivas, y de apoco, con esfuerzo, y siendo fiel a tu luz, a tu ser, empezarás a transformarte a convertirte no solo en una lámpara, serás un sol, una estrella, de la cual se emanará un caluroso, fraternal, y buena energía que será buscada por seres vivos, queriendo un poco de lúmenes, queriendo recargarse, buscando de ti, como los barcos buscan el faro, como el marinero busca las estrellas para no ser un náufrago y anhelando el sol por su calor y la visión necesaria para el horizonte.

“Seamos lámparas”


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Jeisson Tique Pinzón

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