“… la tierra de Narciso se concibe ahora en el mundo contemporáneo.”
Actualmente, las redes sociales se mantienen alentando a los jóvenes a hacer públicas sus vidas. Las redes, además, alimentan lentamente a una generación de Narcisistas que va en aumento; quienes compensan con fotografías o críticas hacia otros, la falta de autoestima que los consume emocionalmente.
El uso excesivo de redes sociales conlleva al usuario a sentirse excepcionalmente talentoso, destacado y exitoso. Más peligroso aún, generan el deseo de tener la aprobación ajena (muchas veces de algún desconocido).
En un espacio en donde todos se sienten libres de opinar, todos pueden publicar su vida; los estereotipos no son solo unos cuantos. Con las redes, los estereotipos han abarcado muchísimos campos, incluyendo los del aspecto físico e intelecto. Es apropiado, entonces, afirmar que la tierra de Narciso se concibe ahora en el mundo contemporáneo.
Primero, porque proyectar una imagen inflada y grandiosa de sí mismo demuestra el interés por querer tener una buena aceptación para con los demás, en tanto que se fortalece la naturaleza narcisista.
Segundo, el hecho de que los estereotipos vayan en aumento y tengan cada vez más impacto social, significa que de alguna manera una voz hace eco en nuestras mentes y nos pone la camisa de fuerza de tener que compartir algo públicamente.
Por último, después de ver Narciso su reflejo en el agua, pasó el tiempo contemplándose hasta morir. Caso similar sucede hoy en día, en donde un perfil virtual se vuelve tan importante o más que la vida personal que se sacrifica la esencia de la interacción humana, en pos de manifestarse virtualmente.
La naturaleza narcisista trae desventajas en ciertos ámbitos cotidianos, como el social, interpersonal e intrapersonal. Resulta conveniente empezar a forjar caminos emocionales más sólidos que sean indiferentes al comportamiento cambiante de las redes sociales. Conocer el terreno de Narciso para seguir un camino distinto.
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