«Decidimos hacer una transformación y nos convertimos en la primera empresa de interés colectivo (BIC) minero de Colombia.»: Juan Camilo Quintero

Al Poniente conversó con Juan Camilo Quintero, gerente de Asuntos Corporativos e Innovación de AngloGold Ashanti Colombia, sobre minería, innovación y el proyecto Quebradona en Jericó (Antioquia).

¿Qué es Quebradona? ¿cuál es su propósito?

Quebradona es un proyecto de minería de cobre principalmente, tiene 80% de cobre y un 20% en plata y oro. Nuestro propósito principal es transformar la riqueza mineral, en riqueza o en transformación que tenga impacto social, económico y ambiental en el territorio.

Nosotros hemos venido haciendo un trabajo a consciencia, con toda la teoría de Simon Sinek en donde más que centrarse en hablar del qué o del cómo, se aborda el por qué tenemos que hacer minería y qué implica ello para los territorios. En esta lógica del triple impacto y del circulo dorado, cuando encontramos nuestro verdadero propósito transformacional; nos brincamos cuál es el mecanismo societario ideal para impactar de manera positiva el suroeste de Antioquia y por eso decidimos hacer una transformación y nos convertimos en la primera empresa de interés colectivo (BIC) minero de Colombia.

Estos elementos, el propósito transformacional y la empresa BIC le dan una solidez no solo jurídica sino también una materialidad de las cosas que hacemos en los territorios dentro de un marco social, ambiental y económico muy relevante.

 

¿Por qué cree que se satanizan tanto los proyectos mineros en Colombia y en el mundo?

En Colombia, por lo que hemos vivido, lamentablemente hemos tenido una explotación ilícita y criminal que ha afectado bastante la reputación. Un segundo escenario es que lamentablemente las regalías, en algunos casos, no se han visto materializadas en desarrollo para el territorio, tenemos todavía un sistema relativamente imperfecto en los costos transaccionales, con sujetos interesantes. Yo tuve la fortuna de conocer el sistema de regalías durante casi cuatro años, desarrollando proyectos de innovación, conocí de primera mano las dificultades y vi los detalles de cada proyecto. Hay que decirlo, muchos de los proyectos terminan en corrupción, no todos, pero si algunos de ellos.

Ante estos dos escenarios, criminalidad y corrupción, los territorios prefieren no aceptar minería y ese es un concepto que, si bien tiene un fundamento histórico valido, no implica que tenga que seguirse escribiendo la historia de la misma manera.

Colombia no ha tenido en minería metálica una multinacional de las dimensiones de AngloGold. Nosotros estamos planteando al país que esta puede ser la oportunidad, reconociendo y aceptando que hay proyectos muy interesantes de minería metálica. Yo cuando fui secretario vi los procesos de cerca que hacen las empresas como Mineros S.A. y la Frontino Gold Mines; pero la realidad es que la tecnología que va a traer AngloGold a Colombia va a ser frontera de conocimiento, va a ser única y nos ubicará entre las minas más modernas del planeta; es un mundo muy diferente y favorable operacionalmente para los empleados, va mucho más allá de la responsabilidad social corporativa. Creemos que esta última terminología, a pesar de ser muy relevante, tiene que evolucionar y por eso nosotros nos estamos declarando como una economía de triple impacto en el territorio.

 

Cuando habla de triple impacto en el territorio, se dice con mucha convicción que Quebradona puede traer desarrollo muy positivo para la zona. ¿De qué premisa se parte para esta afirmación?

El suroeste antioqueño y en general, todas las subregiones de Antioquia deben dar un debate y mirar cómo han sido sus dinámicas sociales, económicas y ambientales; ese es un buen punto de partida, que se revisen los datos y que sea sobre datos que comience a darse la discusión.

Por ejemplo, analizar cómo está la pirámide demográfica en el suroeste, que ha venido encogiéndose a la mitad porque las personas de edades medias, entre 20 y 35 años, están migrando al Valle de Aburrá. ¿Por qué migran estas personas al Valle de Aburrá? básicamente migran por salud, empleo y educación; y eso sucede en casi todos los municipios del departamento y viene consagrándose en los planes estratégicos de Antioquia desde el año 2000 aproximadamente, cuando decía que el Área Metropolitana se ha convertido en una subregión completamente macrocefálica. Entonces, la realidad es que la gente no está encontrando las suficientes oportunidades de calidad en el territorio, a pesar de que han llegado nuevas empresas y están ofreciendo otra tipología de trabajos para resaltar y reconocer; el turismo por ejemplo le da un empuje importante, el sector agrícola y lo que está sucediendo ahora con el cultivo de cítricos, aguacates; el café está repensándose y eso es vital.

Nosotros creemos que en sí, las empresas que lleguen al territorio deberán generar un triple impacto, y esto es, tratar de ir un poco más allá de lo que manda la ley; a pesar de que la industria minera tiene una alta tributación, cada peso que produce la minería, el 70% es para el Estado; el principal socio de la minería es realmente el Estado. Entonces, creemos que hay que tratar de recolectar esos recursos y transformarlos en proyectos estratégicos para la colectividad. Un segundo elemento es que, cuando uno mira las cifras de educación, solamente el 25% de los jóvenes de Jericó van a la universidad; el 35% de los viajes de Jericó a Medellín son por citas de salud y  casi el 80% de la población está percibiendo menos de un salario mínimo, predominando en el territorio la economía informal. Ante estas cifras, y atendiendo a lo dicho en cuanto al encogimiento de la pirámide demográfica; debe la empresa pensarse un paradigma diferente.

Un paradigma diferente no tiene que partir de desconocer lo que ya hay, sino en complementarlo, y esa es nuestra propuesta. Nosotros creemos que debemos diversificar la canasta económica en el territorio como ya lo han hecho países como Chile, Perú, que son 100% mineros y tienen a la vez mucho turismo y agricultura. Estos países han mejorado su ingreso per cápita, sus condiciones sociales; y la minería ha podido convivir con otros sectores.

Un tercer elemento es que definitivamente, las dinámicas históricas del territorio los han llevado, por así llamarlo, a un estrés ambiental importante, que a pesar de que se reconoce un hermoso paisajismo, el suroeste ya está muy intervenido. Entrópicamente lo podemos ver por los diferentes cultivos y las mismas vías, parcelaciones, etcétera; eso es la realidad, bueno o malo, cualquier persona que llegue al territorio debe pensarse en otra visión del territorio.

La visión del territorio entonces no puede ser solamente sostenibilidad, nosotros estamos hablando de regeneración, ¿cómo ser capaces de buscar la regeneración?, y para ello pondré dos ejemplos, en el estudio de impacto ambiental, la compensación es de 1.000 hectáreas y nosotros compensaremos más de 2.500 hectáreas de bosque seco y bosque de montaña para volver a reconectar esos sistemas y puedan los animales tener nuevamente movilidad. En ese mismo marco, tenemos una política de economía circular, cuando uno revisa las cifras de consumo de agua en Colombia, la minería solo impacta el 1,7%, en contraste con la minería que consume alrededor del 70%; entonces es eso lo que hablamos al principio, vamos quitando capas de las percepciones para poder ir acercándonos un poco más a los datos que nos dé la realidad y así poder llegar un poco más a la verdad.

El debate de la minería alrededor de agua tiene también mucho sofisma y distracción; el debate alrededor de la extracción ilícita de minerales tiene mucho de realidad, en este último hay un gran consumo de agua mientras que en la minería hay un consumo muy limitado. El consumo de agua nuestro en la mina es completamente cerrado, el agua que entra a la planta nunca vuelve a salir en esos veintiún años por la eficiencia que tenemos en la tecnología, y los consumos son muy bajos.

Otro elemento de economía circular y de valor compartido en los territorios es que, nosotros armamos un equipo de dieciocho PhD con un grupo de investigación que se llama ECSIM y tiene expertos en salud, educación, econometría, dinámica de sistemas; y están acompañando a la administración para ir pensando cuáles pueden ser los proyectos estructurantes de la competitividad no solamente de Jericó sino del suroeste.

En una frase muy bonita que se tuvo con el alcalde de Jericó hace ya varios meses, nos dijo que él quisiera que “Jericó no sea el niño rico del barrio”, el alcalde de Jericó desea compartir esa riqueza; Jericó tendrá una bonanza importante por las regalías y quisiera invertir eso en cosas que no podría tener el municipio individualmente y que, si las comparte con otros municipios, si podría hacerla realidad. De ahí salió, por ejemplo, la propuesta de construir el primer hospital de mediana y alta complejidad para el suroeste; Jericó, por más que quiera, no podría tener este hospital puesto que se haría insostenible en el mediano y largo plazo, ¿por qué?; para ejemplificar, usted para tener unidad de diálisis necesita una población de 60.000 personas y para tener otros servicios de alta complejidad, necesita al menos una población de 100.000 habitantes; no los tiene Jericó, es un municipio que ha perdido el 50% de su población en los últimos sesenta años, la mayoría de los jericoanos jóvenes han migrado del territorio por falta de oportunidades. Entonces, creo que esa es la discusión que nos debe converger.

El alcalde ha propuesto un hospital de mediana y alta complejidad y una universidad, ambos espacios para que puedan converger doce municipios del suroeste antioqueño. Este muy inteligentemente dijo que, en un municipio como Puente Iglesias por ejemplo, aprovechando la construcción de las 4G y podrá pensarse en un suelo un poco más denso en donde la gente pueda vivir y trabajar alrededor de la 4G y proteger agrícola y forestalmente el resto del territorio porque, el municipio de Puente Iglesias está en el centro equidistante entre el Área Metropolitana del Valle del Aburrá, y el Eje Cafetero, una población de más de seis millones de habitantes en total; y segundo, está casi equidistante entre el puerto de Urabá y el puerto de Buenaventura. Entonces, ese mismo planteamiento él lo viene conversando con la Gobernación de Antioquia para armar un centro que permita ofrecer educación, salud y que la gente pueda trabar alrededor de este territorio; en ello se están enfocando las regalías con el equipo de trabajo que tenemos.

Además de eso, la creación de la fundación de AngloGold que más que ser una fundación como estrategia de responsabilidad social, es donde compartimos las utilidades del proyecto. Hemos entregado mil ochocientos millones de pesos; al momento del licenciamiento entregaremos también ochocientos mil dólares, y al momento que inicie la construcción, dos millones de dólares al año, por veintiún años. Eso a precio de hoy, de libre destinación del municipio, es casi tener cuatro Jericó, cuatro veces el municipio actual. Esos proyectos los estamos enfocando, trabajando con las instituciones y la comunidad para tener un impacto en la competitividad. Un ejemplo para que los lectores comprendan de qué se habla, es que se piensa hacer una gran intervención en conjunto con la gobernación, la fundación y la alcaldía para intervenir 5.000 hectáreas de pequeños productores en Jericó, y lograr una gran transformación de clase media que permita duplicar los ingresos de estos campesinos a través de procesos productivos con dos instituciones que ya estamos empezando a desarrollar.

 

¿Por qué cree que se mediatiza tanto la oposición al proyecto Quebradona, a pesar de que tenemos otros proyectos de infraestructura y minería no tan responsables, en el departamento?, ¿qué hace que se mediatice tanto un proyecto como este?

La confusión tan profunda que tenemos de la extracción ilegal con la minería informal. El segundo factor es el desentendimiento de cómo funciona la industria minera, yo creo que a todos los que hemos estado en el sector productivo, y yo que tuve la posibilidad de trabajar en la ANDI, vemos cómo se ataca el sector de manera recurrente, todos los días se publican escándalos  atacando el sector productivo y mediatizándolo porque al final cuando hay veneno o está el punzón, somos una sociedad que lee y ve cautivada su atención, y no profundizamos. Creo que, por la misma velocidad de los datos, por el internet y la posibilidad de tener acceso a todo tipo de información en tiempo real; no profundizamos en cada uno de los temas, un ejemplo de ello es la lógica en la que venimos hace varias semanas en Medellín, cuando apenas terminamos de leer algo, sucede otra cosa y queda en la historia ese titular.

Yo soy un firme creyente del capitalismo consciente y del triple impacto, pero otro elemento es que, a pesar de que las compañías hacen cosas muy buenas; muchas veces vemos más el vaso medio vacío que medio lleno; el punto negro en la pared blanca; y ahí es donde ponemos siempre la lupa. Les pongo un ejemplo, hoy en día, AngloGold puede ser una de las empresas más vigiladas en Colombia, en absolutamente todo tenemos auditorias de las bolsas de valores, los accionistas, del compliance de la compañía, de Dow Jones Sustainability Indices, de la ANLA, Corantioquia, la comunidad y los gremios; y en estos días se habló incluso de contratar una auditoría de las universidades financiada también por AngloGold. Entonces, mientras nosotros siempre estamos supervisados y en cumplimiento de la ley, hay muchos que ni siquiera cumplen la ley y están cometiendo muchos errores.

Confío en que hay que dar la batalla porque cada vez sean más las empresas formales, con compromiso sociales, que inspiren, aporten y velen por la transformación; y lo que yo digo mucho a quienes conozco y es que nosotros no podemos seguir pensando el país desde lo fatídico, como un país que tenga que repetir su pasado, estamos trabajando por una nueva minería en Colombia; queremos construir una minería en donde se consolide más clase media, oportunidades, que las regalías sean ejemplo. Ese es nuestro sueño, para eso estamos trabajando y creo que tenemos el derecho a hacerlo.

 

¿Cómo hacer conciencia sobre quitar ese estigma de contratos de “suma cero”? Es decir, se vende siempre el discurso de que se van a llevar toda la riqueza del país y que en Colombia no va a quedar nada. Pero acá hemos visto todos los componentes de responsabilidad social e impacto en el territorio. ¿Cómo hacerle entender a la gente que hay una retribución para todos y que todos pueden ganar?

Exactamente, el país tiene unas tasas de tributación importantes y que, si bien han ido bajando, son grandes. Hay también un pago de regalías y exenciones, pero que, cuando uno saca el neto encuentra que la minería da un gran aporte económico al país.

Segundo, el mundo no puede concebirse sin minería, eso es una realidad. En estos días, en un congreso alguien proponía trabajar economía circular y reciclaje, pero el mundo no lo permite; hoy, máximo se puede reciclar el 30% de los minerales en el mundo, sacarlos de un celular, plataforma o panel solar, no lo permite. Diego Gómez en ECSIM tiene un dato muy importante y es cuántos millones de toneladas de hierro se necesitan para seguir reduciendo la pobreza y poder seguir construyendo infraestructura. La invitación es a tener una nueva visión ya no basada en la sostenibilidad sino en la regeneración, en donde estas grandes compañías pueden ayudar poniendo algo de lo que ya se ha perdido y reconociendo que los impactos generados se mitigarán, y lo que no se pueda mitigar, se compensa.

Un tercer elemento es que, los hacedores de política y el legislativo tienen que ayudar en la promoción de un debate sensato, acá no se trata de que unos son ambientalistas y que, los que estamos en la minería, no lo seamos; todos queremos un mejor planeta para nuestros hijos y yo personalmente no me pienso dejar quitar ese derecho; todos los días desde la compañía trabajo en cómo hacer las cosas mejor para contribuir al medio ambiente. Entonces, creo que no se trata de unos o de otros, sino de cómo somos capaces de reivindicar las oportunidades en los territorios que hoy están tan asediados por una cantidad de complejidades y falta de oportunidades.

Creo que, si las subregiones de Antioquia tuvieran unas mejores condiciones de empleo, se mejorarían las condiciones para la satisfacción de sus necesidades básicas, menos pobreza, más espacios para el estudio o para llevar a cabo algo tan básico como una cita médica o una urgencia en salud. Creo que las empresas ya cruzan un umbral y que el umbral no es solo pagar impuestos y eso es lo que la ciudadanía y la gente del común tiene que entender, que sin empresas no hay Estado, que todos los que estamos en las empresas tributamos y que las empresas además de tributar tienen que tener una mayor inversión social y así tener instrumentos para poder cerrar las brechas de inequidades.

Esto último es muy difícil cuando usted tiene un panorama asociado a la criminalidad y a la extracción ilícita del país, pero no nos podemos rendir y esa es la tarea de cada uno de nosotros.

 

¿Qué experiencias aprendidas podrías replicar para que el departamento tenga mejores prácticas mineras en otras subregiones?

Creo que hay muchas, lo primero es que hay que entender que los ciclos de minería son muy largos. Por ejemplo, el proyecto de Quebradona lleva 14 años en estudio y por eso hemos dicho, por ejemplo, que respetamos el estudio que hizo Comfama, pero que, no es comparable un estudio de 3 meses frente a uno de 14 años. Lo dice el presidente de nuestra compañía, para usted poder hacer un estudio de ciclo biótico o abiótico necesita como mínimo un lapso de un año para que pueda coger dos temporadas de lluvia y dos de verano, y poder analizar las asimetrías que se van generando, cómo se comporta la fauna; y así lo exige la ley, entonces no tiene por qué extrapolarse a un estudio de tres meses.

Otro punto importante es no solo hacer buenos estudios sociológicos, ambientales, geológicos, biológicos, sino también culturales; para que usted pueda entender el territorio y llegar a construir sobre lo construido, entender las dinámicas económicas y sociales y cómo la minería puede apalancar lo que hay en el territorio y potenciar nuevas figuras económicas.

La minería tiene también un ciclo tecnológico muy largo, la curva de difusión tecnológica por ejemplo en TIC es mucho más corta, en promedio son seis meses, internet nos tiene en un disruptividad de datos y por ello hay unos sectores que generan datos con mayor rapidez que otro. Lo que pasa es que la cuarta revolución industrial nos puso a todos en una misma plataforma y a pesar de que la minería tenía ciclos tecnológicos de 20 y 30 años en patentamiento y demás, hoy se está reduciendo; AngloGold hoy está trayendo tecnologías que no existen en el país y ello es relevante, lo decimos con mucha humildad, porque podremos compartir conocimiento con Colombia y a la vez aprender de toda la minería que se ha hecho en el país, y trabajar procesos de transferencia tecnología a través de las universidades.

Cuando hay tecnología de punta e innovación de por medio, hay bienestar y confiabilidad en las operaciones. Nosotros en nuestro proyecto vamos a tener analítica, los vehículos son semiautónomos, la gente que manejará los vehículos lo hará en salas de cómputo a 6 kilómetros de distancia, robotizados; y ese equipo tiene que tener toda la sensórica, esto es cámaras, sensores de temperatura, sensores de distancia, sensores de vibraciones, y todos esos datos se irán  conectando a través de internet, se transfieren y analizan, y se mira a ver qué datos pueden ser liberados y manejar datos abiertos.

Nosotros vamos a monitorear con ello todos los caudales de todas las quebradas, todas las composiciones físicoquímicas de esas quebradas; porque queremos, incluso en diferentes niveles, que si llega a haber algún impacto, podamos anticiparnos y mitigarlo. Ojalá lográramos llegar a ingeniería de predictibilidad, es mucho más complejo porque sería entrar más en conectividad e inteligencia artificial; vamos en camino, tenemos una mina completamente eléctrica y seremos los quintos consumidores energía en Colombia. Es una mina casi de carbono neutral adentro, porque sus emisiones son mínimas; toda esta tecnología hace la diferencia y nos permite hacerle conocer a un país que hay que llegar a ese tipo de lógicas.

 

Además de los recursos económicos, ¿cómo más puede aportar la minería a la academia?

El presidente de la sociedad de hidrogeología es PhD y miembro de la comisión de fracking, y lo dijo públicamente en Jericó, y es que nunca había visto un estudio tan avanzado de hidrogeología en Colombia. La gestión tecnológica se da en ambos sentidos,  las universidades, el mito fundacional de Antioquia, las geoformas y la geografía, nos han llevado a unos paradigmas. A Antioquia le falta abrir las universidades al mundo y, abrir las universidades al mundo no es mandar gente, es que en Antioquia, a diferencias de las universidades del mundo, rara vez se ven profesores de otros países.

Nosotros creemos que parte de nuestros técnicos deben ir a las universidades locales a dar cátedra, a explicar en qué estamos, para dónde vamos, de qué se trata; mostrar esa visión del mundo. Lo reitero, para mi uno de los principales inventos de la humanidad es el internet porque nos está dando una oblicuidad brutal y un gran aprendizaje, hoy lo que uno ve en una clase puede consultarlo rápidamente y validar si es cierto o no; por lo que, nosotros lo que queremos es hacer una transferencia de afuera hacia adentro. Creemos que en las universidades deben formarse los próximos integrantes de la minería, que tengan una formación asociada a la cuarta revolución industrial; y a la vez, que gente que está en el mundo de la minería, vea un valor compartido diferente al que tradicionalmente hemos visto.

Normalmente en las empresas colombianas de pasadas generaciones han creído que pagar impuestos es suficiente y reitero, no lo es, nosotros creemos que hay que pagar impuestos y además, tener un valor añadido de trabajo con el territorio.

 

¿Por qué la convicción de Juan Camilo Quintero y AngloGold de dar debates técnicos y responder a todo tipo de público sus inquietudes o quejas sobre el proyecto?

No creo que sea algo solo nuestro como empresa minera. Hoy todos somos públicos, se debe ser transparente en todo lo que se hace y que, si usted no lo hace, no tiene contacto con el público, otros van a contar esas historias por usted. Creo que hoy todas las compañías tienen que estar contando sus propias historias, a través de sus propios canales.

La exponenciación de las comunicaciones y el internet ha generado impactos positivos y negativos, la realidad es que hoy todo el mundo tiene voz. Tenemos lideres falsos que tienen miles de seguidores, y tenemos lideres inspiradores para unos, con menos seguidores; eso hace parte de la dicotomía y contrastes que está trayendo la misma tecnología.

Nosotros tenemos definitivamente que, crear nuestros propios canales, y usar nuestras voces para contar la verdad del proyecto, lo que está plasmado en un EIA, porque queremos trabajar de manera transparente con todas las audiencias.

 

¿Un libro que le guste y sugiera a los lectores de Al Poniente?

Todo lo que he dicho y pienso va muy de la mano con el libro Capitalismo Consciente de John Mackey y Rajendra Sisodia. El libro tiene una historia muy bonita y es porque John Mackey es cofundador de Whole Foods Market y dice él que, cuando creó el mercado en un espacio muy pequeño, hubo una inundación que causó muchos daños, pensó en cerrar y fueron llegando al otro día todos sus vecinos con baldes y trapeadoras a decirle que necesitaban de él y su negocio porque les estaba cambiando la vida y generando bienestar.

Recomiendo bastante ese libro también porque a través del capitalismo consciente uno empieza a entender que el capitalismo es una verdadera herramienta transformacional de los seres humanos en el marco de libertades económicas. Allí se explica muy bien por qué debemos evolucionar y por qué no debe haber nada estático, la realidad es que el modelo económico preponderante en el mundo ha sido el capitalismo y ha tenido unos logros impresionantes e indiscutibles, pero que tenemos que  repensar qué otras acciones podríamos adicionar, que nos permitan tener mayor bienestar, equidad y donde la gente pueda tener mayor calidad de vida.

 

 

Al Poniente

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