Nuestra Medellín

Miguel Angel Serna Calle

“No podemos llorar sobre la leche derramada, este es un año de elecciones que se considera trascendental, no solo por mover la balanza frente al gobierno central, sino también, hablando desde Medellín, de mirar hacia adelante y empezar a superar esta terrible tormenta vendida como futuro.”


“Medellín no les pertenece”, alguna vez dijo el alcalde Daniel Quintero hacia la oposición de la ciudad, con un discurso muy similar a la retórica que hoy usa el presidente Gustavo Petro, menospreciando a su oposición y catalogándola de uribista, aliada del GEA o en la peor de las situaciones, de paramilitar.

Toda esta retórica sería coherente, si la ciudad o el país hablara igual a ellos, con las mismas ganas de revolución y con tanta apropiación de discurso. Pero para sorpresa de casi nadie, el panorama es completamente opuesto, teniendo un concejo muy igualado en cuanto a cargas políticas, pero con una mayoría opositora en las calles. Esto se logra demostrar con la masiva asistencia que hubo en la “Marcha de la Mayoría” el día 20 de junio.

Pero ahora, la pregunta que nos queda, es; ¿De dónde viene este sentimiento de oposición hacia el alcalde de los medellinenses?

Pese a no haber sido relevante en las encuestas a la alcaldía de Medellín, Daniel Quintero Calle fue el ganador sorpresivo de la alcaldía de Medellín en 2019, ganándole al candidato del Centro Democrático, Alfredo Ramos, quien quedó en segunda posición. Quintero, quien durante toda la campaña se vendió como el candidato alternativo y sin jefes políticos, (Llegando incluso a bloquear a los dos lideres de las ideologías más dominantes del país, Gustavo Petro y Álvaro Uribe) llegó al piso 12 de la alpujarra con una imagen conciliadora y unificadora, cosa que, 3 años después, sabemos que no fue así.

Daría alegría decir que el paso de Quintero por la alpujarra fue sin pena ni gloria, pero la percepción ciudadana y la de muchos concejales dicen lo contrario. Manifiestan en conjunto que esta fue la administración a la que más se le perdió la confianza, no solo por el hecho de la inseguridad, que aunque esta bajó, la percepción ciudadana es contradictoria con esta cifra, sino también por la confianza que tienen los medellinenses por el control y uso de los recursos públicos, manifestando en su máxima expresión durante los 7 debates del proyecto de acuerdo 135 de 2023, en los cuales la alcaldía pedía los excedentes financieros de Empresas Públicas de Medellín, para “gastos de la alcaldía”, sin embargo, la poca confianza ciudadana es tal, que ejercieron presión para que estos recursos no se desviaran a la alcaldía, (cabe recalcar que esta alcaldía ha sido la que más recursos ha tenido, superando a las de Fico Gutiérrez o Sergio Fajardo).

Ahora bien, no podemos llorar sobre la leche derramada, este es un año de elecciones que se considera trascendental, no solo por mover la balanza frente al gobierno central, sino también, hablando desde Medellín, de mirar hacia adelante y empezar a superar esta terrible tormenta vendida como futuro.

En octubre 29, los colombianos tenemos una cita importante, una cita a la cual no podemos faltar y en la cual nos debemos unir, no solo para superar esta oscura etapa, sino para empezar a construir un verdadero futuro en nuestra ciudad, sin manchas de pinturita.

Como clamor del escritor en esta columna, por favor vote, y recuerde que Medellín si nos pertenece.


Todas las columnas del autor en este enlace: https://alponiente.com/author/mserna/

Miguel Serna

Miguel es un estudiante de grado 10, entusiasta de la política bien hecha y sobre todo, con un amor obsesivo por Antioquia y su gente. Fue unificador en el partido CREEMOS de Federico Gutiérrez, además de estar en el departamento de comunicaciones del mismo partido. Ahora él se encuentra en la campaña del candidato David Toledo al concejo de Medellín, cumpliendo su parte en las comunicaciones de la campaña.

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