No es una meada más

De esta forma, entendí que, mi cometer siempre afectará a  terceros, y que sin importar por más que lo esquive, me tendré que hacer cargo de mis actos.

Lo que ahora es un deseo sexual, hace años fue un martirio. El orinarse en la cama no es un tema fácil de tratar, en especial cuando sé es malo mintiendo. Tal es  mi caso, que siempre lo justificaba con una única nube malvada que sin importar los inconveniente, hacia detener la bóveda por unos segundos, para escupir justamente sobre el área donde se encontraba mi habitación y que por una única grieta, entraba en forma de gotera, y de manera muy precisa, caía en mi zona pélvica. Lo sé, soy un genio. Pero, el engranaje de mi coartada  hubiese corrido a la perfección si no fuese porque vivía en el primer piso de una casa que contaba con tejado solo en el tercero.

Con el pasar de los años,  el baño se hizo de antaño y sin importar el tamaño siempre trataba de plantear el engaño. Razón por la cual mi madre decidió darme un alto, ya cansada de lavar mis sabanas perfumadas, y endureciendo su corazón maternal,  recubrió mi reposo con plástico, previniendo mis mañas. De esta forma, entendí que, mi cometer siempre afectará a  terceros, y que sin importar por más que lo esquive, me tendré que hacer cargo de mis actos.

Hubiese deseado compartir esta experiencia de responsabilidad, con estos individuos que no pueden vivir más de tres meses sin enfiestarse. Hablo de esos que se dan a la labor de organizar y/o asistir a reuniones clandestinas, fiestas privadas, bares improvisados y burdeles hogareños.  En donde se jactan de discutir la situación actual a la par que se refrescan el granate, mientras que el tapabocas les hace la segunda a sus barbillas. Porque de coronas, solo conocen la cerveza. Y como la pandemia solo afecta a la gente que sale en televisión, siendo esta la que desinforma. Entonces, la gente de esta índole, decide tomar la justicia por sus manos, atreviéndose a cuestionar la veracidad del virus, o peor, tratando difundir la realidad oculta, con cosas como “el virus, no es un virus. Sino que es una bacteria que es propagada por el 5G, el cual nace a raíz de que Adele adelgazó. Y por lo tanto la única solución es tomarse una aspirina.”, Porque todo se arregla por cadenas de whatsapp, o sino son 10 años de mala suerte para el que no lo comparta.

Es evidente que están empapados (no de conocimiento) y sino, lo estarán. Así mismo, espero que sepan que cuando el berrinche les sucumba, no habrá gotera imaginaria que los justifique. Ya será muy tarde, tendrán que verse a la labor de dormir en plásticos, mientras que inocentes han tenido que lavar las sabanas de su desacato. Por lo tanto, la única solución será inculpar al personal de salud, porque son ellos los que se han encargado de esparcir el mal olor.

Estos individuos no solo orinaron en la cama, sino que alcanzaron a despertar, y en vez de ir al baño, decidieron mear la pared.

Juan Pablo Romero

Semi estudiante de enfermería.

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