Los afanes de los primeros cien días y otras ironías

“¿No dicen que el que no muestra no vende?”

Del afán solo queda el cansancio, dicen las personas. Y esto es claro cuando por culpa de una intoxicación de información (infoxicación), nos sentimos abrumados con las nuevas publicaciones que cada hora nos llegan, como si de grandes avances se trataran. Es así, como en el discurso público que emplea la administración local de Sabaneta, nos encontramos con una “estrategia de comunicación” clara y continua. Su escancia es mostrar gestión, avances y resultados por medio publicaciones en redes sociales como Facebook e Instagram, todas de manera rápida y en volumen numeroso, continuas y sin espacio o tiempo para la reflexión. Publicaciones llenas de palabras que suenan bien, pero en el fondo no dicen nada, “gestión”, “sinergia “o “articulación” son las preferidas, pero que no es más que una visita para compartir un café y congratular viejos o nuevos amigos, una pequeña tertulia llena de protocolos, sonrisas y saludos.

Una dinámica sencilla de identificar, que una publicación sea remplazada en cuestión de horas o minutos por otra, en promedio cada 5 u 8 horas hay una nueva interacción. Esto nos demuestra el latente afán por comunicar, el cual es perceptible; sin embargo, esta dinámica no es la única ni el único indicio.

Las redes sociales están disponibles para todos, pero también son herramientas útiles y poderosas al servicio de pocos. Útiles y prácticas para entregar o comunicar algo[1]. Uno de los problemas de las redes sociales es que a veces interpretamos los contenidos de los mensajes como verdades o realidades absolutas, sin espacio para la duda o el análisis de este contenido, y es que, con facilidad damos por cierto casi todo lo que vemos. El afán, viene después de que algunos entienden que el mensaje en redes lo apreciamos como realidades que se proyectan, o ficciones que damos por ciertas. Las palabras se emplean como magia a nuestra conveniencia. Las palabras preceden la realidad y la moldean. Eufemismos se utilizan para suavizar una crisis o proyectar dureza y crear una imagen de hierro.

¿No dicen que el que no muestra no vende?

Esta es mi percepción de los primeros cien días:

Existe una gran apuesta a consolidar una estrategia de comunicaciones del alcalde actual, donde el protagonismo es la imagen pública de este, a la cual se le ha invertido recursos públicos para llevarla a cabo, con el fin de mejorar la percepción ciudadana sobre la gestión local y la del mandatario de turno. Sin embargo, los problemas surgen al entender en primer lugar que esto nos cuesta dinero a los sabaneteños, esta estrategia es pagada con recursos públicos del municipio de Sabaneta y que los beneficiarios no son los ciudadanos, si no, la imagen del alcalde y de su temprana gestión.

Dos grandes contratos llaman la atención de esta compleja estrategia “comunicacional”, el PRIMERO: El contrato interadministrativo[2] Sab-01-908-24, con objeto contractual “Contrato interadministrativo de mandato sin representación para el desarrollo de estrategias logísticas y comunicacionales en el municipio de Sabaneta” por un valor total de MIL CIENTO SESENTA Y CUATRO MILLONES NOVECIENTOS DIECIOCHO MIL SEISCIENTOS (1.164.918.605) pesos, celebrados con la Corporación Interuniversitaria de Servicios (CIS). En el cual los recursos públicos de nuestro municipio se van a “invertir” en:

Historias de Instagram en @denunciasantioquia1, @noticiasantioquia y Facebook Denuncias Antioquia
Promoción de Proyectos en www.sinergiainformativa.com
Publicaciones en www.cristobalnaranjo.com
Difusión a través de WhatsApp, Facebook, Instagram y Twitter.
Notas de 15, 30, 45 y 60 minutos en programas específicos de Televisión
Transmisión por tv nacional
Y otras pautas

Este contrato se paga con recursos públicos que en el certificado de disponibilidad o CDP salen de programas de la administración como:

Apoyo a madres gestantes y lactantes
Asistencia, intervención y apoyo psicosocial
Capacitación a docentes y directivos
Atención de niños, niñas y adolescentes en condición de vulnerabilidad.
Acompañamiento a la población adulto mayor.
Atención al habitante de calle.
Otros que se pueden consular en el CDP

El SEGUNDO: Es el contrato SAB-04-001-24, por un valor de MIL CUATROCIENTOS OCHENTA MILLONES CUATROCIENTOS DIEZ MIL SETECIENTOS NOVENTA Y CINCO pesos con el objeto contractual “SUMINISTRO Y PRODUCCIÓN DE IMPRESOS, PUBLICACIONES Y MATERIAL P.O.P. PARA LAS DIFERENTES ESTRATEGIAS DE COMUNICACIÒN Y DIFUSICÒN DE LA INFORMACIÒN DEL MUNICIPIO DE SABANETA” el cual se pagarán con recursos de programas como:

Apoyo a las familias con Bono Nutricional,
Apoyo a madres gestantes y lactantes,
Proyectos dirigidos a personas en situación de discapacidad,
Adecuación y Mejoramiento del Caites IDM Estampa del Adulto Mayor,
Adecuación y mejoramiento del Caites ICDE ESTAMP.ADUL.MAYOR 8,
Entre otros.

De estos contratos, quedan dos observaciones muy particulares, la primera es que ambos contratistas repiten este año como contratantes con la administración local, lo otro que llama la atención es que estamos hablando de contratación directa por medio de contratos interadministrativos, con la CIS y en el segundo contrato existe un requisito habilitante muy particular sobre la experiencia que pide acreditar: “a través de certificaciones de experiencia relacionada en la de dos (2) contratos, que cada uno sea igual o superior al 100 % del presupuesto oficial” y que de igual manera “contratista deberá tener Establecimiento de Comercio domiciliado en el municipio de Sabaneta, para el desarrollo del alcance contractual, con el fin de contar con las herramientas requeridas (personal, maquinarias de diseño y equipos), para la ejecución del contratado y así tener su disponibilidad y cercanía”.

Requisitos que al ser tan específicos por el determinar el área geográfica a Sabaneta de los posibles oferentes y la experiencia solicitada por contratos tan grandes, disminuyen la pluralidad de oferentes al punto que en este proceso solo se presentó una empresa.

Finalmente cabe apreciar que, el concepto de «publicidad» como medio para divulgar la imagen institucional y la «publicidad» como medio que se utiliza para desarrollar la obligación constitucional de satisfacción de los fines del estado, son diferentes conceptos. Por ende, la imagen institucional deberá ser financiada por gastos de funcionamiento de la entidad, mientras que la promoción de los programas o acciones que sirvan a la comunidad, que promuevan la prosperidad general, que garanticen la efectividad de los principios y deberes de la sociedad deberán ser financiados por gastos de inversión. Por lo cual, será de mucha relevancia la supervisión de la ejecución de estos contratos, con el fin de asegurar la correcta disposición de los recursos públicos, financiados por los aportes obligatorios que hacemos como ciudadanos. Más preocupante es cuando tenemos presente que el déficit fiscal del 2023 es de DIEZ MIL MILLONES SESENTA Y SIETE MIL SETECIENTOS CINCUENTA PESOS ($10.067.750).

(Administración, más austeridad y que prime el beneficio del colectivo y la eficiente asignación de recursos)

Posdata: Para el 2 de mayo de 2024, la Empresa Kubica ha radicado el primer informe de actividades que sustenten el pago parcial del contrato, algo que me ha llamado la atención y generado una alerta es que ha presentado fotos de lonas sobre estructuras metálicas en el espacio público, que con anterioridad fueron empleadas por la campaña del actual alcalde en vísperas de las elecciones, pero que ahora tienen solo el escudo de nuestro municipio.

Todas las columnas del autor en este enlace: https://alponiente.com/author/jsgarcia/

[1] Un acto comunicativo es unilateral cuando el proceso se da en un sólo sentido, del que lo emite al que lo recibe, no hay un intercambio y, por lo tanto, no hay retroalimentación.

[2] De las lecciones aprendidas por parte de Veeduría Ciudadana Todos por Medellín sobre la administración de Quintero en el Distrito de Medellín, las cuales fueron recopiladas en un documento con 10 recomendaciones, la Nro. 2 habla de sobre el uso de contratos interadministrativos para evadir el régimen de contratación estatal, desconociendo que su uso debe ser estricto y excepcional. Pues facilita el fraccionamiento de contratos, la rotación de los oferentes invitados dando una apariencia de pluralidad, pero concentrando la contratación en pocos contratistas, abriendo espacios para la corrupción y la ineficiencia.