Tratado global contra la contaminación por plástico: Utopías y realidades.

“Contribuyamos todos… no aceptes bolsas, cubiertos plásticos ni bebidas embotelladas con plástico, ¡cada botella hecha en este material tarda 450 años en descomponerse! Ponte el propósito de llevar a donde vayas una botella metálica y cubiertos de metal, al mercar, escoge productos con la menor cantidad de plásticos en su empaque, es tarea de todos”

El mundo se une en contra del plástico, estamos ante una era donde el policloruro de vinilo, el polietileno y otros tipos de plásticos, han hecho de nuestras vidas un completo círculo vicioso para usar y desechar cuando nos venga en gana cualquier tipo de plástico que pase por nuestras manos.

La “contaminación plástica” es un fenómeno ambiental global que ha surgido como una preocupación significativa en los últimos años. Brevemente, los plásticos son materiales sintéticos versátiles y económicos que se utilizan en una amplia variedad de aplicaciones, desde envases de alimentos y productos electrónicos hasta ropa y muebles. Sin embargo, su durabilidad y resistencia a la degradación también los convierten en una gran fuente de contaminación si no se hace el debido proceso de reciclaje. Esta contaminación derivada de este material, se manifiesta de diversas formas en el mundo, desde la acumulación de desechos plásticos en los océanos y cuerpos de agua en gran parte del mundo, hasta la contaminación del suelo y el aire. Los plásticos desechados pueden persistir en el medio ambiente durante siglos y siglos, liberando toxinas y fragmentándose en micro plásticos que pueden ser ingeridos por un sin número de fauna tanto terrestre como acuática, e incluso, por nosotros mismos; afectando la salud y el desarrollo de la vida.

Es preciso recordar y traer a este escrito, una reciente noticia, titulada “Descubren micro plásticos incrustados en tejidos de ballenas y delfines” un grupo de científicos bajo la técnica de espectroscopia raman, hallaron una importante cantidad de micro plásticos enquistados en los tejidos dentro de 32 mamíferos marinos de 12 especies distintas, investigaciones realizadas en Alaska, California y Carolina del Norte, “Los tipos de plástico más frecuentes fueron el polietileno (PE), el polipropileno (PP) y el poliéster (PET), que se usan comúnmente para fabricar bolsas, botellas, envoltorios o ropa. También se encontraron otros tipos de plástico menos habituales, como el poliestireno (PS), el policloruro de vinilo (PVC) o el poliamida (PA)”, es válido recalcar que los efectos tóxicos que pueden originar estos plásticos es la absorción o la liberación de sustancias químicas presentes o adheridas en ellos, tales como metales pesados, pesticidas o colorantes, alterando el equilibrio ecológico y bastantes alteraciones funcionales en cualquier tipo de fauna, como la afectación al desarrollo, crecimiento, reproducción o al comportamiento de estos, e incluso el lograr minimizar su supervivencia por completo. Pero no vayamos tan lejos, este fenómeno se ha extendido por todo el mundo, recordemos el hallazgo que se realizó en la Bahía de Buenaventura, en el pacifico, donde encontraron diversas concentraciones de micro plásticos en aguas del pacifico y el caribe colombiano.

Es muy preocupante, un pensamiento excesivo que despierta en mi muchos sentimientos, el problema es complejo y multifacético, con raíces en la producción excesiva y el uso irresponsable de plásticos, así como en la falta de infraestructura adecuada para gestionar y tratar los residuos plásticos de manera efectiva y muy puntual. Abordar esta crisis requiere un enfoque integral que incluya la reducción del consumo de plásticos, la promoción de alternativas sostenibles, el fortalecimiento de la gestión de residuos y fundamentalmente la educación, para concientizar sobre los impactos que genera este fenómeno a próximas generaciones.

Es por esto que están empezando a surgir algunos avances, como el desarrollo de un tratado contra la contaminación plástica, reuniones realizadas días atrás en Ottawa, donde representantes de 173 países estuvieron reunidos con un propósito claro, avanzar contra este fenómeno bajo el comité de negociación de la ONU (INC-4) que tiene como objetivo acordar el texto de un tratado, que se debería aprobar a finales de año en la ciudad surcoreana de Busan, si todo sale bien. Desde luego, las negociaciones se encaminan hacia un fructífero consenso para lograr un borrador final donde varios países han expresado su apoyo para mitigar este fenómeno, conociendo que este no tiene barreras y es devastador para el medio ambiente y todas las formas de vida. Es preciso decir, que se deben estudiar todas las alternativas para que en materia económica se promueva la competitividad de las regiones, América Latina y el Caribe en nuevas formas de desarrollo sostenible, una transición completa y justa en materia ambiental; un claro ejemplo, son los recicladores o los llamados “recuperadores”, una política pública de base en cada nación donde se brinde pleitesía a todos los recicladores que en realidad son héroes ambientales; esto con un ambicioso proyecto que debería iniciar bajo el liderazgo de la (International Alliance of Waste Pickers), todo por el cuidado de nuestro planeta y el desarrollo de las naciones, ¡pero sin plásticos!.

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