Lo que se viene este Año del Buey

Acaba de comenzar el Año del Buey y son varias las cosas que han empezado a figurar en el panorama político de la nación. Desde comienzos de 2021, incluso desde finales del año pasado estos temas comenzaron a tomar relevancia y se perfilan como los principales temas para lo que resta del año.

En primer lugar, está el manejo del COVID-19, aunque con una mirada más positiva, enfocada a la vacunación y la reactivación económica. En sí esto ya es mejor a la incertidumbre que vivimos el año pasado, viendo como llegábamos rápidamente a los picos de la pandemia sin tener a la mano una vacuna que nos diera al menos un poco de esperanza.

Ahora bien, sigue estando el descontento de para Colombia fuera tardía la llegada del primer lote de vacunas, mientras países como Chile, Argentina y México empezaron a recibir la vacuna desde varias semanas antes que nosotros, y que los lotes en los respectivos países superaran hasta los dos millones de dosis, a Colombia solo llegó el lote hasta mediados de febrero, y el lote que llegó poseía tan solo cincuenta mil dosis, lejos de los millones que llegaron, mucho antes, a los otros países mencionados.

En cuanto a este tema, sobra decir que no debería ser motivo de orgullo para el gobierno, salir a decir que le cumplieron al país cuando la adquisición de vacunas ha sido cuestionable, deficiente y, sobre todo, bastante lenta a comparación de otros países cerca al poder adquisitivo de Colombia. De esto queda hacer veeduría ciudadana para que el proceso de vacunación continúe como está establecido, que las poblaciones en riesgo sean priorizadas y que no haya prácticas dentro del proceso que beneficien a privados, mientras afectan al pueblo, en particular a aquellos de más bajos recursos.

El segundo gran tema para tener en cuenta corresponde al panorama electoral para 2022. Ver cómo se terminan de organizar las alianzas de las grandes fuerzas políticas. Entender cómo funciona la alianza del centro, que se ha mencionado cuenta con nombres como Cristo, De la Calle, Fajardo, Galán, Robledo, Marulanda, Sanguino y el partido verde. Esto deja la duda sobre si Petro decidirá no lanzarse, o si lo hará con apoyo de Colombia Humana, el Polo, y la Lista de los Decentes, y si sería suficiente para ganarle la puja, específicamente en primera vuelta, a la coalición de centro y las repercusiones que esto puede traer.

Eso deja a la derecha a la expectativa. La claridad de que el Centro Democrático no tiene un candidato carismático, como lo fue en su momento Iván Duque.  Esto abre la puerta a rumores, por un lado, la candidatura de Tomás Uribe, sin experiencia alguna en un cargo de elección popular, por otro lado, las reuniones Uribe-Char donde serían los segundos los que pondrían candidato con Alejandro Char, exalcalde de Barranquilla. Si esta segunda se da también hay que esperar qué pasa con el partido Conservador, qué pasa con la parte del Cambio Radical que sigue a Vargas Lleras.

A este panorama político preelectoral hay que sumarle varias cosas que pueden llegar a tener gran repercusión. El manejo de la pandemia va a afectar mucho la imagen del partido de gobierno, por lo que es algo que va a tener la lupa de la opinión pública con miras a las elecciones del 2022. Por otro lado, siguiendo este hilo, está la reactivación económica. El peso se convirtió en una de las monedas más devaluadas de la región, por lo que impulsar una buena recuperación económica dejaría muy bien parado al país, económicamente, que también tendrá gran relevancia en el debate político de 2022.  Por último, ver cómo se desenvuelven juicios e investigaciones que están en el centro de atención. ¿Qué pasa con el caso Uribe?, ¿Qué repercusiones tiene para el centro si luego de la investigación de Hidro Ituango, Fajardo queda con responsabilidad de lo que pasó?, cómo avanzan las iniciativas de revocatoria a mandatarios locales y demás.

Este año del Buey será entonces, sin duda alguna, un tiempo con mucho movimiento en la política nacional. Mucho será lo que tendremos que ver y analizar durante este año, entra allí entonces la importancia de que nosotros, la ciudadanía, nos mantengamos al tanto, nos informemos de forma imparcial, para que los hechos, y no los sentimientos, sean los que guíen la sana discusión política en el país.

Diego Alejandro Arcila Palacio

Estudiante de ciencias políticas de la universidad EAFIT, con gran interés en relaciones internacionales, comunicación política y periodismo de opinión, melómano, liberal y en general ser humano en constante formación.

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